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Hombre con gafas y barba hablando en un evento con logos de Deloitte y otras empresas en el fondo.
INVESTIGACIÓN

Renfe se 'resfría' a cuenta de Ouigo, 'broncas' de Puente y una rebelión en Navarra

El presidente de la ferroviaria, Raül Blanco, se niega a bajar el precio de los billetes y afronta protestas sindicales

Renfe acaba de cerrar la operación retorno vacacional (del 30 de agosto al 2 de septiembre) con cerca de 410.000 viajeros en los servicios de alta velocidad y larga distancia. Estas extraordinarias cifras que mejoran en 60.000 las del curso pasado se ven empañadas con multitud de polémicas. 

La compañía pública mira de reojo el veto del Gobierno a la OPA de Magyar Vagon sobre Talgo. Y tiene todos sus sentidos puestos en las innumerables broncas que están generando sus retrasos, con  Óscar Puente como foco de algunas críticas. 

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible se ha convertido en una especie de pararrayos de la estatal. Puente afirma que "en el tren en España vive el mejor momento de su historia". Y cree que a algunos solo les falta decir que "con Franco los trenes iban mejor". 

El exalcalde de Valladolid admite que Renfe ha pasado "un verano complicado". Pero su estrategia en algunos casos pasa por inflamar el ambiente. Lo hace, por ejemplo,  al descartar la reapertura de la línea Burgos-Aranda-Madrid por motivos únicamente económicos. 

En la compañía publica también creen que Puente acierta en otros casos como es su pulso contra Ouigo. La empresa francesa ha irrumpido en España con un evidente dumping económico. Esta estrategia ilegal le lleva a perder dinero a costa de intentar de ganar cuota de mercado. 

El ministro lo ha denunciado ante la Comisión Europea. Y ha pedido a Renfe que no entre en guerra de precios tras la liberalización del sector. 

No bajarán precios

El presidente de Renfe, Raül Blanco, dice que ellos están obligados a cuidar el sistema ferroviario. "Y no mirar tanto la guerra de precios a corto plazo", asegura.  "Nosotros vamos a seguir compitiendo en calidad de servicio, o mayores frecuencias y ofertas", añade. El directivo dice que "es esencial velar por la sostenibilidad del sistema. Y cree que la guerra de precios ha demostrado ser contraproducente. 

Blanco tiene intención de luchar porque Renfe empiece a competir en Francia y asegura que son "una compañía global que tiene como objetivo para 2028 llegar al 10% de ingresos generados en el exterior".  "Nuestro futuro pasa por la internacionalización de la alta velocidad y convertir Renfe en un gran operador mundial de referencia", contó hace unos días a El País. 

Esta situación también afectaría en La Rioja, Zaragoza y Álava ya que, según los citados sindciatos, "existe un deterioro paulatino del servicio con un aumento alarmante de las incidencias (retrasos, supresiones…)". 

Tren de alta velocidad de Renfe en las vías bajo un cielo despejado.
Tren de Renfe. | EP

También se producen "averías continuas que afectan al confort (falta de climatización, baños inoperativos…)". Y lamentan "la falta clara de apuesta" por el ferrocarril como medio de transporte en Navarra. 

"Los colectivos de conducción, intervención y personal de taquillas, se encuentran bajo mínimos de personal", lo cual influye en la operatividad del servicio y afectando gravemente a la calidad del servicio, lamentan. 

Las cuentas de Renfe

Renfe repitió pérdidas en 2023 al dejarse 65 millones de euros, lo cual supera en 14 a las de 2022. Estos números rojos se produjeron pese que residente Raül Blanco prometió en el verano del pasado año o que alcanzaría beneficios.

"La competencia es dura, pero el mercado está creciendo en servicios comerciales y en alta velocidad, lo que nos ayuda a tener buenas cifras", señalaba Blanco. El directivo andaba ilusionado porque pensaba que los bonos gratuitos sufragados por el Gobierno iban a compensar la liberalización del sector. 

Pero ni por esas: la agencia de calificación S&P Global Ratings destrozó hace unos meses los planes de Renfe. Y prevé que la rentabilidad de la compañía pública caiga hasta un 50% en los próximos dos años. El motivo principal es la liberalización ferroviaria. Este hecho ha facilitado la irrupción en el mercado español de la francesa Ouigo y la italiana Iryo, ambas con capital público. 

Renfe acabó el pasado año con récord de viajeros, 552 millones, pero la competencia es feroz pese a haber rebasado los 4.000 millones en ingresos. "Los márgenes se han visto muy afectado abonos gratuitos", dijo Blanco.

La empresa pública estatal por ahora quiere seguir con su habitual política de compras con el ánimo de reforzar su mercado de viajeros y transportes. En este segundo mercado, Blanco apunta:  "El transporte por ferrocarril tiene que seguir ganando cuota de mercado respecto a la carretera". 

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