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Un hombre vestido de sacerdote está sentado en un sillón sosteniendo papeles con una estatua de la Virgen María a su lado y estanterías llenas de libros al fondo.
INVESTIGACIÓN

Rodrigo da Silva, 'el papa fake de Belorado' vinculado al nazismo: Sus polémicas

Rodrigo da Silva, el asesor espiritual de las Clarisas de Belorado, "fue expulsado de una secta" y ahora vuelve al foco

Rodrigo Henrique Riberiro da Silva saltó al foco el pasado verano. El conocido como ‘falso obispo’ y capellán de las exclarisas de Belorado ha vuelto a la actualidad. Lo ha hecho después de su deseo de seguir expandiendo la Sociedad de San José.

Una entidad fundada por él mismo, formada por el Seminario de San José, la Sociedad Sacerdotal de San José y el Convento de las Hermanas Oblatas de la Sociedad de San José.

Ahora, ya cuenta con el convento de las clarisas cismáticas de Belorado como centro de sus operaciones. Tal y como ha recalcado Francisco Canals, jefe de Comunicación de la comunidad de las Clarisas, "Rodrigo Da Silva es una persona muy documentada". 

Un obispo con vestimenta ceremonial realiza una bendición en un altar decorado, acompañado por dos asistentes.
Rodrigo Da Silva. | Sociedad de San José

El objetivo del conocido como ‘falso obispo’ sería la apertura de un seminario en una finca de la provincia de Burgos. El precio de la propiedad, según refleja el portal inmobiliario Aldeas Abandonadas, asciende a 193.800 euros.

Para ello, ha comenzado una campaña de recaudación de fondos mediante la plataforma Gofoundme. Solicita  194.000 euros para poder hacer frente al pago de la finca.

Este proyecto ha devuelto a la actualidad a Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva. Pero, ¿qué esconde la figura del conocido como ‘Papa’ de Belorado?

La historia de Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva, un “personaje peligroso”

La figura de  Rodrigo da Silva, autodenominado 'Papa' de Belorado, ha suscitado una gran controversia en el contexto de las corrientes religiosas más extremas. Y, también, dentro del catolicismo contemporáneo.

Según apuntan expertos en sectas,  “Rodrigo da Silva es un personaje peligroso”. 

Un hombre vestido con vestimenta eclesiástica de color rojo y rosa, sentado en una silla, con una expresión seria, mientras otra persona de pie a su lado sostiene un libro abierto.
Rodrigo Da Silva. | Cedida

Su biografía refleja un camino marcado por la marginalidad dentro de la Iglesia Católica y caracterizado por su adhesión a posturas sedevacantistas. Es decir, la creencia de que la sede papal quedó vacante en 1958, tras la muerte de Pío XII.  Consideran herejes a sus sucesores, incluyendo al actual Papa Francisco, a quien califican de "gran hereje".

Rodrigo da Silva nació el 18 de febrero de 1991 en Recife (Brasil). Comenzó su formación religiosa a los 15 años, pero su carrera eclesiástica ha sido tumultuosa desde el principio.

Después de ser expulsado de un seminario menor, encontró un nuevo hogar en un monasterio benedictino tradicionalista. Más tarde, fue ordenado sacerdote por Richard Williamson, un obispo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX). Esta fraternidad es conocida por su postura crítica con el Concilio Vaticano II.

Sin embargo, su relación con Williamson fue breve. Terminó expulsado por sus creencias extremas, incluyendo la negación del Holocausto.

Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva y el nazismo

Posteriormente, Rodrigo da Silva fue ordenado obispo por otro clérigo cismático. Ha estado vinculado a posiciones neonazis y a grupos de extrema derecha. Y no ha dudado en fotografiarse con imágenes de Adolf Hitler.

Además de combinar material católico tradicionalista con figuras como Francisco Franco o León Degrelle. Cuentan que "Rodrigo da Silva fue expulsado de una secta por sus ideas extremistas”.

El ‘falso obispo de Belorado’

En mayo de este año, elcierredigital.com se hizo eco de la salida de las Monjas Clarisas de Belorado y Orduña de la Iglesia Católica. 

A través de un comunicado, esta comunidad de clarisas denunciaba la “persecución”  que han sufrido por parte de la comunidad eclesiástica. Información que reiteró el pasado 24 de noviembre el jefe de Comunicación de la Comunidad Francisco Canals en el programa Fiesta

Canals puntualizó que, actualmente, "son 13 monjas cuyas edades abarcan desde los 32 hasta los 100 años. Están siendo asfixiadas económicamente a causa de las múltiples deudas y, además, tomaron la determinación de separarse de la Iglesia conciliar, es decir, del paraguas del Vaticano".

El jefe de Comunicación asegura que "son monjas carismáticas, adaptadas a los nuevos tiempos. Hay teólogas, farmacéuticas o expertas en ciberseguridad". Francisco Canals recalca que la comunidad de clarisas de Belorado "están muy unidas frente a la adversidad".

Canals reveló que "el convento de Belorado se ha convertido en el lugar más hermético de toda España  y en un  foco de espionaje".

Este cisma no solo ha sido objeto de actualidad en la prensa nacional. También de las cabeceras internacionales como The New York Times. 

Las conocidas como clarisas de Belorado se pusieron a las órdenes del autodenominado obispo Pablo de Rojas Sánchez-Franco. Y su Pía Unión de San Pablo Apóstol, una supuesta ‘secta’ semejante a la de El Palmar de Troya.

Una situación polémica en la que ha entrado en juego la figura de Rodrigo da Silva tras la salida de Pablo de Rojas.  Como miembro del Seminario de San José ha entrado en contacto con la comunidad de monjas clarisas de Belorado.

Un grupo de personas, incluyendo clérigos y monjas, posan para una foto en una habitación con rejas al fondo.
Rodrigo Da Silva junto a un grupo de personas. | Cedida

Según ha trascendido, Rodrigo da Silva “está conociendo a las monjas y, principalmente, dándoles el apoyo espiritual que necesitan, además de ejercer como seleccionador del equipo de las clarisas. Desde que leyó el Manifiesto Católico de las monjas clarisas de Belorado, quedó asombrado por tanta profundidad de comprensión de estas monjas”.

Rodrigo Da Silva también está brindado a las clarisas asistencia religiosa tradicionalista, indican.

Pero, ¿qué esconde el vínculo de Rodrigo da Silva con las clarisas de Belorado? Según ‘voces’ cercanas a Rodrigo da Silva, su pretensión obedecería a una obsesión por “apoderarse de las propiedades”  de congregaciones religiosas sedevacantistas.

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