
Los Suqué, dueños de los casinos de Cataluña: Se hicieron de oro a la sombra de Pujol
Fallece Miguel Suqué, uno de los líderes de está saga centenaria con ramificaciones en el juego, los vinos y el arte
El Grupo Peralada inicia etapa tras la muerte de Miguel Suqué Mateu, que falleció hace un mes a los 63 años. El empresario es uno de los tres hermanos que dirigía la compañía. Presidía Casinos Grupo Peralada y gestionaba los hoteles del grupo. Fue también el rostro detrás del renacimiento de la histórica marca de vehículos Hispano Suiza.
Cabe recordar que la familia Suqué Mateu es una de las más influyentes de Cataluña. Su fortuna, según Forbes, ronda los 550 millones de euros. La familia Suqué Mateu, a través del Grupo Peralada, controla un vasto imperio empresarial centrado en tres pilares: el juego, el vino y el turismo. Son dueños del Gran Casino de Barcelona y otros dos casinos en Cataluña, Peralada y Tarragona.
Además, tienen presencia en el sector del juego en Argentina, Chile y Uruguay. En el ámbito vitivinícola, gestionan las bodegas Perelada & Chivite, con marcas como Castillo de Peralada y Gran Feudo. También operan hoteles, balnearios y organizan el prestigioso Festival de Música de Peralada. Además, poseen negocios industriales (como Poligal), inmuebles en varias ciudades internacionales e intentan relanzar la histórica marca de coches Hispano‑Suiza.
Tres hermanos
Miguel, Javier e Isabel Suqué Mateu son la cuarta generación de la saga. Miguel se incorporó en 1993, tras formarse en Derecho y Administración en Estados Unidos. Junto a su padre, fue el encargado de expandir el negocio de los casinos a América Latina. Hoy operan también en Argentina, Uruguay y Chile.

Miguel también lideró la vuelta de Hispano Suiza. En 2019 presentó el Carmen, un hiperdeportivo eléctrico de lujo. Estos se fabrican a medida y solo hay 19 unidades. Y cuestan más de 1,5 millones de euros.
Una historia que arranca en 1904
La historia del grupo comienza con Damià Mateu, bisabuelo de Miguel. En 1904 fundó la marca de coches Hispano-Suiza. Se convirtió en un símbolo de elegancia europea. Reyes, artistas y científicos conducían estos vehículos. Alfonso XIII, Einstein o Coco Chanel fueron algunos de sus propietarios.
En 1923, su hijo Miguel Mateu compró el Castillo de Peralada. Lo hizo para guardar su colección de arte, vidrio y libros. Aquel castillo se transformó con los años en un centro cultural, vinícola y turístico único.
El pujolismo
En los años 70, Arturo Suqué y Carmen Mateu, padres de Miguel, apostaron por el sector del juego. Inauguraron tres casinos: en Barcelona, Peralada y Lloret de Mar. Fue una jugada que salvó al grupo de la ruina. El juego financió el resto de las actividades familiares: cultura, vino y arte.
Arturo Suqué fue durante décadas una de las figuras empresariales más influyentes de Cataluña y se le consideró ampliamente como uno de los empresarios más afines a la órbita de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido liderado por Jordi Pujol.
Su nombre ha estado históricamente vinculado a sectores clave como el juego, el turismo de lujo y el vino. Además, su familia ha mantenido relaciones muy próximas con el poder político catalán durante los años dorados del pujolismo.
Diversos medios apuntaron en su momento que la familia Suqué llegó a financiar a CDC con hasta 1.000 millones de pesetas, equivalentes a unos 6 millones de euros. Esta supuesta financiación se habría producido en un contexto en el que las relaciones entre el poder económico y el político estaban especialmente entrelazadas. Y donde la figura de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat durante 23 años, articulaba un modelo de poder profundamente enraizado en ciertos sectores empresariales clave del país.
Que los Suqué tuvieran tres de las cuatro licencias de casinos catalanes autorizados por la Generalitat de Catalunya ayudó a que se disparase la rumorología.
En paralelo, los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional revelaron que Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente, habría blanqueado 5 millones de euros procedentes presuntamente de actividades irregulares.
Uno de los mecanismos utilizados para este blanqueo habría sido una inversión en un casino situado en Argentina. Dicho proyecto fue impulsado por Arturo Suqué, fallecido en 2021. En la actualidad, forma parte del entramado empresarial de la familia, que ha desarrollado una potente red de negocios vinculados al mundo del juego.

Este dato no es menor si se considera el peso que el sector del juego tiene en el conglomerado empresarial de la familia Suqué. Una de sus principales joyas es el Gran Casino de Barcelona, una referencia en el sector del ocio y los juegos de azar en España.
Una familia con vocación cultural
La familia también defiende la cultura como seña de identidad. El castillo de Peralada, además de albergar un casino, guarda más de 100.000 libros. Y también una colección de vidrio de talla mundial y piezas de arte únicas. Además, cuenta con una iglesia privada y una capilla donde se celebran conciertos.
En 1987, Carmen Mateu fundó el Festival Internacional de Música de Peralada. Hoy lo preside su hija Isabel. El festival se sostiene en gran parte con aportaciones de la familia. Isabel también impulsó un premio europeo para jóvenes artistas de ópera y danza en memoria de su madre.
Un modelo de empresa familiar
El Grupo Peralada está organizado bajo la sociedad Suqué Mateu Family Estates SL, controlada por Inverama SL. A través de estas estructuras gestionan casinos, bodegas, hoteles, restaurantes, festivales y patrimonio.
Pese al tamaño del grupo, la gestión sigue siendo familiar. Javier, Isabel y Miguel tomaban decisiones en consenso. No hay socios externos. Esa autonomía ha permitido mantener el equilibrio entre negocio y legado.
La historia del grupo es también la historia de una familia burguesa catalana. De los salones del castillo a las mesas de blackjack; de las botellas de cava a los motores eléctricos. Todo ha evolucionado sin romper con el pasado.
El grupo no ha anunciado cambios. La sucesión parece bien organizada. Javier seguirá al frente del área vinícola e Isabel del festival y la actividad cultural. Miguel tenía un papel activo en Hispano Suiza y en los hoteles, pero su legado está integrado en la estructura.
En los próximos años, el grupo deberá adaptarse a nuevos retos. Especialmente, por los cambios regulatorios en el juego.
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