09 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

El polifacético artista vuelve a la cadena pública con 'Nada del otro mundo', retorna al teatro con 'Mi vida es una anécdota' y dirigirá una película

Pedro Ruiz regresa a la televisión: "Con Felipe González estuve nueve años sin trabajar en TVE"

El Cierre Digital en
/ Pedro Ruiz.
Pedro Ruiz regresa a Televisión Española, que llevaba 19 años rechazándole proyectos con distintos gestores. El polifacético artista ha grabado un especial que se emitirá en diciembre, 'Nada del otro mundo', que combinará entrevistas, sketches y actuaciones musicales. En 2024 Ruiz volverá a los teatros con 'Mi vida es una anécdota' y tiene varios proyectos en mente, entre otros una película que dirigirá.

Pedro Ruiz está en los cines. Lo pueden encontrar en un cameo del biopic que David Trueba ha firmado sobre el mítico Eugenio, 'Saben aquell', y si tienen suerte se lo encontrarán por los pasillos de algunas salas, el viernes pasado la tuve yo al encontrármelo en los Renoir de Princesa a la espera de ver ambos la última de Isabel Coixet

Nos gustó 'Un amor', al que ni su innecesaria escena final empaña, y Ruiz destaca de Coixet su independencia, "ya no se deja comer el tarro con rollos políticos". Sobre política y otras cuestiones nos habla al día siguiente este polifacético artista tras darse un frío chapuzón en su piscina al aire libre. 

- Su trayectoria profesional arranca como niño prodigio, tanto en el teatro como en la radio.

- No es fácil resumir mi trayectoria porque he hecho desde el principio casi de todo. Desde director de cine hasta presentador de televisión. Incluso me atrevería con el submarinismo. He sido tan polifacético porque he tenido muchas inquietudes. Pero sí, mi trayectoria comienza haciendo "teatrito" sobre el año 67 o 68. 

- ¿Cómo era su familia?

- Vengo de una muy sencilla: mi padre era chófer particular, mi madre tenía una tienda de bacalao y verduras, y mi abuelo materno tenía una pescadería. La verdad es que no tengo antecesores artísticos salvo un tío segundo en Almería que cantaba muy bien. Por aquel entonces llegábamos a fin de mes con dificultad, pero nunca nos faltó de nada en la mesa. 

- ¿Tener una familia que trabajaba de cara al público le enseñó a quitarse la timidez sobre las tablas?

- Yo, en realidad, soy un tímido con recursos. Lo que heredé de mis padres es su ejemplo: nunca les oí hablar mal de nadie. 

- ¿Cómo acaba al frente de 'Estudio Estadio'?

- Mi mayor escuela fue la radio. Entré a los 16 años en Radio Juventud, donde estuve tres años, luego en Ràdio Barcelona de la Cadena SER, donde estuve otros tres haciendo narraciones de fútbol, tenis, ciclismo o combates pugilísticos de Urtain para el 'Carrusel deportivo' de Vicente Marco, y posteriormente en RNE, que fue el trampolín desde el que salté a TVE. 

- La idea de 'Estudio Estadio' es del ministro franquista de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, que había sido embajador en Roma y se trajo la idea del 'La Domenica sportiva' que paralizaba Italia en la RAI con la polémica sobre los goles fantasma y los penaltis dudosos.

- El formato era italiano y el título era mío. En 'Estudio Estadio' estuve solo 11 meses pese a que estaba feliz, porque el deporte era el único terreno donde había libertad con Franco vivo. Pero gente ligada al Opus Dei me hizo elegir entre teatro y televisión, y elegí lo primero. En 'Estudio Estadio' aprendí una gran lección de vida: en las Navidades de 1973 casi no puedo entrar a casa de mis padres porque estaba llena de cestas, turrones y botellas de champán de todos los colores. Al año siguiente, ya fuera del programa, solo recibí una botella de vino del Real Club Deportivo Espanyol. 

Pedro Ruiz. 

- 'Estudio Estadio' era un gran reto logístico para TVE.

- Me tocó lanzar 'la Moviola', que se importa de la RAI. Hacíamos ver que aquel invento funcionaba con mis manos, pero en realidad los mandos los controlaban los técnicos. En aquel programa me tocó de todo: decíamos que teníamos todos los goles, cuando ni los habíamos visto porque la mayoría no estaban revelados. Las unidades móviles no existían y había que revelar las películas de los goles, que llegaban en muchas ocasiones desde provincias con una avioneta que tiraba la lata encima de los estudios de Prado del Rey.

