Cuidado si vas a comprar uno de estos vehículos: hay una estafa en la que puedes caer
Se dedican a vender furgonetas camperizadas a precios muy asequibles y cuando las entregan resultan ser una chatarra
En los últimos tiempos, se ha detectado una estafa cada vez más frecuente en el mercado de las furgonetas camper. Empresas fraudulentas se anuncian en páginas web de venta de artículos, ofreciendo vehículos a precios sorprendentemente bajos.
Prometen una Volkswagen camperizada o similar por menos de 20.000 euros, lo que resulta irresistible para quienes buscan un estilo de vida aventurero y económico.
El modus operandi de estos estafadores es claro: piden a los compradores hacer tres transferencias bancarias. La primera, una fianza inicial para asegurar el trato; la segunda, correspondiente a la mitad del precio de compra; y la última, cuando el comprador recibe el vehículo.
Sin embargo, el problema comienza cuando, al final del proceso, lo que se entrega no es la furgoneta camper de ensueño, sino una auténtica chatarra, en condiciones deplorables.
El fraude disfrazado de ganga
El bajo precio inicial es uno de los principales ganchos para atraer a las víctimas. Este tipo de furgonetas camperizadas, que normalmente pueden costar entre 30.000 y 50.000 euros, se anuncian a precios muy por debajo de lo normal. Esto genera una sensación de oportunidad única que las víctimas no quieren perder, lo que las impulsa a confiar rápidamente en los estafadores.
Una vez que las víctimas realizan la primera transferencia, el proceso de la estafa avanza. Los estafadores usan una serie de tácticas para mantener la confianza del comprador, enviando fotos falsas de las furgonetas y detalles técnicos que parecen reales. Sin embargo, todo esto es un montaje cuidadosamente planeado para que la víctima siga adelante con el pago completo.
El engaño final
El golpe final llega cuando el comprador recibe la furgoneta. Lo que se entrega suele ser un vehículo en condiciones extremadamente deficientes, con problemas mecánicos graves y equipamiento interior en mal estado o incluso inexistente.
Algunos compradores han descrito estos vehículos como “trasteros con ruedas”. Debido a que no cumplen en absoluto con las expectativas generadas por las imágenes y descripciones previas.
Lo más frustrante es que, tras recibir la tercera transferencia, los estafadores cortan toda la comunicación. Dejando al comprador con un vehículo que requiere reparaciones costosas o que, en muchos casos, no es apto para circular.
Este tipo de estafa ha afectado a muchas personas que, confiando en encontrar una buena oferta, terminan perdiendo grandes sumas de dinero. La precaución y la verificación previa de las empresas y vendedores son fundamentales para evitar caer en este tipo de fraudes que, lamentablemente, siguen aumentando.
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