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Un hombre con auriculares frente a un micrófono y un guardia de seguridad de espaldas con un edificio de fondo.
INVESTIGACIÓN

La precaria situación de los vigilantes de seguridad privada: 'Agredirnos sale barato'

Alberto García, portavoz de Alternativa Sindical, repasa en El Cierre Digital los entresijos del sector de la seguridad

El sector de la seguridad privada sufre un claro envejecimiento en su media de edad. En parte debido a las condiciones laborales que tienen los vigilantes. 

Hoy afrontamos de lleno esta preocupante situación con Alberto García, portavoz de Alternativa Sindical. Un sindicato que, pese a su juventud, ha crecido en los últimos años hasta conseguir ser alternativa a los sindicatos tradicionales y más ‘acomodados’. 

García repasa para elcierredigital.com la visión del sector desde dentro. Con él hablamos de las licitaciones, los cambios necesarios para ser una profesión equiparada al resto y las necesidades básicas de los vigilantes. 

- ¿Qué opinión tenéis desde Alternativa Sindical de las políticas de contratación por parte de la Administración Pública?

La contratación con las Administraciones Públicas ocupa un porcentaje importante a nivel de facturación en el sector de la seguridad privada, cerca del 52%. La Administración General del Estado aporta cerca del 17% mientras que la Administración Autonómica ronda el 20%.

Un grupo de personas en un estudio de radio con micrófonos y auriculares.
Alberto García durante la entrevista. | Cedida

Pero el modelo actual de contratación pública en este sector lesiona los intereses de los trabajadores. Básicamente, porque el criterio generalizado de adjudicación es el de la oferta económica más ventajosa. El otro factor es el importe de licitación de los contratos públicos. 

Así las cosas, los importes de licitación de los contratos públicos no se ajustan al valor de mercado. Tampoco a los costes salariales mínimos establecidos en el convenio colectivo estatal del sector. 

- ¿Eso repercute negativamente por ser licitaciones a la baja?

Así es, no puede ser de otra forma. Al ser licitaciones muy a la baja no generan el beneficio necesario. Por ende, suelen ser poco atractivas e interesantes para las grandes empresas del sector. 

Un guardia de seguridad de pie en una calle tranquila con árboles alrededor y un edificio al fondo.
Vigilante de seguridad privada. | Europapress

Lo que genera que las empresas licitadoras sean bastante menos serias, incluso ‘piratas’ al no cumplir con el convenio colectivo estatal del sector. También por carecer de una buena salud financiera y no cumplir con las obligaciones tributarias y de seguridad social.

Algo que repercute directamente en los trabajadores por encontrarnos con atrasos e impagos de salarios. En cuyo caso tienen que ser reclamados a través de la jurisdicción social. O en su defecto, pagados mediante dinero público a través del Fondo de Garantía Salarial por terminar en un concurso voluntario de acreedores.

- ¿Existe colaboración entre la seguridad pública y la privada?

La seguridad privada en España es indispensable para la protección de la sociedad. También para la defensa de los derechos e intereses de los ciudadanos. No en vano es una de las claves por las que se redactó la Ley 5/2014, del 4 de abril, de seguridad privada. 

Es indiscutible que la seguridad pública no puede atender todas las necesidades de seguridad de la sociedad. Entendemos que deben centrarse en desafíos y amenazas más importantes que afectan al conjunto de la sociedad. Como el terrorismo, ciberdelincuencia, crimen organizado…  

Es precisamente por eso por lo que la seguridad privada toma más relevancia. No obstante, los vigilantes de seguridad asumimos más tareas de responsabilidad. Entre ellas, la protección de los centros penitenciarios, aeropuertos, redes de metro, ferrocarriles, centrales nucleares, centros de internamiento de menores, centros de refugiados, protección de edificios oficiales o grandes eventos deportivos. 

Tres personas con mascarillas, dos de ellas con uniformes de policía, conversan al aire libre con un fondo de edificios.
Agentes de policía junto a un vigilante de seguridad privada. | Policía Nacional

Y en todos estos tipos de clientes, nuestro trabajo se desarrolla colaborando codo con codo con las fuerzas y cuerpos de seguridad. Ya sea Policía Nacional, Guardia Civil o policías locales y autonómicos.

Si bien es verdad que, a nuestro entender, queda coja la protección jurídica de agente de la autoridad. Especialmente en el desempeño de las funciones de los vigilantes de seguridad. 

Y es que la Ley solo confiere esa protección jurídica en determinadas circunstancias. Cuando desarrollen actividades de seguridad privada debidamente identificados y en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. 

Sin embargo, creemos que se debería disponer de esa protección de forma indefinida, en la prestación diaria de cualquier servicio de seguridad privada. No contar con ello favorece que las agresiones hacia los vigilantes de seguridad queden impunes en la mayoría de los casos.

- ¿Cuáles son las necesidades urgentes en materia laboral que han de llevarse a cabo para mejorar las condiciones de los vigilantes de seguridad?

