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Una pareja sonriente en una fotografía en blanco y negro.
INVESTIGACIÓN

Veranos negros de los Urquijo: Crimen, 'suicidio' de Rafi y adiós de Juan

El 5 de julio de 2022 falleció el hijo de María Lourdes de Urquijo y Manuel de la Sierra, asesinados en agosto de 1980.

En el verano de los 80 tuvo lugar uno de los sucesos que más se recuerdan de la historia del crimen en España, el asesinato de los marqueses de Urquijo. Manuel de la Sierra se casó con la quinta marquesa de Urquijo,  María Lourdes de Urquijo, hija del que fue propietario del Banco Urquijo, fundado en 1918 y desaparecido en 2006 tras su compra por el Banco Sabadell.

María Lourdes era la única heredera del Banco Urquijo y siempre formó parte de la alta sociedad. Su historia se truncaría cuando pasó a formar parte del funesto listado de aristócratas españolas asesinadas.

Varias personas en una imagen compuesta, algunas en blanco y negro y otras en color, con diferentes expresiones faciales y estilos de vestimenta.
Los protagonistas del crimen de los marqueses. | El Cierre Digital

El  crimen de la Transición será siempre recordado por sus incógnitas y la trama familiar que rodeó al asesinato de María Lourdes de Urquijo y Manuel de la Sierra. Fue un caso repleto de polémica, ya que se lavaron los cuerpos de los marqueses, el arma del crimen desapareció, la chica de servicio estaba fuera de casa ese día y se perdieron documentos. Desde un primer momento los investigadores consideraron que el objetivo del crimen era el marqués. La sospecha hacia los hijos estaba basada en una discrepancia con su padre por la posible venta del negocio familiar. 

El asesinato de los Marqueses de Urquijo

Aquel 1 de agosto de 1980 los marqueses se encontraban durmiendo en su lujosa mansión de Somosaguas, Madrid, cuando uno o varios individuos saltaron la valla de la mansión y entraron a la casa rompiendo una puerta que unía la piscina con el resto de la casa. Los intrusos fueron directamente a la habitación donde dormía el marqués consorte, Manuel Sierra,  le dispararon a bocajarro en la nuca y acabaron con su vida. 

Una pareja vestida formalmente en una fotografía en blanco y negro.
Myriam y Juan de la Sierra, hijos de los marqueses. | El Cierre Digital

Posteriormente, alguien tropezó y la pistola, una  Star 22, se disparó impactando contra un armario. Este ruido despertó a la marquesa que preguntó en alto “¿Quién es?”. Fue su sentencia de muerte. Siempre se creyó que  la muerte de Lourdes no fue buscada. Alguien fue a su habitación y le disparó en la boca. Luego le dio un tiro de gracia en la vena carótida.

Supuestamente,  en la mansión también pernoctaba su criada, aunque más tarde se supo que durante la noche se había ausentado para mantener un encuentro sexual con el mayordomo del banquero Claudio Boada, vecino de los asesinados.

El hallazgo de los cuerpos

Los cuerpos de los aristócratas fueron descubiertos a las 9 de la mañana por la criada, momento a partir del cual empezaron a suceder cosas raras. La primera es la llegada del administrador de la familia, Diego Martínez Herrera, que lo hizo completamente vestido de negro. Algo sorprendente un primero de agosto en Madrid. La primera decisión que tomó antes de que llegaran los forenses fue ordenar que se lavaran los cuerpos. Esta acción no tuvo ninguna consecuencia judicial.

Un hombre joven con una camiseta blanca está detrás de unas rejas, mirando pensativamente hacia adelante mientras sostiene un cigarrillo.
Rafi Escobedo entre rejas. | El Cierre Digital

Además, Diego Martínez se hizo con el contenido de la caja fuerte, que estaba intacta, y le prendió fuego en una pequeña hoguera en el jardín, que no pasó desapercibida para ciertos testigos. A estos hechos se suma lo que algunas versiones recogidas por las crónicas de la época señalan: que fue él quien ordenó que limpiaran las manchas de sangre de los dormitorios.

