EP Vuelve al foco Mikel Lejarza 'el Lobo': Lo oculto del espía señalado por 'asesinato'
La familia del miembro de ETA Josu Mujika, muerto en 1975, se acoge a la Ley de Memoria para reabrir el juicio a Lejarza
El caso por presunto asesinato del espía Mikel Lejarza, 'el Lobo', ha dado un giro radical. La pacificación del norte ha propiciado que las víctimas de la violencia del Estado sean equiparadas a las que sufrieron la violencia de ETA. Todo tras las medidas tomadas por los gobiernos de España, Euskadi y Navarra.
La Ley 20/2022 de Memoria Democrática establece que los delitos de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables. Este hecho facilita que se reabran algunos casos que parecían enterrados.
El caso de la muerte de Josu Mujika
El colectivo Giza Eskubideen Behatokia está ayudando a los familiares de víctimas como Josu Mujika. Este miembro de ETA Político-Militar fue presuntamente asesinado en Madrid en 1975, aunque la causa oficial de muerte fue la de suicidio.
Su familia ha presentado una querella criminal contra Mikel Lejarza 'el Lobo' por su participación en la muerte de Mujika. Y el juzgado de instrucción nº 12 de Madrid ha admitido a trámite la querella criminal.
Este espía iba en un vehículo Mini en dirección a Plaza de Castilla con otros 3 miembros de ETA cuando fue interceptado por la Policía. En el tiroteo entre policías y miembros de ETA, acabó herido de muerte Mújica.
La familia se querelló contra Lejarza y el comisario Jorge Cabeas ante un Juzgado de Bergara (Guipúzcoa), que se declaró no competente. Y en septiembre de 2024 la registraron de nuevo en un Juzgado de Madrid, que la ha admitido a trámite.
Los familiares creen que fue Lejarza fue el que asesinó a su compañero.
Las sombras de 'el Lobo'
Dos teorías muy extendidas en Euskadi y Navarra navegan contra el mito madrileño de Mikel Lejarza 'El Lobo'. La primera dice que los servicios franquistas no lo reclutaron para infiltrarse contra ETA. Sino que era miembro de ETA y, tras ser pillado, trabajó para perseguir a sus compañeros.
La segunda, más dudosa, dice que Lejarza murió a manos de la policía y que el Estado utilizó la marca 'el Lobo' con otra persona que le suplantó. El periodista Antoni Batista ha escarbado en sus declaraciones para poner en duda su existencia.
"Mikel Lejarza Eguía nació en el caserío que antiguamente se llamaba Aretxabalaga (roble ancho, en euskera), del siglo XVIII, en Areatza-Villaro. Él dice que han talado los dos árboles milenarios, un error de localización inaudito en un agente de inteligencia. Se conserva uno, muy cuidado, de 4,40 metros de circunferencia", escribe en Ara.
"La versión abertzale dice que, tras una cantada que en ningún caso le habrían reprochado los suyos –porque no penalizan las delaciones por tortura– o de un breve papel de chivato en el comando, a Mikel Lejarza 'le levantaron el forro', que en su jerga significa que se lo cargaron o ahí se quedó. No sería el primer cadáver en una comisaría franquista", aseguró.
Dice Batista que "la verdadera causa de la leyenda de 'el Lobo' no sería tanto tapar el asesinato policial o de los servicios secretos de Lejarza, que en aquella época literalmente tanto les resbalaba. Sino inventarse una franquicia a la que pudieran adjudicar actividades poco edificantes y de legalidad discutible".
A la leyenda de 'el Lobo', asegura, contribuyó el libro de Xavier Vinader 'Operación Lobo. Memorias de un infiltrado en ETA'.
En 2022 'el Lobo' se dejó ver por primera vez en público tras 50 años
Mikel Lejarza 'el Lobo' participó en otoño de 2022 en la presentación del libro 'Secretos de confesión', que escribió junto a Fernando Rueda. El madrileño Hotel Villa Real, junto al Congreso de los Diputados, fue el escenario escogido por la editorial Roca Ediciones para lanzar el último libro sobre la vida de Lejarza.
Rueda narró cómo la hija de Mikel Lejarza 'el Lobo' le confesó que un novio la dejó cuando se enteró de quién era su padre. Y mostró una bala extra que se suponía que cada comando de ETA llevaba encima por si se cruzaban con el exmiembro de la banda.
Rueda pidió disculpas a los presentes por la alta seguridad que tensionaba el ambiente. Y el público comprendió la prevención al irrumpir por sorpresa en la sala el propio Lejarza. Esta fue su primera aparición cincuenta años después de iniciarse la operación al que dio nombre su apodo.
Lejarza, gafas oscuras, pelucón y barba postiza, narró algunos pasajes sobre el desmantelamiento de la cúpula de ETA. Además, volvió a señalar que en la Inteligencia española sopesaron en pegarle dos tiros. Y lamentó que la sociedad parece no querer saber nada de la banda terrorista.
Perfil
Mikel Lejarza nació en Villaro (Vizcaya). En 1974 fue captado por el servicio secreto franquista. Después, asegura que estuvo quince años jugándose la vida en misiones de alto riesgo contra el terrorismo dentro y fuera de España.
En los últimos treinta años, ha entrado en el espionaje en otros mundos. Estos son los medios de comunicación, el mundo empresarial, el independentismo, el narcotráfico o el mundo económico.
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