
La corona sueca se tambalea: Tormenta pública tras sus polémicos préstamos y hackeos
El príncipe Carlos sufre filtraciones de datos y la realeza sueca es señalada tras pedir fondos públicos para un viaje
La corona de Carlos XVI Gustavo (79) se tambalea. La Casa Real sueca está en el centro de un intenso escrutinio público. Esto ocurre tras la revelación de un préstamo millonario solicitado al Riksdag (Parlamento sueco).
La aprobación de 7 millones de coronas (aproximadamente 604.375 euros) para cubrir gastos imprevistos de mantenimiento palaciego ha desatado una ola de críticas. Esto se intensificó al conocerse que la petición se realizó mientras los monarcas disfrutaban de vacaciones privadas en Brasil.
Este incidente se suma a recientes brechas de seguridad digital que expusieron datos sensibles de miembros de la realeza. También influyen las controvertidas declaraciones del rey Carlos XVI Gustavo sobre la ley de sucesión. Todo ello plantea serias preguntas sobre la financiación, la seguridad y la modernización de la monarquía sueca.
¿Se trata de un tropiezo aislado o del síntoma de una institución que lucha por adaptarse a las demandas de una sociedad transparente y digital?
Crisis financiera: El polémico préstamo real
Recientemente, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia (81) solicitaron un préstamo de 7 millones de coronas (604.375 euros) al Riksdag. El objetivo era cubrir gastos imprevistos y el mantenimiento de los palacios reales.
La polémica surgió porque la solicitud se realizó durante sus vacaciones en Brasil. Esto fue percibido como una falta de sensibilidad en plena crisis económica nacional. Medios como Aftonbladet revelaron este hecho, generando fuertes críticas y reabriendo el debate sobre la financiación de la monarquía.

Jan Lindman, director financiero de la Casa Real, justificó el préstamo por un déficit inesperado en las cuentas. Busca un nuevo modelo de financiación que reduzca la dependencia de los ingresos turísticos, drásticamente afectados por la pandemia de COVID-19.
Este incidente subraya el desafío de las monarquías modernas: mantener su imagen sin recurrir a fondos públicos en tiempos de dificultades. Aunque el préstamo fue aprobado con la condición de ser devuelto en 2025, la falta de transparencia y la percepción de insensibilidad han dañado la imagen de la familia real.
Filtraciones digitales: La vulnerabilidad de la realeza
En abril, la seguridad digital de la Casa Real sueca se vio comprometida: el príncipe Carlos Felipe (46) fue víctima de un hackeo masivo. Según Aftonbladet, la aplicación deportiva ‘Sportadmin’ sufrió una brecha de seguridad que expuso detalles privados sobre los hábitos deportivos y los viajes del príncipe. ‘Sportadmin’ es una aplicación muy utilizada por clubes deportivos en Suecia para gestionar inscripciones, entrenamientos, pagos y comunicaciones.

Esta filtración no solo afectó a la familia real. También impactó a más de dos millones de usuarios de la plataforma, generando una preocupación inmediata sobre la seguridad digital de figuras públicas.
La Casa Real sueca confirmó estar al tanto de la situación. Declaró que estaba "cooperando con las autoridades pertinentes". Sin embargo, se negaron a dar más detalles por ser "una cuestión de seguridad". Como medida de precaución, se recomendó al príncipe Carlos Felipe "ajustar sus hábitos deportivos". También debe adoptar "nuevas medidas de seguridad tanto en el ámbito digital como en su vida cotidiana" para evitar futuras vulnerabilidades.
El 'Strava-gate': Datos de guardaespaldas exponen vacaciones reales
Un escándalo de seguridad conocido como el 'Strava-gate' ha revelado información personal del primer ministro sueco, Ulf Kristersson (61). También afectó a miembros de la familia real debido a una filtración de datos a través de la aplicación de fitness ‘Strava’. Según informó Dagens Nyheter en los últimos días, esta exposición de datos sensibles se mantuvo activa durante varios años.

La filtración se originó porque los guardaespaldas de seguridad del primer ministro utilizaban la aplicación para registrar y compartir sus rutas de entrenamiento. De manera involuntaria, estas actividades hicieron que datos cruciales fueran de acceso público. Entre ellos están la dirección privada de Kristersson, publicada al menos 35 veces, detalles de sus viajes y patrones de movimiento en edificios gubernamentales en Estocolmo y la finca de Harpsund.
Entre la información de viaje expuesta se incluyen un viaje familiar a Åland, Finlandia, en octubre de 2024. También datos de una reunión con representantes de los gobiernos noruego y finlandés en Bodø, Noruega, en junio de 2024. El Servicio de Seguridad Sueco (Säpo) está investigando actualmente este incidente.
Los comentarios del rey Carlos XVI Gustavo sobre la sucesión
El rey Carlos XVI Gustavo provocó controversia con sus comentarios en el serie-documental 'Sveriges sista Kungar' ('Los últimos reyes de Suecia'), donde se refirió a la ley de sucesión de 1980.

Esta ley estableció la primogenitura absoluta. Designó a su hija, la princesa heredera Victoria (48), como la primera en la línea al trono. Esto fue a pesar de que su hijo, el príncipe Carlos Felipe, había nacido antes.
El rey calificó la ley retroactiva de "complicada" y "una locura". Aunque su hermana, la princesa Birgitta (1937- 2024), antes de su muerte en 2024, ya intentó minimizar la polémica afirmando que la familia está "bien con el cambio". Las declaraciones del rey reabrieron el debate sobre la legitimidad de las leyes monárquicas. También cuestionaron su adaptación a los valores modernos.
Sveriges Sista Kungar Del 1 Kungamakt
Los comentarios del monarca son significativos, ya que provienen del jefe de Estado y desafían una reforma legal fundamental. Estas declaraciones pueden sembrar dudas sobre la cohesión interna de la institución.
También cuestionan su plena aceptación de los marcos legales actuales, lo que influye en la confianza pública. Además, durante el Día Nacional de Suecia, celebrado el 6 de junio de 2025, la vestimenta de los miembros de la realeza fue objeto de debate en línea. Hubo críticas menores sobre la elección de atuendos y calzado. Esto ilustra el constante escrutinio público sobre la adherencia de la realeza a las tradiciones culturales y las expectativas de representación.
La forma en que la realeza sueca aborde estos desafíos será crucial para determinar su futuro. Esto es especialmente importante en lo que respecta a la transparencia financiera y la adaptación a los valores democráticos modernos. La imagen de la corona no solo depende de la tradición. También depende de su capacidad para conectar con un público que demanda sensibilidad, compromiso y una gestión impecable de los recursos públicos. El futuro de la monarquía sueca pende de este delicado equilibrio.
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