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Dos hombres posan frente a un edificio antiguo, uno vestido de torero y el otro con traje formal.
INVESTIGACIÓN

La 'intima' relación del rey Juan Carlos y las vedettes en su vida militar en Zaragoza

El torero Jaime Ostos cuenta en sus memorias el encuentro sexual que mantuvo con Juan Carlos I y 2 vedettes en Zaragoza

La relación del actual rey emérito Juan Carlos I con las vedettes  es algo que viene trayendo cola en los últimos tiempos.

Ahora, ha salido a la luz un nuevo capítulo de esta vinculación de Juan Carlos de Borbón con las llamadas estrellas de la revista española. Como antaño también la tuvieron su abuelo y su bisabuelo, Alfonso XIII y Alfonso XII, respectivamente.

Este próximo 17 de marzo verá la luz un  libro de memorias sobre la vida del torero Jaime Ostos, titulado ‘Jaime Ostos sin filtros’  (Editorial Almuzara). En esta obra, la viuda de Ostos, la doctora María Ángeles Grajal, recoge las vivencias del célebre torero.

Y es, precisamente, en estas memorias donde el rey Emérito Juan Carlos I vuelve a la primera plana en su relación con las vedettes. En ellas, el diestro Ostos relata un llamativo encuentro que tuvo con el llamado a suceder en el poder a Francisco Franco. En aquel entonces, don Juan Carlos tenía 18 años y Ostos 25.

Dos personas en un parque, una de ellas lleva mascarilla y sostiene un teléfono móvil, mientras la otra lleva gafas de sol y una chaqueta.
Jaime Ostos y María Ángeles Grajal | Europa Press

El diestro sevillano gozaba en aquellos años de gran cartel en toda España. Y don Juan carlos estaba cursando su preparación militar en la Academia de Zaragoza (!955-1957). Fue precisamente el día 13 de octubre de 1956, un día después de celebrar la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de España, cuando Jaime Ostos tomaba la alternativa como matador en la plaza de toros de La Misericordia, de Zaragoza.

Lo hacía con un cartel de lujo,  teniendo como padrino a Miguel Báez 'Litri' y de testigo a ´don' Antonio Ordoñez, con reses de Antonio Urquijo. A este evento de gran calado público,  llegó a asistir también el célebre escrirtor americano Ernest Hemingway.

En esos días festivos, como durante sus años en Zaragoza, cuentan a elcierredigital.com testigos maños de aquella etapa, "el entonces ni siquiera príncipe de España tenía una habitación tipo suite reservada para sus salidas de la Academia de Zaragoza en el reconocido Gran Hotel de la capital aragonesa".

Un hombre de traje saluda desde un palco adornado con flores en una plaza de toros llena de espectadores.
Juan Carlos I en la plaza de Las Ventas | Europa Press

Este hotel, el centro de la tauromaquia de Zaragoza, era propiedad de Arturo Beltrán, un gran aficionado taurino y socio de Luis Miguel Dominguín en la histórica plaza de toros madrileña de Carabanchel, llamada popularmente "La Chata".

Según ha relatado en el programa 'Fiesta' de Telecinco, el director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho: “Siendo cadete don Juan Carlos tenía una suite en ese hotel para hacer lo que él quisiera. Como también la tuvo años después en el hotel Villa Magna de Madrid, gracias a su amigo el empresario méxicano Allen Sanginés-Krause".

A Don Juan Carlos, además de ir a los toros cuando podía, le gustaba ir los fines de semana y en sus salidas al Teatro Fleta y al Principal de Zaragoza,  del que Matías Colsada era asiduo y con gran poder.

"Allí tenía una especie de habitáculo reservado donde se reunía con las vedettes del momento. Las mejores, ya que todas ellas estaban bajo la tutela de la compañía de revistas de Matías Colsada”, añade Galiacho. 

“En aquel entonces, Don Juan Carlos era conocido por el apodo de ‘El winston’, porque era largo y rubio como el tabaco. Al hoy emérito le gustaba mucho el gremio de las vedettes por su familia. Su bisabuelo, su abuelo y su padre siempre estuvieron rodeados de vedettes del cine erótico”, concluía Galiacho en su intervención en 'Fiesta' y en 'Tardear'. 

El fogoso encuentro de Juan Carlos y Ostos con dos vedettes

Cuando se produjo este encuentro entre el hoy rey Emérito y el torero Jaime Ostos, que relata en su libro de memorias su viuda Grajal, don Juan Carlos se encontraba en la Academia Militar de Zaragoza, donde estuvo cursando su carrera militar de 1955 a 1957. Allí, juró bandera.

Cabe recalcar que Juan Carlos de Borbón fue nombrado Príncipe de España y sucesor a Franco en el año de 1969.