- ¿Qué supuso su adiós a 'Estudio Estadio'?

- Principalmente, que no pude trabajar en TVE durante 12 años, hasta que Felipe González llegó al poder. Curiosamente, con él estuve posteriormente nueve años sin poder hacerlo. Y ahora llevaba 19 años presentando proyectos casi cada año sin que sus responsables tuvieran a bien hacerme un hueco. 

- El teatro ha sido su refugio.

- Mi modo natural es el teatro. Es un sitio limpio y libre, en parte porque no molestas al sistema ya que en un año, con suerte, puedes meter a 200.000 personas. Y eso no cambia la opinión de nadie. Lo cierto es que la libertad del teatro me encanta, en parte porque yo me produzco y porque nunca he pedido subvenciones. El teatro nació en mí de forma natural porque era una evolución de una fiesta que hacíamos en la facultad de Derecho, 'Juicio bufo' se llamaba. En aquella fiesta, similar a la del Rollo que se hacía en Madrid, parodiábamos a todo el mundo ante 8.000 personas. 

Así empecé a ser el primero que hacía parodias en España, de muy joven en la Universidad y luego en el teatro. 

- Su vuelta a TVE se produce con uno de los mayores éxitos televisivos de 1985, 'Como Pedro por su casa'.

- De ese proyecto hice solo 7 capítulos, aunque en el imaginario colectivo parece que durase años. Cada programa rondaba los 20 millones de espectadores, que repetían aquello de "Cómo estás, Carolina, qué buena estás, que a los amigos de mi papá cada día le gustas más". 

- El programa tuvo una continuación, 'Esta noche, Pedro'.

- Cambiarle de nombre fue un error mío. De esta segunda tanda hice 10 programas, que también funcionaron muy bien. Hay que decir que ni con Felipe González ni con José María Aznar me dijeron nunca qué tenía o qué no tenía que hacer en TVE. 

- Los socialistas buscaban en los ochenta modernizar el humor de TVE. Primero con Emilio Aragón, posteriormente con usted y más adelante con Javier Gurruchaga y Martes y Trece.

- Yo, entre otras cosas, hacía parodias de políticos, que era algo que por aquella época no hacía nadie. 

- Su carrera en TVE se paraliza por su enfrentamiento con el ministro Josep Borrell.

- La cuestión fue que yo salí en defensa de Lola Flores, investigada por Hacienda, y al año siguiente vinieron a por mí. En realidad, yo no tenía nada contra Borrell, de hecho, luego me he visto con él y no tengo ningún problema. Pero quise personificarlo en él para establecer aquella pequeña contienda. 

- En aquel momento se volvió antipático para una parte de la sociedad por "antisocialista".

- Eso ya forma parte del bagaje de mi vida, aunque en realidad no haya votado nunca y me considere más de izquierdas que de derechas. Pero es verdad que pagué el precio. 

- A televisión vuelve en 1992 gracias a Antonio Asensio, que compra Antena 3, se nutre de un dream team de comunicadores y le encarga 'Con ustedes... Pedro Ruiz'.

- Hacía 15 minutos diarios tras las noticias de la noche.

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Pedro Ruiz. 

- Aquel programa no funcionó en audiencias.

- No es así. Era el número uno de su franja. Lo que pasa es que yo contradecía lo que había dicho antes el noticiero. Y empezaron a presionarme a pesar de que tenía un contrato en el que tenía garantizada mi libertad de expresión. La cuestión es que convocaron las elecciones generales de 1993 y con esa excusa me pidieron que hiciera un programa semanal en vez de diario. Yo me negué porque tenía un contrato de 2 años y les gané en los tribunales. 

- Su vuelta a TVE se produce tras el triunfo de José María Aznar. Primero con el futbolero 'El domingol' y posteriormente con 'La noche abierta'. ¿Este último era de inspiración quinteriana?

- No, porque yo no soy periodista. 'La noche abierta' surge de la necesidad de cuidar a mi madre, que había sufrido un ictus que la dejó enferma 12 años, 8 meses y 10 días. Yo quise cuidarla y eso no me permitía una televisión con caracterizaciones y muchas grabaciones previas. 'La noche abierta' me facilitaba ir en la noche de los jueves a los estudios de TVE y tener un par de conversaciones 'de artista a artista'. Eso lo facilitaba mucho ante Luis García Berlanga o Raphael, por poner dos ejemplos. 

