
Qué se va a hacer con el cuerpo del Papa Francisco: Los secretos de su embalsamamiento
El experto español Josep Lluís Mulero, que ya se ha ofrecido al Vaticano, cuenta cómo se preservará el cuerpo del Papa
El Vaticano vive días de luto y preparación tras el fallecimiento del papa Francisco, ocurrido el lunes 21 de abril a los 88 años. El funeral, previsto para el sábado 26 de abril a las 10:00 horas en la Plaza de San Pedro, será presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
Se espera la asistencia de una gran cantidad de fieles, así como de jefes de Estado y autoridades de todo el mundo, en lo que será una ceremonia multitudinaria sin precedentes.
Francisco, conocido por su cercanía, sencillez y su compromiso con los más desfavorecidos, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor. Ese era su deseo personal. A diferencia de pontífices anteriores, solicitó un funeral austero, aunque su impacto global ha hecho que la despedida esté cargada de simbolismo e importancia política.
El cuerpo del papa Francisco será expuesto en la Basílica de San Pedro desde el miércoles 23 de abril a las 9:00 horas. Sin embargo, ya han comenzado a circular imágenes del rito de confirmación de su muerte y la colocación del cuerpo en el ataúd en la capilla de la Casa Santa Marta.
El traslado del féretro desde la capilla de la 'Domus Sanctæ Marthæ' se realizará en una procesión encabezada por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Iglesia. Pasarán por la Plaza Santa Marta y la Plaza de los Protomártires Romanos, ingresando a la basílica por la puerta central. Durante tres días, el cuerpo permanecerá en un ataúd abierto, colocado sobre el suelo de la basílica, para que los fieles puedan despedirse.
Para permitir esta exposición pública sin que el cuerpo muestre signos de descomposición, se lleva a cabo un procedimiento de conservación especializado. Siguiendo la tradición vaticana, el cuerpo del Papa Francisco será embalsamado antes de su velatorio público y su funeral. El cuerpo fue depositado en un único ataúd de madera con interior de zinc y se expondrá directamente en el féretro abierto, sin catafalco ni báculo papal, rompiendo con tradiciones anteriores.
Uno de los nombres que ha sonado ha sido el del prestigioso embalsamador Josep Lluís Mulero Plata, galardonado recientemente con el mérito sanitario Severo Ochoa. Mulero ha contactado mediante correo electrónico con la Santa Sede para ofrecer su experiencia en el embalsamamiento del pontífice.

"De entrada, soy un embalsamador de prestigio a nivel internacional. Y vi oportuno participar en el comité de expertos sobre el tema de la conservación del papa Francisco". Así lo comenta Mulero en conversación con elcierredigital.com.
"Me ofrecí tanto para el funeral de la Reina Isabel como ahora. El objetivo sería participar en el embalsamamiento, añadiendo técnicas que son totalmente seguras y satisfactorias. O bien estar en el comité de expertos, por si necesitan ayuda o asesoramiento".
Entre los líderes mundiales que ya han confirmado su asistencia al funeral se encuentran Emmanuel Macron, Donald Trump, Javier Milei, Giorgia Meloni, Volodímir Zelenski y Ursula von der Leyen. Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, encabezarán la delegación española.
El proceso de embalsamamiento de Francisco I
Josep Mulero Plata, con más de 10.000 embalsamamientos practicados, explica que el procedimiento comienza con la localización de arterias principales como la carótida. En ellas se introduce una cánula dirigida al corazón. Al mismo tiempo, se conecta una manguera a la vena yugular para drenar la sangre del cuerpo. Mientras, se inyecta la solución química que permite su conservación.
Sobre esta práctica, Mulero sostiene que "lo correcto, más que nada a nivel también sanitario, es un embalsamamiento. Un drenaje completo de los fluidos y la inyección de los compuestos químicos. Han elegido bien, especialmente si la Santa Sede pretende exponer el cuerpo de Francisco más de 4-5 días tras su fallecimiento".
Entre los componentes utilizados para el embalsamamiento se encuentran los conservantes. Estos reafirman los tejidos, mantienen la elasticidad y disipan la ictericia. También se usan anticoagulantes, que lubrican las células sanguíneas y restauran las membranas.
Es necesario, además, un lubricante de vasos, que facilita la distribución del líquido y mejora la apariencia. Humectante para hidratar desde el interior y mantener el volumen del tejido. Y, por último, corrector de pH, que neutraliza residuos químicos y favorece la estabilidad de los compuestos.
"El objetivo principal de la conservación de un cadáver es evitar los signos de putrefacción o deterioro. En estos casos es una tarea de especial responsabilidad dada la persona y, sobre todo, el tipo de funeral. Es necesario que todo sea perfecto", subraya Mulero.
Preservación transitoria y estética
En conversación con elcierredigital.com, Mulero cree que ya se habría realizado una conservación transitoria previa para permitir la exposición inicial del cuerpo. "Yo creo que se le habrá hecho una especie de conservación transitoria para poder dar estas primeras imágenes. Es importante evitar que el cuerpo muestre síntomas de livideces o de postmortem".
Explica Mulero que siempre se utilizan maquillajes especiales en zonas visibles como orejas, labios y manos para mantener una apariencia serena y natural.
¿Quién embalsama a Francisco?
"En teoría, se reúne un comité de expertos, pero lo que es el trabajo in situlo suele hacer una sola persona. Ahora, ¿quién? Pues habrá un comité del Vaticano que decidirá si es una persona interna o alguien externo como yo", opina Mulero.
"Tienes que tener un gran bagaje para asegurar que el embalsamamiento va a ser totalmente exitoso. Yo trabajo con todo, tanto productos como maquinaria, utensilios de última generación".
Duración de la conservación y estructura del féretro
La duración de la preservación del cuerpo varía en función de los productos aplicados, el tipo de féretro y las condiciones ambientales. En este caso, se ha optado por un féretro doble: uno interior de zinc, sellado herméticamente, y otro exterior de madera.
Esta combinación permite una conservación prolongada y una presentación digna. "Puede durar días, semanas o incluso meses, en función de la técnica, la presión, los productos y el entorno", asegura Mulero.
Una última mirada al Papa de los humildes
El entierro se llevará a cabo entre el cuarto y el quinto día tras la muerte. Este intervalo permite la llegada de delegaciones internacionales y garantiza que el cuerpo pueda ser contemplado sin alteraciones visibles. Este gesto responde a razones diplomáticas, pero también al deseo de una despedida abierta y respetuosa para los millones de fieles que han seguido su pontificado con devoción.

La figura del papa Francisco será recordada por impulsar una Iglesia más cercana a los pobres. También por su lenguaje claro y directo, su incansable trabajo por la paz y el diálogo entre culturas. Su funeral no solo será un acto litúrgico, también será un evento histórico de resonancia mundial.
"Sea el pontífice o cualquier otra persona, el cuerpo debe estar en óptimas condiciones y dar garantías de que no presentará síntomas indeseados. Especialmente aquellos que puedan impactar a las personas que lo vean", concluye Josep Lluís Mulero Plata.
Con su experiencia, conocimiento técnico y reconocimiento profesional, Mulero ha puesto el foco en un aspecto poco visible pero fundamental de los rituales de despedida: la conservación del cuerpo como expresión final de respeto y dignidad.
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