Según lo recogido en las memorias de Ostos sobre cómo fue este encuentro y en qué derivó, se narra que: “Toreaba en Zaragoza y me crucé en el hall del hotel con el entonces 'príncipe' Juan Carlos, que venía a saludarme”.

El diestro sevillano le ofreció a don Juan Carlos unas entradas en barrera para que acudiese a su corrida de esa misma tarde en Zaragoza.

Tras la corrida, Ostos le brindó un toro y cuando dio la vuelta al ruedo le lanzó la oreja. “Dos horas más tarde don Juan Carlos se presentó en mi habitación del hotel para darme las gracias e invitarme a cenar”, se relata en las memorias de Ostos.

Una imagen en blanco y negro de la fachada del Teatro Principal con un retrato circular de un hombre en el centro.
Matías Colsada y el Teatro Principal de Zaragoza | Montaje propio

Sin embargo, Ostos le dijo: “Está en Zaragoza la compañía de Coslada, y soy muy amigo del dueño[Matías Colsada]y de algunas vedettes preciosas que me ha invitado. ¿Se viene conmigo a ver su espectáculo?”, relata Ostos.

Ante esto, Juan Carlos respondió: “Qué buen plan, Jaime. Vosotros los toreros, siempre tenéis a mano a las mujeres más guapas, pero yo llevo en la Academia Militar más de tres meses sin comerme una rosca”. 

Finalmente, tras el espectáculo dos de las vedettes se unieron al plan del futuro príncipe y el torero. “Nos fuimos los cuatro a mi habitación del hotel. La cama se nos quedó pequeña, pero cuanto más cerca los cuerpos, mayor confianza”, relata en sus memorias Ostos.

A raíz de aquí, Jaime Ostos y Juan Carlos de Borbón, se volvieron grandes amigos. “Desde aquel día he tenido el honor de ser amigo del que años más tarde ha sido nuestro Rey. Lo cuento porque el príncipe estaba entonces soltero, y yo también”, añade Ostos en su libro de memorias.

La figura de Sara Montiel en la vida de Juan Carlos

A Juan Carlos I le gustaba conocer a todas las vedettes españolas. De siempre, como a sus antepasados reales. Y más si eran de la gran compañía histórica de España de Matías Colsada, el 'jefe' de este sector. 

En los fines de semana, Juan Carlos de Borbón disfrutaba de los encantos de Zaragoza, su teatro y las vedettes. El hoy emérito contaba con reservados exclusivos en los teatros que regentaba y actuaba Matías Colsada. La mayoría de sus espectáculos contaban con la presencia de las mejores vedettes.

Fue en la etapa del luego rey de España en Zaragoza cuando unió más su amistad con Colsada. A raíz de ahí 'le proporcionó' un reservado en el Teatro Principal de Zaragoza, así como en el Teatro Fleta, donde el emérito desfogaba sus encantados con algunas de las ‘vedettes’ de la compañía de Colsada.

Matías Colsada siempre ha tenido reservados en sus teatros, como el 'Apolo' de Barcelona o 'La Latina' en Madrid. Y así aprovechó Juan Carlos de Borbón en su etapa en Zaragoza.

Una mujer y un hombre en blanco y negro sobre un fondo rojo.
Sara Montiel y Juan Carlos I | Montaje propio

Una de las vedettes, y gran artista internacional, que estuvo con el hoy emérito fue Sara Montiel. Tal y como recoge el periodista Manuel Román, en uno de esos palcos 'privados' Juan Carlos tuvo encuentros íntimos con Sara Montiel. 

A finales de los años 50 Montiel contaba con gran éxito cinematográfico. Por aquel entonces, realizó una gira de promoción de ‘El último cuplé’ en Zaragoza. Y fue en una cena durante su estancia allí donde iba a conocer al que más tarde fuera Príncipe de España. 

Román relata que Juan Carlos le envió a Sara un "bouquet" de flores, con una cariñosa tarjeta. Precisamente una de las canciones que más gustaban a Juan Carlos de Borbón era "Fumando espero al hombre que yo quiero...", que con tanto garbo y pasión cantaba 'Sarita'.

Esta canción se la solía poner don Juan Carlos a sus romances para decirles que "fumando esperaba a la mujer de su vida", según cuenta a elcierredigital.com fuentes monárquicas de la época. 

Con el paso de los años Montiel se casó con José Tous, empresario mallorquín. Durante las estancias de don Juan Carlos en la isla, Montiel y Tous se reunieron con él. Cuando Tous falleció, Juan Carlos tuvo un bonito gesto con Montiel. Siendo ya Rey de España permitió que las cenizas de Pepe Tous se lanzasen desde su barco.

Un eslabón más en esta cadena de relación de don Juan Carlos de Borbón con las artistas y vedettes de la escena española.

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