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Una persona está siendo esposada por otra.
INVESTIGACIÓN

Las mafias de móviles robados son un asunto de seguridad nacional

El sindicato ARP denuncia que se oculta el verdadero número de robos de móviles para no alarmar a la población.

La seguridad es un elemento clave a la hora de desarrollar cualquier actividad social. Ya sea para elegir un destino vacacional, escoger un lugar de residencia o desarrollar una ocupación laboral, el sentimiento de protección es uno de los motores de la vida.

Es por ello que la delincuencia en las calles supone un grave problema. En España los hurtos de teléfonos móviles han ido incrementándose hasta experimentar un auge que se ha mantenido en los últimos años, sobre todo en las grandes ciudades turísticas como Barcelona, Madrid o Valencia, originando un malestar social y enturbiando la imagen de las ciudades más emblemáticas del país.

Según el último Balance de Criminalidad, correspondiente al primer trimestre del año 2023, elaborado por el Ministerio del Interior, el número total de infracciones penales registradas en el período de enero a marzo de 2023 suma un total de 588.785 delitos. En comparación con el mismo período de 2022, la criminalidad total registrada policialmente en España ha crecido un 7,2%.

En lo referido a delitos contra el patrimonio (robos, hurtos y sustracción de vehículos), que representan el 45,5% de la criminalidad convencional, aumentan en conjunto un 10,9%. Los robos con violencia o intimidación conforman 15.458 casos en el año 2023, aumentando un 4,5% sobre el mismo período de 2022, y los hurtos representan 163.476 casos este año, con un aumento del 12,5% sobre 2022 (145.305 casos).

A pesar de estas cifras, la Agrupación Reformista de Policías (ARP) sostiene ante elcierredigital.com que “se maquilla la estadística policial para no generar inseguridad” entre la población. De este modo, por ejemplo, “un tirón de un bolso no lo califican como un robo con violencia”.

Persona organizando fajos de billetes sobre una mesa con un maletín abierto al lado.
Los casos de hurtos han aumentado un 12,5% en España en comparación con el pasado año | El Cierre Digital

El sindicato afirma que existe un problema de seguridad con este tipo de delito. En muchas ocasiones los hurtos “se cometen con violencia o con intimidación. Sin embargo, a nivel policial y para que la estadística no se enfoque como tema de seguridad pública, los oficiales tienen instrucciones dadas para que se califique como un hurto”.

A pesar de eso, la ARP asegura que, en el caso de que se consiga atrapar y detener al delincuente, “entonces sí se califica como robo con violencia porque en esa situación sí que interesa”. Prueba de ello es que “nunca coinciden la base de datos judicial con la base de datos policial en estos hechos delictivos”.

Por otra parte, con la última modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en el año 2015, el juzgado ya no tiene constancia de todos los hechos delictivos que se cometen en su demarcación, explican desde la ARP. Es decir, si le roban el bolso por hurto y “sin lesiones”, la denuncia no llegará al juzgado, por lo que no tendrá constancia.

Es así porque la ley establece que “solo se da cuenta al juzgado si se identifica al autor o si el ciudadano busca a un abogado y se persona como acusación particular para iniciar una investigación de manera más privada con sus recursos”.

Delincuentes que abandonan el país

El robo de teléfonos móviles es un problema en el que confluyen distintos elementos. No todos los hurtos corresponden a una actividad delictiva con el mismo fin. Por un lado, existen pequeños delincuentes que hurtan de manera puntual o esporádica: los hurtos oportunistas que se dan, por ejemplo, en los momentos de despiste en las playas.

Sin embargo, también “hay verdaderas mafias” que sustraen teléfonos, sobre todo de alta gama”, sostiene el sindicato, que añade que el material robado suele terminar en países fuera del espacio económico europeo, como estados africanos o del este de Europa. Así, dice la ARP, “muchos de esos teléfonos acaban en puestos y mercadillos de zonas de África”.

Un iPhone plateado junto a unos auriculares inalámbricos sobre una superficie blanca.
Las mafias sustraen teléfonos de alta gama, como los iPhone. | El Cierre Digital

Según explica la agrupación ARP, los delincuentes realizan sus propias “campañas de hurto”, se desplazan en la época vacacional, "sobre todo en verano, a ciudades muy turísticas como Barcelona, Madrid o Málaga". Allí roban la máxima cantidad de dispositivos posibles y, posteriormente, los transportan a sus países de origen en su equipaje o por transporte internacional.

Al igual que en la mayoría de mafias, los ladrones siguen una jerarquía. El perfil de estos, en cambio, es muy variado. El delito es cometido tanto por hombres como por mujeres de diversas edades. Como indica el sindicato, lo habitual es que todos ellos permanezcan un breve periodo de tiempo en España, para esquivar la justicia del país.

Algo que multitud de usuarios desconocen es que aunque se bloquee la línea de un teléfono, este sigue funcionando. Como indican desde la ARP, la tarjeta gráfica de un dispositivo móvil, por ejemplo en un iPhone, puede valer unos 75 euros. Por lo cual, cambiando la tarjeta del dispositivo se crea un producto nuevo que comercializar por unos 800 euros en el mercado.

El turismo, un factor clave

La sustracción de móviles es un delito que afecta más a las grandes ciudades turísticas. Sin embargo, Barcelona soporta un estigma especialmente marcado con respecto a esta clase de hurtos. La ciudad cosmopolita consiguió recaudar, entre abril y septiembre de 2022, aproximadamente 24,6 millones de euros a través de la tasa turística, el dato más elevado de la pasada década. El 50% de estos, tal y como indica la normativa vigente, se otorgaron a la ciudad.

Por su parte, según el Balance de Criminalidad, los hurtos en Barcelona fueron un total de 28.953 en 2022, mientras que aumentaron a 35.816 en el primer trimestre de 2023, lo que supone una  variación del 23,7%. A pesar de esto, como explica la ARP, “la problemática de la seguridad es algo global”.

Vista panorámica de la ciudad de Barcelona con la Sagrada Familia y otros edificios emblemáticos al atardecer.
Barcelona convive con el estigma de la poca seguridad en sus calles | El Cierre Digital

“Sí es cierto que Barcelona, como cualquier ciudad turística, tiene una gran afluencia de personas y visitantes”, por lo que registra un mayor número de robos. Sin embargo, no es una cifra que destaque por encima de otras ciudades españolas. “Al igual que Madrid sufre un problema de seguridad relacionado, en mayor medida, con las bandas latinas, en Barcelona se le da más publicidad a los hurtos”, indica ARP. 

Consells de seguretat furts. Al carrer

La Agrupación Reformista de Policías  explica que  no se le está otorgando a los delitos de hurto y tráfico de dispositivos móviles la importancia que en realidad tienen. Y al hilo de esta cuestión, remarca el sindicato que "este tipo de hechos pone sobre la mesa un problema gravísimo: la falta de coordinación entre los distintos cuerpos policiales a nivel europeo”, lo que complica la captura de estos delincuentes.

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