La multa de la DGT si te 'caza' llevando así esta palanca del coche: cuidado

Los retrovisores son elementos esenciales para la seguridad en la conducción. A pesar de su tamaño y simplicidad, su correcta colocación puede evitar accidentes graves en la carretera.

Sin embargo, muchos conductores no prestan la atención necesaria a cómo colocan los retrovisores de su coche. Lo que puede llevar a sanciones económicas por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT).

La multa que te puede imponer la DGT por llevar mal puestos los retrovisores

La DGT es clara en cuanto a la normativa sobre la colocación de los retrovisores. Si no están bien ajustados, puedes enfrentarte a una multa de hasta 200 euros. Esta sanción no solo se aplica si los retrovisores están dañados o ausentes, sino también si están mal colocados y no permiten una correcta visibilidad.

La legislación vigente establece que los retrovisores deben proporcionar al conductor una visión clara de lo que sucede a su alrededor. Esto incluye tanto la parte trasera del vehículo como los laterales. Si un agente de la Guardia Civil detecta que los retrovisores no están bien ajustados y que esto compromete la seguridad en la conducción, puede imponer una multa en el acto.

¿Cómo deben colocarse los retrovisores?

Colocar correctamente los retrovisores es una tarea sencilla, pero esencial. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para asegurarte de que lo estás haciendo bien:

Retrovisor interior

El retrovisor interior debe estar colocado de manera que te permita ver la mayor parte posible de la luneta trasera. Para ajustarlo correctamente, siéntate en tu posición de conducción habitual y mueve el espejo hasta que veas toda la ventana trasera. Esto te permitirá tener una visión clara de lo que ocurre detrás de ti.

Retrovisores exteriores

Los retrovisores laterales son igual de importantes. Deben estar ajustados para minimizar los ángulos muertos. Para hacerlo correctamente, coloca el espejo de manera que solo veas una pequeña parte del lateral de tu coche en el borde interior del retrovisor.

Esto te permitirá tener una visión amplia del carril contiguo, evitando sorpresas de otros vehículos que puedan acercarse por los lados. Un buen truco es inclinar ligeramente el espejo hacia abajo para poder ver también una parte del suelo. Lo que te ayudará a detectar posibles obstáculos bajos al cambiar de carril o aparcar.

Los riesgos que se corren al llevar los retrovisores mal ajustados

Llevar los retrovisores mal colocados no solo puede costarte una multa de 200 euros, sino que también aumenta significativamente el riesgo de sufrir un accidente. Un retrovisor mal ajustado puede crear ángulos muertos, lo que significa que no verás vehículos, ciclistas o peatones que puedan estar en zonas críticas al cambiar de carril, girar o retroceder.

Además, un retrovisor exterior mal colocado puede reflejar el sol o las luces de otros vehículos directamente en tus ojos. Así, puede deslumbrarte y reducir tu capacidad de reacción.