Lo primero, sin lugar a duda, la firma de un convenio colectivo. Enfocado en mejorar sustancialmente las condiciones salariales y sociales del personal de seguridad privada. 

El actual convenio colectivo estatal está firmado en negociación colectiva entre los sindicatos UGT, CCOO y USO. Tan solo beneficia a las patronales del sector, APROSER y ASECOPS. 

Durante los cuatro años de vigencia del actual convenio, se estableció una subida salarial que puede considerarse pírrica, acordada en la última negociación. La subida fue del 6% para el año 2023, a pesar de que la inflación alcanzó el 9,3%. Seguida de un incremento del 4% en 2024 y del 3% tanto en 2025 como en 2026.

Además, se incluyó una cláusula de revisión salarial ligada al IPC, que solo aplicaría un aumento adicional del 2% si el IPC alcanzara el 18%, una condición que resulta prácticamente inalcanzable.

Hombre con auriculares en un estudio de radio frente a un micrófono.
Alberto García durante la entrevista. | Cedida

En la actualidad, el salario mensual de un vigilante de seguridad está establecido en 1.353 euros brutos. Que al restarle el descuento del IRPF viene a quedarse una cantidad neta de alrededor de 1.200 euros al mes. 

Esta situación condena, sí o sí, al personal de seguridad privada a tener que realizar horas extraordinarias, por obligación. Todo para poder mantener una cierta estabilidad en la economía familiar. 

En cuanto a beneficios sociales es un sector bastante perjudicado. Gozamos de escasas licencias retribuidas, muy concretas y, de tan solo un único día de asuntos propios al año que, además, no es retribuido.

- ¿Qué necesidades deben tener cubiertas los vigilantes de seguridad para evitar agresiones y minimizar la peligrosidad en el desempeño de sus funciones?

Las agresiones a los vigilantes de seguridad, lamentablemente, son cada vez más frecuentes. Existen dos tipos de agresiones. Las psicológicas o verbales y las físicas.

Las agresiones físicas son las más habituales durante el desempeño de sus funciones. Algunas con resultados muy graves, teniendo que derivar en atención sanitaria o incluso hospitalización. 

Por otro lado, tenemos las agresiones psicológicas y verbales. Desgraciadamente, también demasiado habituales. Suelen ser insultos, amenazas, maltrato psicológico, intimidación y otro tipo de vejaciones.

El objetivo es amedrentar al vigilante de seguridad. 

Un guardia de seguridad con uniforme verde en un aeropuerto concurrido.
Vigilante de seguridad privada. | Grupo Eulen

Los vigilantes se encuentran en una situación de indefensión legal y jurídica.  Es uno de los motivos fundamentales por los que se producen este tipo de agresiones. Dicho de otro modo, agredir a un vigilante de seguridad sale barato.

Así, el porcentaje más elevado de agresiones producidas a vigilantes de seguridad se centran en las redes de metro. También en estaciones y redes de ferrocarril, hospitales, centros de internamiento de menores y ocio nocturno. Aunque no quiere decir que sean en los únicos lugares, pero sí los más frecuentes.

Un guardia de seguridad revisa un torniquete en una estación de metro mientras las personas pasan.
Vigilante de seguridad privada. | Europapress

En este sentido, Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada está trabajando con los grupos parlamentarios de la Comisión de Interior del Congreso. Trasladamos la necesidad de conceder la protección jurídica del carácter de agente de la autoridad a los vigilantes de seguridad durante la prestación del servicio.

- ¿Están bien pagados los vigilantes de seguridad en España?

Como ya he dicho, en España el salario es precario e insuficiente. Especialmente para la responsabilidad que desempeñan los profesionales del sector. Además, al no ser una profesión bien remunerada no es atractiva para futuros trabajadores.

Somos uno de tantos sectores que carece de relevo generacional. La media de edad del sector es elevada y a la gente joven no le interesa acceder a la profesión. Así las cosas, en los últimos años muchos trabajadores han buscado otras salidas laborales.

En nuestra opinión, la culpa de esta situación es de los sindicatos UGT, CCOO y USO. Organizaciones sindicales que tienen representación en la mesa negociadora y, por tanto, encargados de firmar los convenios colectivos junto a las asociaciones empresariales. En los últimos años, estos sindicatos han firmado convenios que han lesionado sustancialmente el poder adquisitivo de los trabajadores del sector de la seguridad privada lastrándolos a la precariedad salarial.

Así, por ejemplo, estos sindicatos decidieron firmar un convenio que eliminaba el plus transporte y el plus vestuario en el devengo de las pagas extraordinarias. Una pérdida económica en torno a los 400 euros anuales. Como digo, es solo un ejemplo, hay muchos más.

- ¿Reciben suficiente formación los vigilantes de seguridad para desempeñar sus funciones?

La profesión de vigilante de seguridad es cada vez más exigente. Y es que las incidencias y los métodos de delincuencia evolucionan al ritmo que cambia la sociedad. La formación permanente viene establecida en el  Reglamento de Seguridad Privada y en la Orden del Ministerio del Interior 318/2011.

