Continúa la lucha de Javier Santos por probar su paternidad del cantante Julio Iglesia
Osuna, abogado del demandante, alega que genéticamente son padre e hijo desde 2017 y expone las vías para conseguir
La lucha de Javier Santos por ser reconocido como hijo biológico del popular cantante Julio Iglesias continúa. Tras haber resultado positivos sus análisis de ADN para comprobar la paternidad de Iglesias en 2017, el abogado de Santos –Fernando Osuna, del Bufete Osuna Abogados– ha acudido a los diferentes tribunales españoles, incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo.
El pasado 23 de septiembre Julio Iglesias cumplía 80 años, y su todavía presunto hijo a ojos de la Justicia pedía reencontrarse al fin con su padre después de años de tribunales. “No quiere dinero, ni bienes, ni derechos. Lo único que busca es un encuentro con su padre, poder hablar”, explicaba su abogado Fernando Osuna ante elcierredigital.com.
Osuna se muestra rotundo al expresar que "no se ha terminado el caso de la paternidad de Julio Iglesias". Por ello, alega que existen muchas otras vías –además de las ya agotadas– para conseguir la situación jurídica de hijo para Javier Santos y explora nuevos caminos para que sea reconocido como tal.
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Recientemente el Tribunal de Estrasburgo declinaba reabrir el caso de paternidad contra Julio Iglesias por parte del valenciano, y por ello el letrado Osuna recurrió ante los Derechos Humanos de la ONU argumentando que esta polémica de paternidad se encuentra en la organización como presunta “infracción de Derechos Humanos”.
Según indica Osuna ante elcierredigital.com, es posible que si la ONU estima el caso como “infracción de Derechos Humanos", se reabra. “La ONU tiene un peso moral grande y hay algunos autores que dicen incluso que es vinculante, hay disparidad de criterios. Aún así el peso moral es grande y se plantearía en España un recurso extraordinario de recisión en el Tribunal Supremo aportando ese dictamen de la ONU”, explica Osuna.
En caso de que este recurso no sea favorable a Javier Santos, Osuna relata que "se podría demandar a Julio Iglesias en Miami o en algún otro lugar distinto a España". Si esto no funcionara para probar la paternidad del cantante, Osuna expone la opción de "ser demandados algunos de los hijos legítimos de Iglesias, es decir, presentar una demanda de hermanidad".
Entre otras posibilidades, Osuna explora la mediación de alguna entidad o persona relevante en el caso, la intervención de organizaciones médicas y científicas en defensa de esta realidad genética o incluso promover un registro genético.
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“Nosotros mantenemos que hay una problemática grande, que es una descoordinación entre la ciencia y el derecho, la Justicia”. Javier Santos se queja de que “si una persona es hija de otra por qué la Justicia lo niega”. Su abogado afirma que se amparan “en muchísimas sentencias”.
En el año 2017, Santos “consiguió la tranquilidad de saber que tenía un padre que se llama Julio Iglesias”. Ahora insta a que el mundo científico se pronuncie sobre “esta disfunción” ya que, afirman, “hay una verdad genética y una negación judicial”. Así mismo, relacionan el caso con otros similares como el de la paternidad del Cordobés o la de Carlos Baute.
Continúa el proceso
El siguiente paso en la lucha de Javier Santos será esperar la respuesta de la ONU. Osuna explica que cuentan también con “otros caminos en la reserva para poder acudir a ellos” en caso de que falle el actual. Afirma que estos pueden ser “judiciales, no judiciales o ambos a la vez”.
Sin embargo, confiesa que confían en que el proceso tendrá un desenlace positivo. “Nosotros entendemos que puede haber una reconciliación entre ambos. Javier ya ha manifestado que lo único que pide es reencontrarse con su padre y tener un contacto con él. “La pretensión no puede ser más noble, más desprendida”, explica. “Entendemos que ante este ofrecimiento tan generoso sería muy negativo que un padre lo rechazara”.
Osuna explica que antes de empezar la contienda judicial Javier Santos intentó, “hasta la saciedad”, comunicarse con Julio Iglesias para “solucionar el problema”. Sin embargo, tras el “fracaso de arreglar la situación” sintió que “era muy fuerte tener el ADN del 99 por ciento de filiación y no acudir a la vía judicial".
Ahora Javier Santos sigue esperando a que se resuelva el conflicto, aunque “tenga que renunciar a mucho”. El afectado afirma que “sería inmensamente feliz si su padre lo oyera” y le resulta complicado comprender “que haya padres que no le den una oportunidad a los hijos rechazados”. Añade, además, que “pudiera ocurrir que, por razones de salud, Julio Iglesias y él se necesiten”.
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