Juan de la Sierra, Myriam de la Sierra y su marido Rafi

El inspector de policía  José Romero Tamaral dio un giro inesperado al caso. Ya tenía en el punto de mira a Rafi Escobedo, yerno de los marqueses. Este era íntimo del hijo de los aristócratas, Juan de la Sierra, y se había casado con la hija, Myriam. Sin embargo, en el momento del crimen el matrimonio estaba roto. La hija de los marqueses había iniciado una relación sentimental con  Richard Dennis Rew, conocido como ‘Dick el americano’, que el día del crimen estaba en Oviedo. Años después sería vinculado a un caso de estafa piramidal, a través de la empresa Golden Paradise.

Dos años antes Myriam de la Sierra, hija de los marqueses, se había casado con Rafi Escobedo, pero su relación tardó poco en debilitarse. Para la sociedad, Myriam quedó retratada como una de las malas de la película por su prepotencia a la hora de hablar con los medios y porque vendió varias exclusivas a las revistas del corazón.

Una pareja de recién casados posa junto a sus familiares en una ceremonia de boda, todos vestidos elegantemente.
Boda de Rafi Escobedo y Myriam de la Sierra. | El Cierre Digital

Sin embargo, pese a los problemas con Myriam, Rafi seguía visitando la mansión de los Urquijo, ya que era íntimo amigo de su cuñado, Juan de la Sierra, quien ha sido el actual marqués de Urquijo hasta que falleció el pasado 5 de julio de 2022.

Juan de la Sierra estaba en Londres en el momento del crimen. Muchos han puesto en duda que regresase a Madrid la mañana en la que los cuerpos de sus padres fueron hallados sin vida y dan más credibilidad a que volvió de la capital británica la noche anterior. En los meses previos al crimen forjó una gran relación de amistad con Rafi Escobedo.

Rafael Escobedo Alday, yerno de los marqueses, fue detenido el 8 de abril de 1981 en una finca de Toledo. Los casquillos allí encontrados sirvieron para detenerle. Confesó haber cometido el crimen de sus suegros, aunque posteriormente se retractó y aseguró que esa confesión le fue arrancada después de ser sometido a torturas. En 1983 fue condenado a 53 años de prisión y dos años después fue confirmada la condena por el Tribunal Supremo.

Una pareja vestida de novios el día de su boda.
Los Urquijo en la boda de Myriam y Rafi. | El Cierre Digital

El 27 de julio de 1988 Rafael Escobedo apareció muerto en su celda de El Dueso (Cantabria). Dos semanas antes había concedido una entrevista a Jesús Quintero en TVE donde aseguraba ser una ‘cabeza de turco’.

Su muerte también estuvo rodeada de polémica porque su abogado y amigo Marcos García Montes pidió una segunda autopsia. La sorpresa se produjo cuando se supo por los resultados que en el cuerpo de Rafi había restos de cianuro, lo que contravenía la versión oficial de que acabó con su vida de forma voluntaria, ahorcándose.

Los otros dos detenidos por el crimen

Sin embargo, el periplo judicial del famoso crimen no acabó aquí. Hubo más detenidos y llegó a celebrarse un segundo juicio. Se había detenido a Javier Anastasio y a Mauricio López Roberts. Al primero se le acusaba de haber participado en el asesinato y al segundo de haber actuado de encubridor, llegando a prestar 25.000 pesetas a Anastasio para que el 1 de agosto de 1980 viajara a Londres para visitar a su novia Patricia, azafata de Iberia. Curiosamente, en esa misma fecha se encontraba en la capital británica el hijo de los Urquijo, Juan de la Sierra.

Anastasio nunca fue condenado porque tras cumplir tres años de prisión provisional, se dio a la fuga. Durante años vivió en varios países de Latinoamérica y en 2010, tras prescribir el caso, volvió a España. En 2017 publicó junto a Melchor Miralles sus memorias. Aseguró que la noche del crimen llevó a Rafi a Somosaguas y que lanzó al pantano de San Juan el arma usada. Son muchos los que piensan y algunos los que temen, que Anastasio es el único que puede resolver lo que pasó aquel 1 de agosto de 1980.

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