Retorno de Eduardo Zaplana y sus 'incongruencias': Levanta el pie contra Rajoy
El exministro de Trabajo negó en una entrevista en 'Salvados' que hubiese cobrado mordidas o blanqueado capitales
Ayer comenzó el juicio del 'caso Imelsa', que recibe el nombre de una empresa de la Generalitat Valenciana presuntamente utilizada por el PP para enchufar a amigos que cobraban sueldo del erario público sin siquiera pasarse por sus instalaciones.
Este caso, el enésimo que pone en jaque la ética de los populares en la Comunidad Valenciana, es un nuevo peldaño de los escándalos que arrancaron en el Mediterráneo de la mano de Eduardo Zaplana, que anteayer regresó a la primera plana mediática al conceder una entrevista a 'Salvados', de La Sexta.
El expresidente valenciano y exministro valenciano negó las principales imputaciones que se derivan de la instrucción del 'caso Erial': cohecho y blanqueo de capitales. Y es que la Fiscalía y la UCO sostienen que Zaplana cobró mordidas por adjudicar contratos públicos a través de un testaferro.
"Hay un relato construido por la Fiscalía y por la UCO que no me han permitido contradecir. Yo no he podido amañar ningún contrato. Es imposible. No tengo capacidad resolutoria en nada de esto. Suponiendo que tuviera la intención, tendría que haberlo hecho a través de terceros", aseguró.
Zaplana no deslizó ni un gramo de autocrítica, ni siquiera con la teoría de la conspiración del 11M a la que tanto contribuyó a nivel parlamentario, y negó uno de los audios que le golpean: en el que le dice al uruguayo Fernando Belhot que le traiga dinero del extranjero en billetes de 50 euros. "Lo habrán transcrito mal, se habrán equivocado", aseguró.
Lo que no contó Zaplana es lo que le dice a propios y extraños, tal y como reconocen fuentes populares a Elcierredigital.com. El expresidente autonómico, que deslizó dudas sobre errores judiciales y "cloacas del Estado", estaría diciendo que él es víctima de una venganza de su examigo y hoy enemigo Mariano Rajoy Brey.
Muchos de sus compañeros le creen "traidor"
Una grabación en 2013 de José Manuel Villarejo a María Dolores de Cospedal deja claro que la ex secretaria general del PP pensaba que Zaplana podía haber filtrado a la prensa la existencia de los papeles de Bárcenas por venganza contra Mariano Rajoy, que le marcó la puerta de salida de la política en 2008 tras tener severas sospechas de que estaba ligado a constructores encharcados por la corrupción.
Zaplana, que está en libertad porque su leucemia invitó al juez a sacarle de prisión, se enfrenta ahora al 'caso Erial', en el que se investiga el presunto cobro de comisiones por adjudicaciones de plantas de ITV y del Plan Eólico Valenciano.
El dinero de esas mordidas habría viajado a Luxemburgo y Andorra antes de volver, en parte, a España para ser blanqueado mediante compras de casas, terrenos, barcos o relojes. Cabe recordar que Zaplana fue detenido en 2018 por este asunto.
Zaplana, en el centro de la diana
Un informe de la UCO afirma que Zaplana blanqueó 4,5 millones de euros de mordidas y dice que "la trazabilidad de los fondos ha venido a determinar la existencia de una amplia estructura societaria que habría tenido la finalidad de canalizar, ocultar y poner a disposición de sus beneficiarios finales estos fondos de supuesta procedencia delictiva".
Zaplana podría haber ocultado en el extranjero alrededor de 20 millones de euros procedentes de mordidas. El exministro podría haber utilizado la sociedad Imisión Internacional desde la que, según la UCO, se desplegó "una amplia estructura societaria que habría tenido la finalidad de canalizar, ocultar y poner a disposición de sus beneficiarios finales estos fondos de supuesta procedencia delictiva".
Y señala que en el centro de la diana aparece "Eduardo Zaplana, bien como beneficiario de los fondos o bienes, bien a través de la capacidad de administración que este tiene sobre los mismos". Para ello habría utilizado a testaferros como Joaquín Barceló, exdirector de Relaciones Institucionales de Terra Mítica.
El zaplanismo, cautivo y desarmado
La que fuera jefa de prensa de Zaplana en su etapa como alcalde de Benidorm y directora de Canal 9 cuando su jefe alcanzó la presidencia de la Generalitat, Genoveva Reig, también se ha visto salpicada por el 'caso Erial' al haber facturado con miembros de la presunta red del exministro. Reig se negó a informar a la UCO de los pagos de su empresa.
Otra persona que fue jefe de prensa de Zaplana, en este caso en los siete años que el cartagenero ejerció como presidente de la Generalitat de la Comunidad Valenciana, fue Pedro García Gimeno, que posteriormente se pasaría al equipo de Paco Camps y también se convertiría en director de Canal 9. García Gimeno fue imputado por la Gürtel tras ser acusado de llevarse más de medio millón de euros a costa de la visita del Papa a Valencia. En 2020 admitió ante un juez que contrató con la Gürtel por haber recibido una "instrucción política".
También ha tenido problemas el hombre que dirigió la campaña de Zaplana en las autonómicas de 1995, y que también dirigió Canal 9: Jesús Sánchez Carrascosa que, tras salir de la Generalitat, lanzó varios medios privados que acabarían cerrando por sus discrepancias con Camps y fundaría una cadena alimentaria de supermercados, SuperSano, quebrada y liquidada.
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