El pueblo gallego a menos de 20 minutos de Pontevedra que esconde un tesoro único

A Estrada, una localidad situada en la provincia de Pontevedra, es un lugar que destaca por su particular paisaje y patrimonio. Este pueblo, en el corazón de Galicia, está rodeado por los ríos Ulla y Umia. 

Además cuenta con una impresionante cantidad de molinos de agua. Lo que lo convierte en el municipio con más molinos por metro cuadrado de toda España.

Actualmente, se han llegado a catalogar más de 600 de estas estructuras. Muchas de ellas escondidas entre los bosques o en estado de semiabandono, aunque otras se han restaurado para su conservación.

La historia de los molinos en A Estrada

La abundancia de molinos en A Estrada se remonta a su pasado agrícola, cuando estas estructuras eran esenciales para la molienda de cereales. La red fluvial que atraviesa el municipio favoreció la construcción de molinos a lo largo de los siglos. Aunque en la actualidad muchos están inactivos, representan un valioso legado de la historia rural y económica de la región.

Los molinos eran puntos de encuentro y trabajo para la comunidad, donde los agricultores llevaban sus cosechas para convertirlas en harina. Estas edificaciones no solo formaban parte de la actividad cotidiana, sino que, además, eran una parte fundamental del paisaje gallego, fusionando naturaleza y cultura.

Senderismo entre molinos

Uno de los mayores atractivos de A Estrada es la posibilidad de recorrer sus rutas de molinos, un verdadero viaje en el tiempo. Algunas de las más populares incluyen la Ruta de los Molinos de Vesacarballa, en Sabucedo, que sigue el curso de un riachuelo entre antiguos molinos y estructuras rehabilitadas.

Además, la Ruta dos Muíños de Golfariz ofrece un sendero que atraviesa algunos de los molinos más impresionantes del municipio. Restaurados gracias a los esfuerzos de la comunidad local.

Estas rutas permiten admirar la belleza arquitectónica de los molinos y conectan a los visitantes con el entorno natural, ofreciendo vistas espectaculares de los valles y bosques de la comarca. El sonido del agua corriendo a través de las piedras, junto con la tranquilidad del paisaje, crean una experiencia única para quienes buscan descubrir la Galicia más auténtica.

Un patrimonio que perdura

A pesar de que muchos de estos molinos han dejado de funcionar, siguen siendo un símbolo del pasado agrícola de A Estrada. Además de una atracción para los amantes del senderismo y la historia. Gracias a las iniciativas locales, algunos han sido restaurados y abiertos al público, permitiendo que tanto los habitantes como los visitantes redescubran este patrimonio.