El mercado negro del arbitraje: Arabia abre el melón e Inglaterra se rebela
Arabia Saudí supone un gran destino para engrosar los sueldos, pero en suelo inglés se juzga la profesionalidad arbitral
Arabia Saudí y sus inversiones en deportes acaparan portadas en los últimos meses. Las contrataciones de la Saudi Pro League en el último mercado estival abrieron una nueva vía. La llegada de Cristiano Ronaldo, Neymar, Gabri Veiga o Sadio Mané entre otros muchos potenció una liga que aspira a estar entre las mejores del mundo.
Los sueldos millonarios junto a las primas ofrecidos han supuesto un caramelo demasiado sabroso para rechazar por parte de muchos futbolistas, que se encontraban en plenitud física para seguir compitiendo en Europa.
|
El Fondo de Inversión Público, PIF por sus siglas en inglés, el gran músculo económico que sostiene el ecosistema del fútbol saudí. Sin embargo, el empeño de Arabia Saudí mejorar y progresar en todas las facetas le ha llevado a seducir a árbitros de todo el mundo a base de talonario.
Desde Inglaterra han sido varios los colegiados encargados de ser jueces de encuentros de la Saudi Pro League. No son los únicos. Colegiados de la Concacaf también han dirigido encuentros de la liga doméstica. César Ramos, árbitro mexicano, dirigió el encuentro entre Al – Ittihad versus Al Taee de la segunda jornada. Iván Barton, juez salvadoreño, fue el árbitro principal del Al Ittihad – Al Riyaad.
Las retribuciones económicas, principal motivo
Los colegiados ingleses también han acudido a tierras de Oriente Medio a dirigir encuentros y con el objetivo de engrosas sus ingresos. Para contextualizar sus viajes a Arabia Saudí hay que partir de la siguiente premisa: un colegiado español cobra de base 12.500 euros mensuales, independientemente de que arbitren o no. A partir de ahí habría que sumarle 4.200 euros por cada encuentro dirigido. Es decir, un sueldo anual de mínimo 150.00 euros y que puede llegar a los 300.000 en función del número de encuentros dirigidos.
|
Sin embargo, la Premier League es la que ostenta los sueldos más bajos de las cinco grandes ligas europeas. La diferencia es abismal. El importe mensual es de unos 3.700 euros, mientras que los extras por dirigir un encuentro llegan a los 1.300 y a los 1.000 en el caso del VAR. Un total de 44.400 euros anuales que pueden llegar hasta los 80.000. Una cifra muy inferior a la de los colegiados españoles.
La comparación se agrava si tomamos en cuenta lo que percibió el colegiado inglés, Michael Oliver, por un solo partido en abril de este año: cifra que rondaría los 3.800 dólares. La misma cantidad que gana en Inglaterra al mes.
[tweet]1644283825357299714[/tweet]
Estallido de la polémica
Las buenas retribuciones económicas han llevado a muchos árbitros de las islas a realizar labores para la liga del Reino de Arabia en jornadas entresemana. Pero la polémica saltaba en Inglaterra el pasado 30 de septiembre y la pregunta que sobrevuela la situación saltó por los aires. ¿Es compatible o puede llegar a existir conflicto de interés?
La situación ocurrió así. El 29 de septiembre, un día antes del partido entre Tottenham y Liverpool, Darren England y Dan Cook, encargados del VAR de dicho partido, se encontraban en un avión regresando de Emiratos Árabes.
|
Tanto England como Cook habían estado trabajando en el partido del Sharjah – Al Ain de ese jueves, cuando el sábado estarían encargados del video arbitraje del partido de la jornada en Inglaterra. Lo que ocurrió en Stockley Park, sede del VAR, ya es historia de la Premier.
El encuentro transcurría con total normalidad, a excepción de una roja a Curtis Jones por una dura entrada sobre el futbolista del Tottenham, Bissouma, acción que sería revisada por el VAR y que terminaría con Jones viendo la roja directa.
Sin embargo, minutos después llegó la jugada de la polémica. Luis Díaz culminaba un contraataque de libro del Liverpool y los de Klopp se adelantaban en el marcador. El tanto era anulado al instante por el línea que había señalado fuera de juego. Momentos después la repetición de la jugada en la televisión no daba la sensación de estar en fuera de juego y todo indicaba a que la revisión del VAR validaría el gol. Es decir, Darren England debía tirar las líneas y comprobar si Luis Díaz partía de posición antirreglamentaria.
Mientras los vídeo marcadores seguían emitiendo la señal de revisión del VAR, Simon Hooper indicaba que se reanudase el partido. Algo inusual y que extraño a todos los presentes. El propio England vio la jugada y decretó que el tanto era legal, pero se había cometido un error. El colegiado no se había percatado de que el tanto había sido anulado en el terreno de juego y confirmó a Simon Hooper “chequeo completo”, refiriéndose a la validez del gol y no del fuera de juego.
En la conversación que se revelaría posteriormente se percibe cómo Dan Cook intenta detener el encuentro para solventar el error, pero era tarde. El protocolo lo prohíbe una vez el balón está en juego. La PGMOL reconoció el error. ¿Un error debido al cansancio? No hay forma de achacarlo a esa única causa, pero lo cierto es que 48 horas del encuentro, ambos colegiados estaban en Arabia Saudí dirigiendo otro partido.
La transparencia mostrada por la PGMOL tras el error, fue acompañada de un anuncio sobre el trabajo conjunto con la FA para revisar sus políticas internas de permitir a los árbitros trabajar fuera de las fechas FIFA o UEFA.
Más noticias: