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Un hombre con traje y corbata ajustándose el cinturón frente a una puerta roja con una ventana circular.
INVESTIGACIÓN

La cara oculta de José Miguel Garrido, dueño del Tenerife que pone en alerta a la isla

El máximo inversor del equipo isleño, que pasó por el Albacete y Castellón, estuvo involucrado en los 'Papeles de Panamá

José Miguel Garrido, actual máximo accionista del CD Tenerife, se encuentra en el centro de la polémica por la delicada situación que atraviesa el club. Garrido, conocido por su pasado como inversor en otros equipos como el Albacete y el Castellón, está enfrentando serias tensiones con el entorno del Tenerife y otros accionistas del club.

Su historial en la gestión deportiva ha generado controversias, y las acciones recientes en el Tenerife no han hecho más que avivar las críticas.

En el CD Tenerife, las tensiones se han intensificado por los cuestionados movimientos de Garrido. Los principales accionistas del club, entre ellos el expresidente Miguel Concepción, han considerado la posibilidad de presentar una querella contra Garrido. Que previamente admitió haber defraudado a Hacienda en el periodo 2011-2015. 

La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha rechazado públicamente cualquier posibilidad de que la institución compre las acciones de Garrido. Lo que indica un claro distanciamiento entre las autoridades locales y el inversor.

Ante este clima de tensión, se están barajando varias estrategias para facilitar la salida de Garrido del club. Una de ellas sería la ruptura del sindicato de accionistas. Algo que conllevaría una penalización económica y permitiría la reorganización del poder accionario en el club.

Vista aérea de un estadio de fútbol rodeado de edificios y con el mar al fondo.
Estadio Heliodoro Rodríguez López | Redes sociales

Si bien la salida de Garrido es un plan que algunos consideran viable, se enfrenta a un coste elevado, alrededor de tres millones de euros. El malestar dentro del Tenerife no solo se debe a los resultados deportivos. También a la manera en que Garrido ha gestionado las relaciones con los agentes internos y externos del club.

De hecho, algunos accionistas ya estarían dispuestos a realizar una inversión económica para facilitar un cambio de rumbo en la entidad.

Antes de llegar al Tenerife, Garrido estuvo involucrado en la gestión de otros clubes. Fue la cara visible de un grupo inversor que intentó reflotar al CD Castellón en 2018. Pero su permanencia fue breve, de tan solo 14 meses.

Hombre sonriendo sentado en una mesa con estanterías llenas de libros detrás.
José Miguel Garrido, actual máximo accionista del CD Tenerife | Redes sociales

En ese tiempo, logró un ascenso del equipo a Segunda B antes de vender sus acciones por 2,3 millones de euros. Sin embargo, su historial como inversor deportivo ha estado acompañado de numerosos escándalos y acusaciones de mala gestión.

Mientras fue presidente del Albacete, Garrido se vio envuelto en un escándalo fiscal que lo relacionó con los conocidos Papeles de Panamá. Su fondo de inversión, Thesan Capital, fue uno de los querellados por la Fiscalía Anticorrupción en relación con el despacho jurídico Nummaria, acusados de evasión fiscal y blanqueo de capitales. Se calcula que las actividades fraudulentas de Garrido y sus socios ocasionaron un desfalco al fisco de aproximadamente 5,5 millones de euros entre 2012 y 2014.

Movimientos ocultos y sospechas

Uno de los últimos movimientos controvertidos de Garrido en el CD Tenerife fue la venta de un 10% de sus acciones a un inversor británico. Todo ello sin informar al club. Esta operación ha levantado sospechas y agravado la crisis interna que ya vive el Tenerife, incrementando la presión para su salida.

Además, la falta de transparencia en su gestión han llevado a los accionistas a buscar alternativas para forzar un cambio de dirección. Todo esto se enmarca en una crisis deportiva que el club está atravesando. Y muchos señalan la gestión de Garrido como una de las causas principales de esta situación.

El futuro del CD Tenerife pende de un hilo mientras las discusiones sobre la salida de Garrido continúan.  Aunque la venta de sus acciones sigue siendo el "plan A", la situación es compleja y costosa, tanto en términos económicos como en reputación. La posible ruptura del sindicato de accionistas podría marcar un antes y un después en la dirección del club.

Mientras tanto, la afición y las autoridades locales observan atentamente las decisiones que se tomarán en los próximos meses. Esperando que estas logren enderezar el rumbo del club y devolverle la estabilidad que tanto necesita.

El paso de Garrido por otros clubes

José Miguel Garrido tiene un historial en la gestión de clubes deportivos que ha estado marcado por la controversia y decisiones que han generado opiniones divididas. Su paso por el Albacete y el CD Castellón  son dos ejemplos claros de cómo su forma de gestionar ha levantado críticas y situaciones problemáticas.

Albacete: Los problemas fiscales y los Papeles de Panamá

Garrido se involucró con el Albacete a través de Thesan Capital, un fondo de inversión que adquirió el club en 2013. Su gestión fue polémica y finalmente, el club cambió de manos en 2017. 

Como ya informó el director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho, durante su tiempo al frente,  Garrido estuvo vinculado a actividades investigadas por la Fiscalía Anticorrupción. En concreto por evasión fiscal y blanqueo de capitales. Thesan Capital fue querellado como parte de una red vinculada al despacho jurídico Nummaria

Un hombre con traje y corbata es entrevistado por varios medios de comunicación, con micrófonos y cámaras apuntando hacia él.
José Miguel Garrido, actual máximo accionista del CD Tenerife | Redes sociales

Además, las investigaciones indicaron un agujero de alrededor de 5,5 millones de euros que el fondo de inversión y varios socios dejaron de ingresar al fisco entre 2012 y 2014. La Fiscalía estimó que Thesan Capital, por ejemplo, dejó de pagar 1.182.445 euros en 2012 y 386.420 euros en 2013.

Este escándalo fue uno de los episodios más oscuros de la gestión de Garrido en el Albacete. Y tuvo un impacto significativo en la percepción de su capacidad como gestor. 

La situación se agravó cuando surgió su vinculación a los Papeles de Panamá. Estos documentos indicaban posibles prácticas de evasión fiscal a través de empresas y sociedades en paraísos fiscales. 

Castellón: Un paso fugaz y poco éxito

En 2018, Garrido se convirtió en la cara visible de un grupo inversor que adquirió el CD Castellón, con la intención de reflotar al club. Accedió al cargo a través de la Sociedad Limitada Orbit Access. Durante su breve mandato de 14 meses, logró ascender al Castellón desde la Tercera División a la Segunda B.

Sin embargo, esta etapa no fue duradera ni particularmente destacada. Garrido vendió sus acciones al empresario Vicente Montesinos por 2,3 millones de euros. Al final dejó la impresión de que su intervención en el club fue más especulativa que centrada en un proyecto deportivo sostenible a largo plazo.

Un patrón de conducta

Garrido ha mostrado un patrón de gestión enfocado en la inversión y posterior venta, más que en un proyecto de largo plazo. Esto ha causado fricciones y descontento tanto en los clubes como en sus entornos.

Su historial está salpicado por acusaciones de falta de transparencia, evasión fiscal y manejo problemático de los clubes que ha dirigido.

Estos antecedentes explican, en parte, las tensiones actuales con los accionistas y la afición del CD Tenerife. Ahora temen que su paso por el club canario pueda tener consecuencias similares a las vividas en el Albacete y el Castellón.

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