Problemas en Grifols: Un accionista señala los entresijos del dominante clan familiar
El fondo americano Mason Capital pone el foco en el exconsejero de Grifols, Tomás Dagà, que se jubiló el 31 de diciembre
La cotización bursátil de Grifols no levanta el vuelo pese a que la centenaria farmacéutica ha conseguido dos contratos muy relevantes en los últimos días. Pero los fantasmas del pasado siguen lastrando su situación.
El año 2024 comenzó con drama tras un informe publicado por Gotham City Research. Este célebre inversor bajista puso en el foco su relación con el vehículo de inversión de la familia Grífols, Scranton. Y aseguró que Grifols tenía una valoración cercana a cero.
El final de 2024 no fue mejor. Encalló un intento de OPA de Brookfield, que desveló la negativa de la poderosa familia catalana a abrir todos los cajones de Scranton.
Tomás Dagà en la diana
La jubilación del letrado y exconsejero de Grifols Tomás Dagà en el despacho Osborne Clarke pudo deberse a su intención de alejarse de la diana. Diana que le han colocado algunos por su supuesta relación con las sombras de la empresa dedicada a los hemoderivados.
Eso al menos piensa el fondo americano Mason Capital, accionista de Grifols y fuertemente enfrentado a la familia propietaria. Esta compañía ha remitido a la CNMV sus sospechas sobre Dagà. Algunos quieren culpar al letrado de la supuesta ingeniería fiscal que provocó una denuncia que conllevó una descapitalización bursátil de 4.000 millones de euros.
Tal y como cuenta El Confidencial, Mason Capital exige saber los pagos de Grifols de los últimos 15 años al despacho español de Osborne Clarke, fundado por el propio Dagà.
Finales de enero y febrero, claves para Grifols
A finales de enero Grifols formalizará un contrato con el Ministerio de Sanidad valorado en 281 millones de euros. El grupo catalán ha resultado ganador de la licitación en ocho de los diez lotes que conforman el concurso para recolectar y fraccionar el plasma utilizado para elaborar fármacos.
Febrero también será clave para la compañía. El próximo mes, Nacho Abia presentará los números de 2024 y ha adelantado a La Vanguardia que serán muy positivos. Por lo que se prevé que el beneficio neto supere los 59 millones de euros cosechados en 2023.
Otra buena noticia para Grifols ha sido el acuerdo que han firmado con la Fundación Michael J. Fox para la Investigación de la Enfermedad de Parkinson (MJFF).
La cotizada se embolsará 20,5 millones de euros. A cambio, impulsará un estudio para detectar signos tempranos del Parkinson mediante el análisis de muestras de plasma. La identificación de biomarcadores podría indicar la posibilidad de desarrollar la enfermedad neurodegenerativa antes del diagnóstico clínico.
En febrero también está previsto que Grifols haga frente a un préstamo de 905 millones de euros.
Scanton Enterprises
La neerlandesa Scranton Enterprises también es noticia. Y es que acaba de renegociar su deuda, superior a los 700 millones de euros con el Banco Santander, Oaktree y BBVA. El polémico vehículo de inversión, que según algunas voces podría haberse nutrido gracias a Grifols, declaró pérdidas de 47 millones de euros en 2023.
Scranton acaba de invertir más de 600.000 euros en el club baloncestístico Juventud de Badalona.
Glanzmann no ha explicado a los inversores cuál fue el motivo por el que facturó 7,4 millones de euros a través de su consultora Glanzmann Enterprises entre 2011 y 2019. Este fue uno de los gastos de Grifols que la compañía ahora reconoce no haber desglosado de manera correcta ante los inversores.
El ruido comenzó en 2022
A finales de 2022 ya se escuchaban en Grifols los tambores apocalípticos que a inicios de 2024 a punto han estado de costarle la quiebra. Entonces, la familia propietaria intentaba esquivar algunas sombras nombrando como presidente al prestigioso Steven F. Mayer. Pero éste abandonó la empresa tras solo cuatro meses en el cargo "por motivos personales y de salud".
Mayer se marchó con cinco millones de euros de indemnización y Víctor y Raimon Grifols elevó al consejero sueco Thomas H. Glanzmann a la presidencia. Ante los rumores desatados sobre el estado de salud de la compañía, los Grifols cedieron sus labores ejecutivas a Glanzmann.
No sabía el directivo escandinavo que la crisis le iba a dejar sin labores ejecutivas. Ya que la nueva situación empujó a fichar el pasado año como consejero delegado a Nacho Abia.
"Ha sido un gran privilegio y un honor ejercer como presidente ejecutivo de una compañía tan apasionante como Grifols. Con más de 115 años de trayectoria. Y formar parte de su transformación en un momento crítico de progreso y crecimiento. Acompañado también de desafíos complejos y, en ocasiones, inmerecidos", explicó Glanzmann.
"Grifols está bien posicionada para el futuro. Y creo que ahora donde mejor puedo servir a los intereses de la compañía es desde la presidencia no ejecutiva. Dedicaré toda mi energía y atención al consejo y a sus responsabilidades. Asegurándome de que seguimos tomando las decisiones correctas en el mejor interés de todos los stakeholders de Grifols", aseguró.
Intento de refundación para dejar atrás los nubarrones
El apoyo de grandes fondos de inversión a Grifols tras la certera denuncia de Gotham City evitó la quiebra de la farmacéutica catalana. La empresa logró encauzar la situación pese a sufrir unas sangrantes pérdidas que le han dejado casi sin la mitad de su valoración bursátil.
El precio de su acción rondaba a inicios de 2024 los 15 euros. Y ahora sufre por alcanzar los 9, lo cual llevó a la familia Grífols a fichar a Abia. El directivo vino procedente de la japonesa Olympus Corporation.
La empresa catalana sacó de su cúpula a dos miembros de la familia, Ramón y Víctor. Y dejó sin labores ejecutivas a su presidente, Thomas Glanzmann. El Gobierno se había puesto de perfil ante el escándalo. Pero la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advirtió en un informe las "deficiencias relevantes" que plagan las cuentas de la multinacional catalana.
Por otra parte, la Audiencia Nacional está investigando a Gotham City. Lo hace porque el fondo consiguió una plusvalía superior a los 9,4 millones de euros gracias a tumbar a Grifols. La Fiscalía Anticorrupción les acusa de emitir un informe "sesgado y engañoso" sobre la credibilidad financiera de Grifols.
La intención habría sido la de inducir a los inversores a vender las acciones. Pero lo cierto es que ni los defensores de la compañía catalana son capaces de explicar las controvertidas relaciones entre la empresa con Scranton.
Las relaciones fueron puestas sobre el tapete por Gotham City, que ya demostró la ruina que fue Gowex. Y más de año después no son esclarecidas por Grifols, que se negó a ceder información sobre este vínculo a Brookfield.
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