
J.J. Vaquero llega a TVE: El humorista campeón de powerlifting supera sus adicciones
El showman y guionista de programas como 'El hormiguero' vuelve tras sus polémicas al prime time de La1 con 'La Garita'
El cómico J.J. Vaquero (Valladolid, 1974) renace con el estreno de 'La Garita' en TVE tras una carrera marcada por la risa, los excesos, el deporte y la honestidad.
Ayer por la noche, La 1 de TVE estrenó 'La Garita', un nuevo programa de humor presentado por el cómico vallisoletano y Álex Clavero (44). El regreso de Vaquero al prime time supone mucho más que un simple cambio de canal. Representa la consolidación de una transformación personal, artística y vital. Esa evolución lo ha convertido en uno de los personajes más complejos, honestos y queridos del panorama televisivo español.

Detrás de su fachada de cómico sin pelos en la lengua se esconde una historia de superación. Un recorrido que va del monólogo a los récords nacionales de powerlifting.
De la adicción a la redención. De la deuda económica a la estabilidad familiar. Esta es la historia completa de José Juan Vaquero.
De servir cafés a subirse a los escenarios
José Juan Vaquero nació en Valladolid el 10 de diciembre de 1973. Su vida no comenzó entre bambalinas, sino tras una barra.
Durante años trabajó como camarero. Su entorno ya reconocía en él una clara vena humorística.
Esa faceta terminó por explotar en 2002, cuando sus amigos lo inscribieron en un concurso de monólogos. Ganó. Y no bajó nunca más del escenario.

Ese comienzo casi accidental forma parte del encanto de Vaquero.
No se propuso ser famoso. Pero su talento, su mirada aguda sobre lo cotidiano y un estilo directo, a veces irreverente, lo llevaron a ganarse un lugar en la comedia española. Así nació su particular identidad de “gamberro entrañable”, con un humor costumbrista y afilado que no dejaba títere con cabeza, pero tampoco perdía calidez.
De 'El Club de la Comedia' a 'El Hormiguero'
Durante más de dos décadas, J.J. Vaquero fue consolidando su presencia en televisión.
Pasó por 'El Club de la Comedia', 'Sopa de Gansos', 'Comedy Central', y fue guionista y colaborador en 'El Hormiguero' desde 2009 hasta 2021. Aunque no era un rostro habitual en pantalla, su trabajo entre bastidores fue esencial para el tono y los contenidos del programa.

Su salida de 'El Hormiguero' fue discreta, sin polémicas. Según confesó, su traslado a Valladolid y la desconexión creativa le llevaron a tomar distancia.
“Siempre elegían lo de otros compañeros”, explicó. No hubo enfrentamientos, pero sí una necesidad de equilibrio personal. Hoy, ese equilibrio se traduce en 'La Garita', un formato nuevo, hecho a su medida, en el que conjuga humor, archivo televisivo y complicidad con el también cómico Álex Clavero.
‘La Garita’: regreso a lo grande
Estrenado el 14 de julio en el access prime time de TVE, 'La Garita' presenta a Vaquero y Clavero como dos guardias de seguridad que “vigilan” los archivos de RTVE. Desde ese punto de partida, el programa navega entre la nostalgia y el sarcasmo, revisando material del archivo histórico con una mirada irónica y actual.
El estilo es cien por cien Vaquero: canalla, deslenguado y entrañable.
El proyecto no solo marca su regreso al prime time. También le permite estar cerca de casa, en Valladolid. Además, le ayuda a mantener un ritmo de vida más saludable que en sus años de mayor exposición mediática.
Una segunda vida en el deporte: récords en el powerlifting
Pero si algo ha marcado su transformación reciente ha sido el deporte.
En 2019, J.J. Vaquero tomó la decisión de abandonar el consumo de cocaína, tras años de excesos.
El deporte fue, en sus propias palabras, su “salvación”. Se volcó en el powerlifting, una disciplina de fuerza extrema. A los 51 años, se ha coronado como campeón nacional de peso muerto en su categoría.
En junio de 2025 levantó 265,5 kg, estableciendo un récord en la categoría Máster 2 (mayores de 50 años). Para lograrlo, tuvo que bajar 12 kilos de peso corporal antes de competir. En 2024, ya había batido otro récord con 273 kg en la categoría de 105 kg.
Controversias sin censura
Vaquero nunca ha rehuido los temas espinosos. Ha hablado abiertamente de su adicción a la cocaína, de sus excesos y de su proceso de recuperación.
También ha reconocido públicamente sus dificultades económicas: llegó a deber dinero a compañeros como DaniRovira y Álex Clavero. Hoy afirma haber saldado esas deudas gracias a su trabajo actual.
Tampoco evita la polémica en redes. En 2020, su comentario ácido sobre la muerte de Diego Maradona generó debate.
En la imagen se veía un cielo azul con líneas de humo blancas.
En 2022, criticó las becas de la Comunidad de Madrid con ironía política, llamando “Ayuso Today” al sistema. No tiene miedo a la incorrección política, pero sí establece líneas rojas claras. Ha declarado que nunca haría humor sobre temas como la violencia de género.
Una familia en el centro
La vida personal de J.J. Vaquero es otro pilar importante de su historia.
Está casado desde hace 17 años con Nunci Fernández, con quien tuvo un bar en Valladolid, El Rincón del Erizo. Juntos tienen dos hijas, Aitana y Luna. Las anécdotas familiares forman parte habitual de sus monólogos, aunque Nunci le haya pedido no hablar de ella en el escenario.
Una de las historias más virales fue la aparición de su hija Aitana en 'El Hormiguero' cuando tenía solo cuatro años.
Allí presentó a Pablo Motos con la frase “el jefe de mi padre”. Momentos así refuerzan su imagen de padre implicado y cómico cercano. Su vida familiar no es solo material para chistes, sino también el motor de sus decisiones.
J.J. Vaquero es, ante todo, un hombre que ha hecho del humor una herramienta de comunicación honesta. Su estilo, marcado por lo cotidiano, el sarcasmo y la valentía, ha evolucionado con él. Ya no es solo el cómico que hace reír: es el atleta que se supera, el padre que se muestra vulnerable y el creador que prioriza el equilibrio.
Con 'La Garita', J.J. Vaquero no solo vuelve a la televisión: se reafirma como una de las voces más singulares del entretenimiento español. Un hombre que ha sabido convertir sus caídas en parte del relato, y que hoy, desde un plató y desde un gimnasio, demuestra que nunca es tarde para empezar de nuevo.
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