- Antes había trabajado a las órdenes de Berlanga en 'Moros y Cristianos'. ¿Cómo era trabajar para un maestro de su talla?

- Era aleccionador porque Luis era un genio aparentemente distraído. La verdad es que fue un placer compartir película con Fernando Fernán Gómez, Agustín González o Rosa María Sardá. En realidad, yo hice un papel que le habían encargado a Pepe Sacristán, pero no pudo hacerlo y el papel me cayó a mí, que poco antes había rechazado el papel de torero en 'La Vaquilla'.

- Una persona tan celosa de su intimidad como usted, ¿cómo vivía que le persiguiera la prensa rosa por sus mediáticos noviazgos en los noventa y dos mil?

- No entré en el juego. Lo lidié sereno. La verdad es que cada vez que me venían a preguntar los paparazzi, les preguntaba que qué tal estaba la salud amorosa de Paolo Vasile, o cosas parecidas. 

- Mucho se habló de su decisión de retirarse a cuidar de su madre.

- La verdad es que no tiene tanto mérito: ella hubiese hecho lo mismo por mí y mucho más difícil lo tienen los que hacen algo parecido cobrando mil euros. 

- Otro asunto muy comentado fue la broma que hizo con Jordi Évole.

- Mi amigo Jordi me dijo, "me gustaría que nos enfadásemos en mi programa". Y yo le propuse que me hiciese una pregunta sobre la droga y que yo me levantaría. Yo soy actor y él también, y hay mucha gente que se lo creyó, porque todavía me pregunta. O sea, que no es verdad que me enfadase con él por una pregunta de la droga. Ya lo desmentí en el teatro y en diciembre se verá en TVE en el especial que he grabado para TVE, 'Nada del otro mundo'. 

- Algunos dirán que lo que le quitaron los socialistas, se lo dan los socialistas. 

- En 19 años he presentado proyectos casi cada año y los distintos equipos me los han rechazado o directamente no me han contestado. Estoy muy agradecido a la actual directiva por confiar en mí. 

- ¿Qué vamos a ver en 'Nada del otro mundo'?

- Conversaciones, comedias y canciones. Aderezado con muchas sorpresas. Pero desde el título ya dejo claro que no tengo muchas pretensiones. Solo quería hacerlo en libertad, y tanto la productora, El Terrat, como TVE me lo han permitido. 

- ¿Qué hace en su día a día?

- Me baño en la piscina, haga el tiempo que haga. Y después salgo desde mi casa de Pozuelo de Alarcón y dejo el coche en el Hotel Intercontinental, en el que viví entre 1978 y 1980. Allí hablo con el conserje, Alfredo García, que ha leído más que todos los clientes del hotel juntos. Él todos los días se inventa un título para mí y yo escribo un poema del tirón en 4 o 5 minutos. Tengo cientos de poemas escritos, pero no los publico. Después, cojo un taxi y me voy a trabajar o al cine, donde aprendo mucho por poco dinero. Voy cuatro o cinco veces por semana al cine, que tiene dos cosas muy buenas: durante 90 minutos descanso de mí mismo y me limpio de la suciedad del ruido de la calle. 

- Pronto arranca nueva gira de teatro.

- El 13 de enero arranco en Puertollano con 'Mi vida es una anécdota'. Luego iré a 20 o 30 ciudades con esta obra, en la que cuento anécdotas con Felipe González, Santiago Carrillo, Sara Montiel, Zinedine Zidane, Jordi Évole... La verdad es que de ninguno de ellos hablo mal porque creo que no tengo derecho. 

- ¿No se anima a publicar sus memorias?

- Tengo 16 libros publicados y me han hecho ofertas editoriales y también audiovisuales para hacer un 'Imprescindibles' de TVE. Pero por ahora no lo veo. Con 76 años me siento más joven que toda la gente que conozco, y tengo planes profesionales a 15 o 20 años. Entre ellos, una película que quiero dirigir. 

- Y las ofertas para participar en realities, ¿cómo se las toma?

- Alguna vez he tenido, pero ni las escucho. 

- Ahora se le ve mucho más sosegado que antaño. ¿Qué ha aprendido en la vida?

- Que no merece la pena tener razón. 

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