La estafa que le han colado a Nagores Robles: cuidado si quieres hacer reforma en casa

Todo comenzó con la compra de un pequeño apartamento en el centro de Madrid. Nagore Robles, conocida por su trayectoria en televisión, decidió hacer una reforma para adaptar el espacio a su gusto. Como muchos que se adentran en proyectos de este tipo, confió en alguien cercano para llevar a cabo la obra.

Un conocido, que se presentaba como arquitecto, le aseguró que por 30.000 euros le entregaría un apartamento "ideal". Era un precio que, a simple vista, parecía razonable. Sin embargo, lo que se prometía como algo sin complicaciones pronto se convirtió en una auténtica pesadilla.

El primer inconveniente de la estafa surgió con los plazos de entrega. Lo que debía ser una reforma rápida terminó por alargarse hasta 12 meses. Un año entero de retrasos y promesas incumplidas.

Nagore ya empezaba a sentir que algo no iba bien, pero siguió adelante confiando en que el resultado valdría la pena. Sin embargo, cuando por fin llegó el día de la entrega, lo que encontró fue un apartamento lleno de desperfectos.

La forma de estafar

La situación no mejoró con el paso del tiempo. Lejos de estar contenta con el trabajo realizado, Nagore descubrió que arreglar los desperfectos le costaría otros 18.000 euros adicionales. Entre fallos en la construcción, materiales de baja calidad y detalles sin terminar, la reforma se transformó en un cúmulo de problemas.

Pero la presión no venía solo de los fallos en la operación. Los propios trabajadores que realizaban la reforma también empezaron a agobiarla. Los paletas se quejaban constantemente de que no estaban recibiendo el pago adecuado, poniendo a Nagore en una situación incómoda.

Según relató, los trabajadores le insistían en que si no pagaba todo lo que el jefe pedía, ellos no cobrarían lo que les correspondía. Esta constante presión aumentó el nivel de estrés y desesperación de la presentadora, que ya no sabía cómo gestionar la situación.

La gran revelación: fue víctima de una estafa

Con todo el dinero que ya había invertido y la mala calidad del trabajo, Nagore Robles decidió hacer cuentas y mostrarle a los trabajadores lo que ya había pagado. Fue entonces cuando vino el golpe de realidad.

Le confesaron que la obra que estaban haciendo no valía ni siquiera 15.000 euros. Muy por debajo de los 30.000 euros que le habían solicitado inicialmente. Este descubrimiento terminó por confirmar lo que Nagore ya empezaba a sospechar: había sido estafada.

No solo el trabajo no cumplía con los estándares prometidos, sino que además estaba pagando mucho más de lo que realmente valía la reforma. Esta situación no solo le dejó un agujero en su bolsillo, sino que también le generó un profundo malestar, al sentir que había sido estafada por alguien en quien confiaba.