
Quién está detras de 'Núcleo Nacional', los ultras supremacistas bajo la lupa judicial
Fundados en 2024, niegan el Holocausto y se definen como racistas, y son investigados ahora por supuesto delito de odio
La Guardia Civil ha iniciado una investigación por un presunto delito de odio contra la asociación ultraderechista Núcleo Nacional, registrada oficialmente como entidad legal en España desde abril de 2024. El caso ha sido trasladado a la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación y a un juzgado de instrucción de Valladolid, donde se encuentra inscrita la organización.
Según fuentes del Instituto Armado, la investigación se centra en la difusión de mensajes de carácter racista y negacionista. Como los vertidos por el líder del grupo en una entrevista realizada por el periodista Cake Minuesa.
En dicha conversación, el dirigente de Núcleo Nacional expresa abiertamente, sin mostrar su cara, que su organización no admite personas negras. Defiende una supuesta “suplantación racial” en Europa, lo que, en palabras del entrevistado, justificaría una posición “racial” en la base ideológica de su colectivo.
Durante la misma entrevista, el líder de Núcleo Nacional niega la existencia del Holocausto y rechaza la democracia como sistema político. Ante la afirmación del periodista de que el nazismo fue responsable del asesinato de seis millones de judíos, el entrevistado responde que su organización “no cree” que eso haya ocurrido. También evita mencionar directamente al pueblo judío.
Finalmente, al ser cuestionado sobre si se considera nazi, el líder responde: “Nazi es un despectivo, ¿no?. Pero bueno, si quieres llamarlo así, no me importa tampoco demasiado... vamos a poner que soy nazi”.
Las autoridades consideran que estos mensajes pueden incurrir en un delito de incitación al odio por motivos raciales, étnicos y culturales.

El grupo Núcleo Nacional surgió tras las protestas que miles de personas protagonizaron ante la sede del PSOE en Madrid en noviembre de 2023. Unas manifestaciones que la extrema derecha bautizó como 'Noviembre Nacional’.
La asociación Núcleo Nacional fue inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones el 14 de abril de 2024. Presentaron unos estatutos que, según expertos en extremismo violento, ocultaban sus verdaderas intenciones ideológicas. Desde su fundación, la organización ha mantenido una presencia activa en redes sociales y en movilizaciones de corte ultranacionalista.
Su estructura, sin embargo, se ha caracterizado por un deliberado hermetismo. Esto ha dificultado conocer en profundidad la identidad de sus líderes y sus mecanismos de actuación.
Qué hay detrás de Núcleo Nacional
No se han hecho públicos los nombres de sus fundadores. Sin embargo, investigaciones periodísticas y policiales apuntan a que Núcleo Nacional agrupa a antiguos miembros de otros colectivos. Entre los que destacarían Bastión Frontal, los Ultras Sur y sectores vinculados a Falange Española.
También se han detectado conexiones ideológicas con grupos neonazis europeos. Especialmente en el uso de simbología, lenguaje y estética.
En su ideario, divulgado en parte a través de sus canales de comunicación, Núcleo Nacional promueve una concepción excluyente de la nación. Basada en la identidad racial, la unidad territorial y la defensa de los valores que consideran tradicionales.
Su discurso incorpora elementos característicos del franquismo, el falangismo y el nacionalsocialismo. Esta amalgama ideológica se ha traducido en actos públicos con presencia de banderas preconstitucionales, saludos fascistas y consignas xenófobas.
Una de sus primeras acciones públicas tuvo lugar en mayo de 2024. Varios de sus miembros fueron identificados tras un ataque a una acampada estudiantil propalestina. Aunque no se produjeron detenciones, los hechos generaron alarma por la violencia mostrada y por la aparición de Núcleo Nacional como un nuevo actor dentro del mapa del extremismo nacional.
La estrategia de reclutamiento y financiación de Núcleo Nacional
Fuentes policiales indican que Núcleo Nacional ha adoptado una estrategia orientada a captar especialmente a jóvenes. Ofrecen entrenamientos físicos, actividades al aire libre y formación ideológica. Esta técnica de adoctrinamiento ha sido identificada en otros contextos europeos como una forma efectiva de radicalización.
En España preocupa especialmente la utilización de redes sociales para difundir contenidos que trivializan o ensalzan figuras históricas vinculadas al totalitarismo.
Respecto a su financiación, se ha detectado un modelo mixto que incluye aportaciones internas, venta de merchandising y campañas de micromecenazgo. También se investiga la posibilidad de que reciban apoyo indirecto de estructuras extranjeras o de individuos afines a ideologías ultranacionalistas en otros países europeos.
Respuesta institucional y posibles consecuencias legales
El Ministerio del Interior ha condenado en varias ocasiones las acciones de grupos que promueven el odio y la violencia. En declaraciones recientes, Fernando Grande-Marlaska subrayó que “no hay espacio en la democracia española para quienes niegan la diversidad y fomentan el enfrentamiento entre ciudadanos”.
También indicó que si la investigación concluye que Núcleo Nacional ha actuado contra el orden constitucional se valorará su disolución por vía administrativa.

Expertos en derecho penal señalan que si se demuestra que la asociación actúa como pantalla para la promoción del odio racial o la violencia política podría ser ilegalizada en virtud de la Ley Orgánica 1/2002 reguladora del Derecho de Asociación. Esta normativa contempla la disolución judicial de asociaciones cuyos fines o actividades sean considerados delictivos o contrarios a los derechos fundamentales.
Preocupación social y reacción ciudadana
Diversas organizaciones de derechos humanos, asociaciones vecinales y colectivos antifascistas han mostrado su preocupación por la aparición de este tipo de grupos. Demandan una mayor vigilancia institucional.
Entidades como SOS Racismo o Movimiento contra la Intolerancia alertan del riesgo que supone normalizar la presencia de discursos radicales en espacios públicos. Así como la utilización de canales digitales para extender mensajes de odio.
La presencia de Núcleo Nacional en redes sociales también ha generado debate sobre el papel de las plataformas tecnológicas en la propagación del extremismo. Aunque algunas cuentas han sido eliminadas, otras continúan activas bajo distintas denominaciones.
Un fenómeno europeo con particularidades locales
El surgimiento de Núcleo Nacional se enmarca en una tendencia más amplia observada en Europa durante la última década. Caracterizada por la reconfiguración de la extrema derecha a través de nuevas narrativas identitarias y el uso estratégico de internet. Aunque en los últimos meses también han experimentado una creciente presencia en las calles.
En España, estas expresiones encuentran eco en contextos de tensión social, crisis migratorias o polarización política.
Sin embargo, a diferencia de otros países donde estos movimientos han logrado cierta institucionalización, aquí siguen operando principalmente en la periferia del sistema político. Aunque con capacidad de generar incidentes y de captar a sectores vulnerables de la población.
La evolución de la investigación judicial sobre Núcleo Nacional será determinante para conocer el alcance real de esta organización y las medidas que las instituciones podrán adoptar para contener la amenaza que representa.
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