Persona de seguridad privada de espaldas en la entrada de un edificio.
Vigilante de seguridad privada. | Federación de Trabajadores Seguridad Privada

Así pues, la formación permanente es de carácter obligatorio y de, al menos, 20 horas lectivas, que las empresas de seguridad están obligadas a impartir. Una formación específica que debe ser impartida exclusivamente por centros de formación acreditados por el Ministerio de Interior, para los vigilantes de seguridad.

Ha de tener una duración mínima de 10 horas en modalidad de formación presencial. Y afectar a actividades o servicios de transporte de fondos, vigilancia en buques, puertos, aeropuertos, eventos deportivos, hospitales, centros comerciales, servicios con perros y servicios en los que se utilicen aparatos de rayos X.

Recientemente se ha aprobado el decreto de formación profesional para la seguridad privada. Esto conllevará el acceso al sector de personal con bastante formación. Algo que contribuirá a un mayor reconocimiento social y, esperemos, a mejorar el empleo y las condiciones laborales de los vigilantes de seguridad.

- ¿Creen que las malas condiciones de los vigilantes son las que están provocando que cada vez haya menos jóvenes en el sector?

Sin duda alguna. Como he dicho, las pésimas condiciones económicas y laborales no son atractivas para futuros vigilantes.

Un salario bajo, jornadas de trabajo extensas, escasas opciones para poder conciliar la vida familiar. Este es el caldo de cultivo perfecto para que esta dignísima y bonita profesión no sea del agrado de futuros aspirantes.

Como ya hemos dicho, hace falta subir el salario base y mejorar muchísimo las condiciones laborales y sociales de los vigilantes de seguridad. Permisos retribuidos, conciliación familiar, respetar los descansos entre jornadas, desconexión digital, distribución equitativa en los turnos de trabajo, etc.

En la actualidad, es un sector mayor sin relevo generacional.

- ¿Podrán acabar algún día con las grandes cadenas que contratan empresas ‘piratas’?

Terminar con las empresas piratas del sector, lamentablemente hay muchas, debe ser tarea de todos. Sindicatos, patronales y clientes. Uno de los principales problemas del aumento de volumen de negocio de las empresas piratas son las licitaciones públicas. 

Las Administraciones licitan los concursos públicos por debajo de los costes salariales establecidos en el convenio colectivo del sector. Esto hace que las empresas punteras del sector no concurran a la licitación atrayendo, eso sí, a empresas que no cumplen con el convenio colectivo.

Persona de uniforme azul con un bastón en un entorno urbano.
Vigilante de seguridad privada. | Europapress

Tampoco abonan los salarios en tiempo y forma. O ni tan siquiera están al corriente de pago de las obligaciones tributarias o con la seguridad social. Eso arrastra al vigilante de seguridad a una mayor precariedad laboral y salarial, viéndose muy perjudicado a corto plazo.

Es una vergüenza que los tribunales y mesas de contratación no examinen detenidamente la documentación de las empresas licitadoras. El único criterio de las Administraciones para la adjudicación definitiva de concursos de vigilancia y seguridad es siempre a la oferta económica más ventajosa. De esta forma, son esas mismas Administraciones las que fomentan la contratación de empresas piratas en el sector.

Es cierto que también ocurre en la empresa privada, pero en menor medida.

- Alternativa Sindical ha experimentado un incremento continuo de afiliados. Sin duda, un motivo para sentirse muy orgullosos ¿no?

Sí, estamos muy orgullosos y satisfechos. Fíjese, nuestra organización sindical nació de la nada un 15 de enero de 2001. Un grupo de compañeros afiliados a las organizaciones sindicales tradicionales (UGT, CCOO y USO), desencantados con la desidia e inacción de esas tres centrales sindicales ‘de clase’ decidimos crear nuestra propia organización sindical. Quisimos que, como no podría ser de otra manera, fuese de ámbito exclusivo del sector de la seguridad privada y atendiese las necesidades y reivindicaciones de los trabajadores del sector.

Un sector tan denostado como el de la seguridad privada requiere de sindicatos combativos, que defiendan con firmeza a los trabajadores. Y en esas estamos, con mayor o menor acierto, pero con ganas de seguir ayudando, día tras día, a todos los compañeros.

En la actualidad tenemos implantación en toda España y contamos con más de 9.000 afiliados a nivel estatal y con más de 250 delegados. Y no nos conformamos con lo realizado, seguimos creciendo, día a día, obteniendo representación en muchos comités de empresa.

Es lo que hace falta para poder llegar a tener, en el futuro, representación en la mesa negociadora del convenio colectivo. Para así poder mejorar las condiciones laborales y económicas. Y de paso, impedir que sean solo los sindicatos UGT, CCOO y USO los que negocien y firmen convenios con pérdidas de poder adquisitivo y ningún beneficio social.

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