Unas monjas rompe con la Iglesia: 'Podrían haber sido manipuladas por una secta'
El origen del cisma es la supuesta "persecución" que sufren estas monjas por la compraventa de un convento.
En los últimos días se ha conocido una curiosa situación protagonizada por unas monjas españolas. Se trata de las Clarisas de Belorado y Orduña (Burgos y Bizkaia respectivamente), que cuenta con 16 religiosas. Esta comunidad ha tomado la decisión de abandonar la Iglesia Católica. Las monjas de estos dos conventos han decidido ponerse a las órdenes del autodenominado obispo Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su Pía Unión de San Pablo Apóstol, una supuesta ‘secta’ semejante a la de El Palmar de Troya.
Este grupo de monjas clarisas son bastante conocidas en el país por ser requeridas como reposteras por varios de los mejores chefs españoles. En concreto, son famosas por sus trufas y sus chocolates, productos cotizados en varios restaurantes de lujo.
Esta drástica decisión tiene que ver con la frustrada venta de un convento vacío que estas monjas clarisas tienen en propiedad, el monasterio de Derio. Con el resultado de esa operación las religiosas querían comprar el monasterio de Orduña, sin embargo, Roma decidió bloquear la solicitud de venta de este convento. Sin esta venta, las monjas no podían hacer frente al millón de euros que quedó pendiente para hacerse con el monasterio de Orduña.
A través de un manifiesto de 70 páginas, las monjas han denunciado la “persecución” que han sufrido por parte de la comunidad eclesiástica a raíz de esta decisión, ya que las monjas encontraron un comprador ajeno a la orden que asumiera el pago de un millón de euros, pero la diócesis de Vitoria decidió rescindir el acuerdo de compraventa.
El comunicado ha venido de manos de la madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad, en el que dice que han declarado a sus conventos ‘sedevacantistas’, lo que significa que no reconocen a los Papas desde que Pío XII falleció en 1958, acusándolos de herejes.
Según el comunicado, el bloqueo nace de una decisión del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien ha señalado que no ha recibido la carta ni el manifiesto de las clarisas y que su intención es hablar con la abadesa, aunque puntualiza que no ha atendido hasta ahora sus llamadas telefónicas. Asimismo, las diócesis de Burgos, Vitoria y Bilbao aseguraron no tener constancia oficial de la declaración cismática de las monjas.
En una conversación de elcierredigital.com con el teólogo experto en sectas Luis Santamaría, este señala que “viendo la actitud de apertura y de diálogo del arzobispo de Burgos y la Iglesia en general para poder reconducir la situación, es posible revertir la situación. Otra cosa será la abadesa o alguna hermana con responsabilidad que haya sido directamente manipulada por el líder sectario”.
Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su Pía Unión de San Pablo Apóstol
Tras el cisma, las monjas clarisas pasarán a estar bajo tutela y jurisdicción de la Pía Unión de San Pablo Apóstol, un pequeño grupo ‘religioso’ radicado en Palencia y Bilbao que no reconoce a los Papas desde que Pío XII falleció en 1958. Su fundador es Pablo de Rojas Sánchez-Franco, que fue excomulgado en 2019 por el mismo Mario Iceta. La Pía Unión es un grupo basado en el sedevacantismo, que afirma su fidelidad a la Iglesia anterior a 1958 y dice mantener una profunda devoción por la Inmaculada Concepción de la Virgen.
Respecto a De Rojas, Luis Santamaría explica que “es un personaje que se presenta como ‘el obispo de la verdadera Iglesia católica’ frente a todos los que siguen al Papa, que para él estarían en una estructura falsa. Además, sus delirios de grandeza no se limitan a lo eclesiástico, ya que asegura ser duque imperial, príncipe elector del Sacro Imperio Romano Germánico y cinco veces Grande de España”.
“Para convencer a las monjas clarisas habrá hecho uso del efecto de su engaño, habiendo conseguido que ellas rompan con la iglesia católica compartiendo sus peculiares y hasta estrafalarios puntos de vista. Habrá aprovechado la vulnerabilidad propia de una comunidad de clausura para convencerlas de su teoría de la conspiración y de que él es el único que las puede llevar a puerto seguro defendiendo su autonomía. Posiblemente tenga un objetivo de aprovechamiento económico”, añade Luis Santamaría.
Actualmente, De Rojas reside en Palencia y ha llegado a tener una capilla en un hotel vizcaíno. La Pía Unión de San Pablo Apóstol se asemeja en gran medida a otros grupos declarados cismáticos por la Iglesia. Son varios los vínculos que relacionan al grupo de De Rojas con la secta El Palmar de Troya. Sin embargo, el propio De Rojas asegura que no tiene nada que ver con la secta palmaría, pese a que él mismo afirma haber sido ordenado presbítero y obispo entre los años 2005 y 2006 por el antiguo jesuita Derek Schell, consagrado obispo en el Palmar de Troya en 1976.
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Santamaría explica: “Yo mismo incluía al grupo Pía Unión de San Pablo Apóstol entre las 99 sectas de origen cristiano en España. Se trata de un grupo que desde su propia presentación está engañando y manipulando, diciendo que se trata de la verdadera iglesia católica, cuando está totalmente al margen del catolicismo. En este caso hemos visto hasta dónde llega su estrategia de mimetismo y cómo es capaz de engañar y de hacer llegar a estas monjas a una ruptura a la que no habrían llegado en su sano juicio”.
“Es muy significativo que la Pía Unión de San Pablo Apóstol desmienta y niegue cualquier vínculo con el Palmar de Troya. Lo cierto es que cuando De Rojas fue ordenado sacerdote y consagrado obispo, en 2005 y 2007 respectivamente, de forma ilícita recibió los sacramentos de manos de otro falso obispo, que había sido consagrado en el Palmar de Troya. Ambas sectas están en un mismo círculo, pero no hay dependencia directa”, concluye Luis Santamaría.
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