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Dos personas sonrientes posando frente a un edificio.
INVESTIGACIÓN

Se cierra la 'brecha' entre Felipe VI y Cristina de Borbón tras reaparecer juntos

Llegaron en el mismo coche la boda de Victoria López-Quesada, después de años distanciados por causa del caso Nóos

En un giro sorprendente y simbólico para la familia real española,  Felipe VI y su hermana,  Cristina de Borbón, han protagonizado una reaparición pública. Los dos hermanos llegaron juntos en coche a la boda de Victoria López-Quesada, ahijada del Rey. El evento se celebró el pasado 31 de agosto en la exclusiva finca Soto Mozanaque, en las afueras de Madrid. 

Este gesto, que puede parecer trivial,  marca un importante paso hacia la reconciliación familiar. Especialmente después de los años de distanciamiento provocados por el escándalo del Caso Nóos.

La imagen de Felipe y Cristina llegando juntos ha sido vista como un claro indicio de que las tensiones entre ellos se están disipando. Durante años, la relación entre ambos se enfrió considerablemente. En gran parte debido a la implicación de Cristina y su exmarido, Iñaki Urdangarin, en el escándalo de corrupción del 'Caso Nóos', que sacudió a la Casa Real.

Como resultado, en 2015, Felipe VI tomó la difícil decisión de retirarle a su hermana el título de Duquesa de Palma. Sin embargo, tras el divorcio de Cristina a principios de 2024, parece que la relación entre los hermanos ha comenzado a sanar.

Una mujer y un hombre están sentados en los asientos delanteros de un automóvil, con el hombre conduciendo y usando gafas de sol.
La Infanta Cristina y el Rey Felipe VI | Redes sociales

En la boda se pudo ver una  sintonía evidente entre los dos. Esto ha llevado a especulaciones sobre un posible retorno de Cristina a un papel más visible dentro de la familia real.

Aunque ella sigue residiendo en Ginebra, sus visitas a España se han vuelto más frecuentes, motivadas en parte por su deseo de estar más cerca de su familia. Especialmente de su madre, la Reina Sofía.

Además, sus hijos también están cada vez más presentes en la Zarzuela. Juan, el mayor de los cuatro,  ya se ha instalado en el palacio, lo que sugiere un vínculo renovado con sus raíces españolas.

Este acercamiento de la Infanta Cristina a la Zarzuela no solo ha generado expectativas sobre su futuro papel. También ha influido en la dinámica familiar. Se rumorea que Miguel, el segundo hijo de Cristina, y su hermana menor, Irene, también podrían pasar más tiempo en España.

Ambos jóvenes, que han crecido principalmente fuera del foco mediático, podrían estar preparándose para asumir roles más visibles dentro de la Familia Real.

Mientras tanto,  Pablo Urdangarin, quien ha seguido los pasos de su padre en el balonmano, parece estar más centrado en su carrera deportiva.

La Infanta Elena con Victoria Federica, la Reina Letizia ausente

En cuanto a la Infanta Elena, la hermana mayor de Felipe y Cristina, también estuvo presente en la boda. Sin embargo ella llegó por separado, acompañada de su hija, Victoria Federica. Esta última, con estrecha amistad con la novia, es otra figura joven de la realeza que está ganando protagonismo en los círculos sociales españoles.

Por otro lado, la Reina Letizia no asistió a la boda, ya que se encontraba en París apoyando a los atletas españoles en los Juegos Paralímpicos.

Se trata, según ha trascendido, de un nuevo “plantón” de la monarca a la familia Borbón. Los novios escogieron la fecha señalada para que el soberano pudiera acudir. Pero la agenda de Letizia Ortiz ha impedido que pueda ser testigo del evento.

Mientras tanto, las hijas de Felipe y Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, también están ocupadas con sus propios compromisos académicos. La primera en la Academia Militar de Marín y la segunda cursando el bachillerato en Gales.

Este evento ha sido visto por muchos como una señal de que la Infanta Cristina podría estar rehabilitándose públicamente, un proceso que podría estar siendo cuidadosamente orquestado por la Casa Real. La boda de Victoria López-Quesada ha servido como el escenario perfecto para esta reconciliación, mostrando a los hermanos Borbón más unidos que en años recientes. Este podría ser el inicio de una nueva etapa para la familia real española, en la que las heridas del pasado comienzan a cicatrizar.

El acercamiento de Irene y Miguel Urdangarin

Irene y Miguel Urdangarin, dos de los hijos de la Infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin, están en un momento clave de sus vidas. Marcados por la transición hacia la independencia y la construcción de sus propios caminos, aunque manteniendo un fuerte vínculo con su familia.

Irene, que recientemente cumplió 19 años, ha terminado su educación secundaria en el prestigioso colegio internacional de Ginebra. A diferencia de sus hermanos, Irene ha mantenido un perfil muy discreto, alejada de los focos mediáticos. Como ya publicó elcierredigital.com,se espera que continúe sus estudios en el Reino Unido.

Irene ha mostrado interés en áreas relacionadas con las ciencias sociales. Lo que podría orientar su futuro académico hacia estudios en política, relaciones internacionales o sociología. Aunque se mantiene en la esfera privada, su conexión con España sigue siendo fuerte, especialmente con sus abuelos, la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos, a quienes visita con regularidad.

Una mujer mayor y un joven están sentados juntos en un evento, la mujer sonríe mientras mira al joven que parece estar hablando.
La Reina Sofía junto a Miguel Urdangarin | Redes sociales

Por su parte, Miguel Urdangarin, de 22 años, ha estado explorando su futuro profesional tras finalizar sus estudios en Suiza. Al igual que su hermana, ha preferido una vida más alejada del escrutinio público, concentrándose en su desarrollo personal y académico.

Miguel ha mostrado interés en el ámbito financiero y empresarial, considerando una carrera en este sector. Durante los últimos meses, ha estado más presente en España, compartiendo tiempo en el Palacio de la Zarzuela. Esto refuerza sus lazos con la Familia Real.

Ambos jóvenes, aunque han crecido principalmente fuera de España,  mantienen una conexión cercana con su familia y sus raíces españolas. Sus recientes estancias en la Zarzuela indican que, a pesar de su deseo de construir vidas independientes, siguen valorando profundamente su herencia familiar y las relaciones con sus abuelos y tíos.

Este equilibrio entre la vida privada y la conexión con la familia real española refleja una tendencia que han adoptado muchos miembros jóvenes de la realeza. Quienes buscan encontrar su lugar en el mundo mientras respetan su legado familiar.

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