
Piero Pioppo, nuevo Nuncio en España de León XIV: A la espera del 'plácet' de Sánchez
El último destino de este Monseñor italiano fue Indonesia, ahora en España deberá apaciguar las tensiones Iglesia-Estado
Monseñor Piero Pioppo ha sido designado como nuevo nuncio apostólico en España. Su nombramiento llega tras la salida del filipino Bernardito Auza, quien ahora representa al Vaticano ante la Unión Europea. A falta del plácet del Gobierno de Sánchez, se prevé que Pioppo asuma el cargo después del verano.
Nacido en Savona (Italia) en 1960, Pioppo fue ordenado sacerdote en 1985. Es doctor en Teología Dogmática y diplomado por la Academia Pontificia Eclesiástica. Ingresó en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1993. Ha servido en Corea del Sur, Chile, Camerún, Guinea Ecuatorial e Indonesia. También trabajó en la Secretaría de Estado y fue prelado del IOR (Instituto para las Obras de Religión).
Habla italiano, inglés, francés y español. Esto facilitará su integración en el contexto español. A sus 65 años, este podría ser su último destino diplomático antes de la jubilación.
España es uno de los destinos más importantes dentro del cuerpo diplomático vaticano. Solo se comparan en peso las nunciaturas de Francia y Estados Unidos. El nuncio es embajador de la Santa Sede y actúa como enlace directo entre el Papa y la Iglesia local.
“Es un destino muy importante para él”, explica el periodista Rafael Ortega, experto en asuntos eclesiales consultado por elcierredigital.com. “La nunciatura en España es de las más importantes para la Santa Sede”, añade.
Misiones clave para el nuevo embajador de la Santa Sede
Entre los desafíos inmediatos del nuevo nuncio destaca la renovación del episcopado español. Hay varias diócesis vacantes, y otras se sumarán pronto debido a la edad de sus obispos. El nuncio tiene un papel fundamental en la propuesta de nuevos candidatos, en coordinación con la Congregación para los Obispos en Roma.
Esta tarea requerirá trabajar de cerca con figuras clave de la Iglesia española. Entre ellas destaca Monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal. También será importante la relación con el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona. Sin olvidar al cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.
Tanto Omella como Cobo son miembros de la Congregación para los Obispos, lo que refuerza su peso en la toma de decisiones.
“Es muy importante que tengan muy buenas relaciones”, subraya Rafael Ortega sobre la necesidad de coordinación entre Pioppo y los líderes españoles.
Reformas en marcha y pendientes
Además de los nombramientos episcopales, Pioppo se enfrentará a reformas pendientes. Entre ellas, la fusión de seminarios, promovida por razones pastorales y de sostenibilidad. También podría retomar la propuesta de reorganización territorial de diócesis, archivada desde hace más de 20 años.
Estas reformas requieren consenso entre Roma y los obispos españoles. El nuevo nuncio será clave para facilitar los acuerdos necesarios.
Un entorno político tenso
Otro de los grandes retos será el manejo de la relación entre Iglesia y Estado. En los últimos meses ha habido tensiones. Algunas declaraciones de obispos, como la reciente petición de elecciones anticipadas por parte de Monseñor Argüello, han generado polémica.
“El nuncio tendrá que moverse con prudencia en este terreno”, señala Rafael Ortega. “Es un diplomático con experiencia. Tendrá que tender puentes entre Moncloa y la sede de la nunciatura”.
Pioppo cuenta con respaldo en la Curia. Se impuso sobre otros candidatos como el maltés Spiteri y el italiano D’Aniello. Su cercanía con el fallecido cardenal Angelo Sodano, con quien trabajó como secretario personal, también pesó en su elección.
¿Una visita papal a España?
Muchos observadores se preguntan si el papa León XIV visitará España. Francisco tenía previsto hacer una escala en Canarias antes de viajar a Argentina, pero su fallecimiento lo impidió.
“Espero y tengo la esperanza de que el Papa León pueda hacer una visita a España”, expresa Rafael Ortega. La presencia de un nuevo nuncio puede allanar el camino para esta visita, aún sin confirmar.
El nombramiento de Monseñor Pioppo marca el inicio de una nueva etapa. España es una plaza compleja, con múltiples frentes abiertos: reformas internas, nombramientos, tensiones políticas y posibles gestos del nuevo pontífice.
A sus 65 años, Pioppo trae consigo experiencia, formación y cercanía con el corazón diplomático vaticano. Tiene por delante una misión exigente. También la oportunidad de dejar huella. “Es un nombramiento muy importante. Y muy acertado”, concluye Rafael Ortega.
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