El pequeño pueblo vasco que podría llegar a desaparecer: con solo 100 habitantes
Enclavado en el corazón de Gipuzkoa, Orexa es un símbolo de la lucha contra la despoblación rural que puede desaparecer
En las verdes colinas de Gipuzkoa, entre montañas y praderas, se encuentra Orexa, un pequeño pueblo que alberga apenas a 102 personas. Ha logrado mantener e incluso incrementar ligeramente su población desde finales de los 90. Este rincón del País Vasco sigue enfrentando la amenaza de la despoblación, una tendencia que afecta a miles de municipios rurales en España.
Un crecimiento insuficiente
Orexa no es un caso aislado. La migración de los habitantes hacia las grandes ciudades es un fenómeno que lleva décadas afectando a los pueblos rurales de toda España. Y Gipuzkoa no es la excepción.
A pesar de que este municipio ha ganado unos 34 habitantes desde 1998, sigue siendo el menos poblado de la provincia. Comparado con otros pueblos vecinos como Beizama o Gaintza, que han visto disminuir drásticamente su población, Orexa está en una mejor posición, pero la tendencia no deja de ser preocupante.
La despoblación rural es una realidad en todo el país, pero afecta de manera especial a aquellos municipios más pequeños y aislados. Las grandes ciudades siguen siendo el principal destino de los jóvenes que abandonan los pueblos en busca de una vida más dinámica.
Por qué Orexa está en riesgo
Uno de los principales factores que influye en la posible desaparición de Orexa es su dependencia de una población mayor. Y el hecho de que los jóvenes suelen migrar hacia núcleos urbanos. Este fenómeno ha sido una constante durante más de un siglo, cuando las grandes urbes comenzaron a crecer rápidamente, dejando a los pueblos pequeños con menos habitantes.
En el caso de Orexa, ha visto una ligera recuperación en su número de residentes. La realidad es que el número de nacimientos sigue siendo bajo, y muchos de los habitantes envejecen sin que haya un relevo generacional claro.
Por otro lado, la falta de servicios e infraestructuras modernas es otro motivo que impulsa a la población más joven a buscar oportunidades en otros lugares. Orexa es conocido por su belleza natural, que ofrece vistas panorámicas de la Sierra de Aralar y el macizo de Ernio. El entorno rural no basta para retener a los más jóvenes.
Un futuro incierto
En los últimos años, se han puesto en marcha diferentes iniciativas para tratar de frenar esta despoblación. Tanto en Orexa como en otros pueblos en situación similar. Sin embargo, detener esta tendencia resulta complicado.
La cercanía a Navarra y la belleza del paisaje convierten a Orexa en un lugar idílico para aquellos que buscan paz y tranquilidad. Pero este encanto rural no es suficiente para garantizar la continuidad de una comunidad vibrante y sostenible a largo plazo.
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