Moncloa mueve fichas para evitar que Vivendi controle la línea editorial del Grupo Prisa

Pedro Sánchez vio que todo el empresariado español le daba la espalda en 2016 al perder la secretaría general del PSOE. Tal fue su orfandad empresarial, por no hablar de su guerra con César Alierta o Juan Luis Cebrián, que su empresario más cercano es uno de origen armenio que era prácticamente desconocido hace siete años, Joseph Oughourlian. 

El presidente de Amber Capital ha duplicado su posición en la estratégica Indra, donde roza la posibilidad de elegir un consejero, y ha recibido de La Moncloa la orden de evitar cualquier operación de asalto al multimedia que preside, Prisa. 

El grupo francés Vivendi ha elevado su inversión en el editor de la Cadena SER y El País hasta el 10,9 por ciento y podría hacer pinza con Mediaset para controlar el multimedia, según algunos medios con intención de cambiar la línea editorial del grupo mediático. 

Dudas

Existen dudas sobre el deseo de Mediaset en Prisa. Por un lado está Borja Prado, presidente del grupo televisivo, que estaría deseando hacerse con el control de algunos de los medios más influyentes del Estado, y por el otro, Alessandro Salem, CEO del editor de Telecinco y Cuatro. 

El directivo italiano ya ha dejado claro que no tiene interés en la política española después de que se haya rumoreado que Ana Rosa iba a moderar una mesa de actualidad por las tardes. "Cuando se habla de la franja de la tarde, lo más importante es entretener. Un programa de tarde en una televisión en abierto como Telecinco no tiene que tener connotaciones políticas, tiene que entretener. Es importante recuperar la variedad de contenidos", asegura. 

Salem lo tiene claro: "Quiero hacer un programa de entretenimiento, ni más ni menos. Nuestro trabajo es entretener, no es hacer política. Una televisión generalista como la nuestra es una televisión de todos, tiene que dar voz a todos y ser lo más independiente posible, también en los informativos". 

Prisa ampliará su consejo en junio

El Consejo de Prisa ha decidido convocar la Junta General de Accionistas para el 27 de junio. En el orden del día de la Junta figura la renovación de Joseph Oughourlian como consejero dominical, la ratificación de Pilar Gil Miguel como consejera ejecutiva, la renovación de Miguel Barroso Ayats como consejero dominical, la renovación de Manuel de Polanco como consejero dominical, y la de Béatrice Clermont-Tonnerre como consejera independiente.

El Consejo también propone la aceptación de la dimisión de María Teresa Ballester Fornés, quien recientemente ha asumido nuevos compromisos profesionales que le impiden continuar en su puesto como consejera. Ballester forma parte de las comisiones de Sostenibilidad y de la de Auditoría, Riesgos y Cumplimiento.

Prisa propone también como nuevos consejeros a Isabel Sánchez García y a Fernando Carrillo Flórez "en su apuesta por las trayectorias profesionales consolidadas en España y Latinoamérica en el ámbito de la educación y de la empresa", aseguran. 

Joseph Oughourlian. 

Con la propuesta de estos nuevos nombramientos, el Consejo pasaría de 14 a 15 miembros, y cumple la recomendación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) situada en un 40% de mujeres consejeras para las empresas cotizadas.

Buenos números para Prisa en el primer trimestre

Prisa en el primer trimestre de 2023 ha conseguido crecer en negocios, márgenes e ingresos. Todos los indicadores mejoran. Desde enero, anuncian, el grupo registró unos ingresos de 267 millones, creciendo un 27% con respecto al mismo periodo del año pasado. 

Esta cifra, explican, se ha visto empujada, entre otras, por la obtención de una venta institucional extraordinaria de libros en Argentina. Le falta añadir a la compañía presidida por Joseph Oughourlian que estos números también se han elevado porque este año ha acogido en su seno a LaCoproductora, que solo con 'Días de tele' de RTVE podría haber obtenido un beneficio superior a los 3 millones de euros. En cuanto a la situación financiera, señala Prisa, "la deuda se reduce en 145 millones y se sitúa al final del primer trimestre en 781 millones". 

Su presidente, Joseph Oughourlian, afirmó tras refinanciar la compañía que "la empresa tenía un problema de deuda desde hace 15 años. Antes no se refinanciaba, se reestructuraba. Los acreedores venían y nos decían que había que vender un activo. Y aquello era una mala señal para el mercado. Hemos logrado un acuerdo flexible, hasta 2026, y eso es bueno para la empresa".