Montaje propio Qué esconde Cristina Ordovás, la 'espía' de Bárbara Rey e íntima del Emérito
La aristócrata Cristina Ordovás fue utilizada por los servicios secretos para entrar en casa de Bárbara Rey en Boadilla
Bárbara Rey ha regresado al foco tras permanecer un año callada. Tal y como confesó a Elcierredigital.com, "he pasado un año muy complicado y muy duro" en el que "he llorado mucho".
Pero el pasado lunes la vedette rompió su silencio en un especial televisivo bajo el nombre de 'Bárbara Rey: Mi verdad'. Una entrevista en la que aportó más detalles de su relación con Juan Carlos I y confirmó el chantaje que hizo durante años. Una extorsión que Bárbara Rey llevó a cabo a partir de material delicado recopilado durante los encuentros íntimos que mantenía con Juan Carlos I.
Precisamente este material fue la pieza clave de una operación que gestó el CESID (hoy CNI).Cuyo objetivo era recuperar el arsenal de fotografías y audios que Rey guardaba en su chalet de Boadilla del Monte.
En 1997 la vedette denunció públicamente que había sufrido un robo en su casa. Se produjo durante una noche en la que Bárbara Rey acudió junto a su examiga Cristina Ordovás, condesa Ruiz de Castilla, a la entrega de unos galardones.
Algunas fuentes cercanas a la condesa afirman a Elcierredigital.com que "Cristina Ordovás es un personaje peligroso". Nuestro diario ha intentado ponerse en contacto con Cristina Ordovás para conocer su versión de los hechos, sin éxito.
Lo que sí nos han confirmado esas fuentes es que en la actualidad "Cristina Ordovás ha optado por vivir lejos del ruido mediático".
Pero, ¿qué vínculo mantenían Bárbara Rey y Cristina Ordovás?. ¿Quién es realmente la condesa Ruiz de Castilla?
El vínculo entre la condesa Ruiz de Castilla y Bárbara Rey
Para entender el vínculo entre Cristina Ordovás, la condesa Ruiz de Castilla, y Bárbara Rey hay que retroceder hasta el año 1996.
Habían pasado seis años desde que Rey retomara su relación con Juan Carlos I y aquel año Cristina Ordovás reapareció en la vida de Bárbara. Sin embargo, se desconoce el motivo de esta reaparición.
Tal y como ha constatado Elcierredigital.com, “la condesa Ruiz de Castilla formaba parte del círculo más íntimo de Juan Carlos I. Mantenía un estrecho vínculo con el padre de Felipe VI que podría haber traspasado la amistad”.
Pero la condesa Ruiz de Castilla también mantenía una relación muy cercana con el antiguo CESID (hoy CNI).
La condesa Ruiz de Castilla se convirtió en una pieza fundamental en la vida de Bárbara Rey. También en una de sus confidentes. Ambas forjaron una gran amistad.
Sobre todo a partir de 1996 y hasta 1997. Aquel año Bárbara Rey confesó públicamente que había sido víctima de un robo en su chalet de Boadilla del Monte. Le habían sustraído material delicado.
La vedette reveló que “se encontraba asustada”. Y confesó que “además del robo en su casa, estaba recibiendo amenazas de muerte por parte de personas muy importantes”.
Bárbara Rey no solo habló para distintos programas de televisión sobre el robo que había sufrido. También concedió una entrevista para la revista Lecturas. La vedette envió un comunicado en el que confirmó que "estaba sufriendo una persecución por parte de los Servicios Secretos".
Por aquel entonces el CESID tenía un objetivo prioritario: recuperar el material que la vedette había grabado de sus encuentros privados con Juan Carlos I.
Pero, ¿qué papel jugó la condesa Ruiz de Castilla en este episodio?
El papel de Cristina Ordovás en el robo que sufrió Bárbara Rey
En mayo y junio de 1997 Bárbara Rey se personó en tres ocasiones en la Comisaria de Tetuán (Madrid).
Bárbara Rey denunció ante la policía que “había sufrido un robo de documentación personal en su propia casa”. Además de “tres cintas de casete, cinco de vídeo y veinte diapositivas”. Pero, ¿qué se esconde tras el robo que sufrió la vedette en su chalet de Boadilla?
La noche del robo Bárbara Rey había asistido junto a Cristina Ordovás a la entrega de los Premios Bombín, que se celebraban en el Casino de Torrelodones (Madrid). Estos galardones están organizados por el veterano periodista y presentador de Caliente y Frío, Álvaro Luis.
Pero la asistencia de la vedette al acto habría sido, en principio, una estrategia de la propia condesa. Para distraer a Bárbara Rey que recibía el citado galardón a varios kilómetros de su vivienda. De esta manera, los servicios secretos podían actuar con impunidad y relativa tranquilidad dentro de su casa en busca del material anhelado.
