Un presunto asesino en serie ha matado a dos modelos en Los Ángeles en dos días

La modelo estadounidense de 32 años Nichole Coats, más conocida como 'Nikki', fue encontrada sin vida en su apartamento de Los Ángeles. En los últimos días, esta ciudad está consternada por los trágicos sucesos que han dejado dos muertes en la región. Pues tal y como ha trascendido, con apenas dos días de diferencia y en una distancia inferior a dos kilómetros, la modelo Maleesa Mooney, de 31 años, también fue encontrada sin vida.

Las autoridades norteamericanas aún están investigando el suceso y se desconoce si las dos muertes fueron violentas. Mientras tanto, los familiares de las jóvenes han declarado a diversos medios de comunicación que se trataría de un asesino en serie. 

Aún se desconocen las causas de este fatal desenlace. Sin embargo, las primeras investigaciones apuntan a que se trataría de una muerte con “evidentes signos de violencia”, aunque la Policía todavía no ha vinculado a nadie cercano al entorno más próximo de las modelos.

Según la información proporcionada por el diario Los Angeles Times, la primera de las víctimas fue encontrada sin vida en el número 8 de la Grand Avenue, que se sitúa en la zona más céntrica de la ciudad de Los Ángeles. Los hechos tuvieron lugar el pasado 10 de septiembre cuando la familia de Nichole 'Nikki' Coats halló a la joven muerta en su casa. 

May Stevens, la tía de 'Nikki', Nichole Coats explicó al canal KTLA:  "Creo que fue un asesinato, de verdad. Una de sus piernas estaba en el aire en posición de patada. No es alguien que simplemente se acostó en su cama y murió", expresó la tía de la víctima.

Tan solo dos días después de la inesperada muerte de ‘Nikki’, encontraron a otra modelo sin vida en la misma zona de Los Ángeles. Maleesa Mooney fue encontrada en el número 200 de South Figueroa Street. En este caso, también fue la familia de la joven la que dio la voz de alarma al dejar de responder los mensajes. "Cuando pasó una semana y ella no respondió a nuestras llamadas, supimos que algo no estaba bien", explicó su prima  Bailey Babb a los periodistas de la televisión local. 

Mientras se desarrolla la investigación de los hechos, se ha conocido que la muerte de la modelo Maleesa Mooney está siendo investigada como un homicidio. Sin embargo, los agentes  han decidido investigar la de Nichole Coats como una muerte "sospechosa".

El agente de la Policía de Los Ángeles, Drake Madison, declaró para el diario Los Angeles Times que el caso de Coats es diferente pues: "No tenemos información de ningún tipo de homicidio ni nada parecido. No pudimos encontrar nada al respecto … Podría ser cualquier cosa".

Una recaudación para el funeral

Tras hacerse pública la muerte de las modelos, las redes sociales han mostrado su afecto a los familiares de ambas con muestras de cariño, mensajes de ánimo y ayuda económica. Concretamente, se ha creado una campaña para recaudar fondos para asumir los gastos del funeral de Coats. Se trata de una publicación en GoFundMe que ya ha recaudado más de 15.000 dólares.

"Esto ha sido muy difícil para mí porque fue totalmente inesperado. El apoyo que he recibido de mi familia y de los amigos de Nikki ha sido abrumador, ella siempre hablaba muy bien de todos sus amigos y ahora veo por qué", publicó en un comentario la madre de 'Nikki' Coats en la página web.

De la misma manera, la hermana de la víctima, Jourdin Pauline, también ha querido publicar un emotivo mensaje tras su muerte. "Nunca, ni en un millón de años, pensé que tendría que hacer esta publicación y buscar justicia para mi única hermana, mi corazón está destrozado", rezaba su publicación.

El español Ferrándiz, un asesino en serie en libertad

España tampoco se ha librado de tener asesinos en serie de mujeres. Posiblemente, entre todos ellos destaca Joaquín Ferrándiz, el asesino en serie que mató a cinco mujeres e intentó acabar con la vida de otras dos en Castellón entre 1995 y 1998. Ferrándiz salió el 22 de julio de la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) afirmando que nunca volverá al lugar de sus crímenes "por respeto a las víctimas".

Ferrándiz  fue condenado a 69 años de prisión pero salió de la cárcel tras haber cumplido el máximo de 25 años que permite la ley por la que fue juzgado. El exconvicto abandonó la prisión con la cara cubierta, con una mascarilla negra y una gorra del mismo color, además de gafas de sol y, a las preguntas de los periodistas, respondió que se va al extranjero para "no molestar a nadie" y rehacer allí su vida, según recogieron en julio varios medios de comunicación.

Ferrándiz, de 60 años de edad, tiene prohibido acudir o residir en las tres localidades donde cometió los crímenes (Castellón de la Plana, Benicàssim y Onda) hasta julio de 2028, tal y como recoge la sentencia de su caso. En los últimos años ha sido acogido por una entidad religiosa y ha disfrutado de permisos penitenciarios, por lo que el proceso de excarcelación ha sido progresivo, según informaron diversas fuentes judiciales en el momento de su liberación.