Lo que Bárbara Rey desconocía era que la condesa Ruiz de Castilla visitaba con asiduidad el número 3 de la Castellana, el antiguo edificio de presidencia del Gobierno. Precisamente, fue donde el CESID tuvo su primera sede.
Tras los hechos, y jugando aparentemente su doble juego, la condesa recomendó a la totanera que contactara con el policía Miguel Ángel Díez. El mismo agente que investigó la carta-bomba sin reivindicar que hirió gravemente en 1992 a su marido, Juan Goyeneche Moreno.
La condesa también fue la responsable de presentarle ciertos abogados a la vedette para que la aconsejaran ante la gravedad del caso.
Con el paso de los meses, Bárbara Rey no solo denunció el "robo de material comprometido" que "implicaba a una alta personalidad del Estado". También acusaba a la condesa de ser la "chivata y cómplice" del CNI.
De haberle robado las llaves de su domicilio y de haber preparado una encerrona para que el entonces CESID pudiera acceder a su casa. Y así sustraer aquel material tan vital para Juan Carlos I.
Lógicamente, aquella amistad se rompió. Para la totanera la condesa Ruiz de Castilla quedó ya para siempre como la 'espía del CNI'. Pero, ¿qué esconde Cristina Ordovás? y ¿cuál es su historia?.
La historia de Cristina Ordovás, condesa Ruiz de Castilla
Cristina Ordovás Gómez Jordana tiene un pasado aristocrático. Pero tal y como ha podido saber Elcierredigital.com, prefiere mantener un perfil bajo frente a los medios de comunicación.
Su apellido no está vinculado a las redes sociales. Sin embargo, según trascendió, podría tener lazos familiares con la 'todopoderosa' influencer y empresaria Paula Ordovás.
La condesa de Ruiz de Castilla era hija de Manuel Ordovás González y de María Adelaida Gómez-Jordana Huelin. Su padre presidió el famoso Consejo de Guerra de Burgos en 1970 por la muerte de Melitón Manzanas a manos de ETA. Además de Cristina, el matrimonio dio la bienvenida a cuatro hijos más.
En 1999 el militar fallecía en su domicilio de Madrid a los 85 años. Tres años después lo haría su mujer a la misma edad. Como miembro de una familia aristocrática y usanza castrense, la condesa recibió una educación tradicional.
Contrajo matrimonio con el aristócrata, jinete y abogado Juan Goyeneche Moreno, VI conde de Ruiz de Castilla, con quien tuvo tres hijos. Juan, que actualmente ostenta el título, Alfonso que vive lejos del ruido mediático en Miami y María, figura vinculada al arte.
Cabe destacar que María era el nombre de la Condesa de Barcelona. Madre de Juan Carlos I y quien junto a Juan de Borbón, Conde de Barcelona ejercieron de padrinos en su boda con Juan Goyeneche Moreno.
Un matrimonio marcado por el escándalo
El matrimonio era uno de los más habituales en los círculos de la aristocracia y vinculado a la realeza. Juan Goyeneche Moreno mantenía una excelente relación con Juan Carlos I. De hecho, fue por el que su mujer entabló relación con Juan Carlos I.
Pero el matrimonio también ha estado marcado por la tragedia y el escándalo. En 1992 Juan Goyeneche fue herido de extrema gravedad por un paquete bomba que le enviaron a su domicilio. Perdió la vista parcial en ambos ojos y una pierna.
Pese a que siempre creyeron que la autoría correspondía a ETA, la policía descartó que la banda terrorista estuviera tras este atentado. Los hechos nunca se esclarecieron. Finalmente, el abogado falleció en 2006.
Años después la condesa se vio envuelta en un escándalo que fue de lo más comentado en el mundo del arte. En 2019 se la acusó de apropiarse de un cuadro de Anton Van Dyck. Había solicitado que fuera trasladado desde la sala Ansorena de Madrid a su casa para examinarla.
La condesa tenía la intención de comprarlo, pero nunca llegó a pagar los 165.000 euros que costaba. Tampoco lo devolvió, a pesar de que desde 2015 se le reclamó en varias ocasiones.
El título de la obra es 'Anna Sofía, condesa de Carnarvon'. Por aquel entonces, la Fiscalía Provincial de Madrid solicitó para la condesa cuatro años de prisión. También una indemnización de 165.000 euros para los propietarios de la obra en cuestión.
Según las últimas noticias, el cuadro todavía no ha sido devuelto. Frente al juez, la condesa declaró que "había sido víctima de un negocio fraudulento". Y se declaró "tonta y confiada".
En 2021 el Tribunal Supremo, que desestimó el recurso de casación de la condesa, confirmó la condena. Desde entonces, la condesa desapareció del mapa. Y hoy ha vuelto al foco mediático, después de que su examiga Bárbara Rey decidiera "contar su verdad".
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