
Qué oculta Philippe Solomon: El empresario fugado que estafó al Ayuntamiento de Madrid
Solomon, en la lista de Interpol por otras estafas, vendió 500.000 mascarillas defectuosas a 5€ cada una a Madrid
El juez Jorge Bartolomé, titular del Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid, ha dictado una orden de detención internacional contra el empresario Philippe Solomon. Este tunecino de 70 años es considerado el responsable de suministrar medio millón de mascarillas defectuosas al Ayuntamiento de Madrid. Lo habría hecho durante los momentos más críticos de la pandemia.
Después de años de bloqueo judicial y con el principal investigado en paradero desconocido, el segundo gran caso penal de mascarillas que afecta al Consistorio madrileño comienza a avanzar de nuevo.
La operación, valorada en 2,5 millones de euros, implicó la venta de medio millón de mascarillas tipo KN95-FFP2 a cinco euros la unidad. Un precio muy por encima del habitual en el mercado.
Según adelanta El Mundo, la investigación se encuentra en una nueva fase de impulso judicial. El magistrado ha recibido recientemente la respuesta a una solicitud de cooperación internacional enviada a Estados Unidos, uno de los posibles destinos del empresario.
No obstante, la contestación ha sido poco alentadora. De momento, las autoridades estadounidenses no han aportado datos útiles y el procedimiento sigue a la espera. A pesar de ello, la reapertura del caso, junto con la orden internacional de búsqueda y captura, confirman que la causa vuelve a encauzarse.

Esta operación se produjo en la misma etapa en la que el Ayuntamiento de Madrid adjudicó otros contratos sanitarios de emergencia. Como el que involucró a los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño, recientemente juzgados por una estafa similar.
En el caso de Solomon, las mascarillas fueron compradas a través de su empresa Sinclair & Wilde, una firma opaca que sirvió de vehículo para canalizar el fraude.
El contrato contemplaba la adquisición de 500.000 mascarillas KN95. Sin embargo, el material recibido resultó defectuoso. Las mascarillas no contaban con certificación homologada y las instrucciones eran ilegibles. Además, su calidad no se correspondía con los estándares exigidos para su uso por profesionales de primera línea.

Los certificados que acompañaban al envío resultaron ser falsos. Y, a pesar de los reiterados intentos por parte del Ayuntamiento de reclamar la devolución del dinero, ni Solomon ni su empresa respondieron.
El fraude fue denunciado por la Policía Municipal de Madrid en julio de 2021. Desde entonces, se han intensificado los esfuerzos por localizar al empresario. A día de hoy, Philippe Solomon continúa en paradero desconocido.
Solomon, una figura acostumbrada a moverse entre sombras
Lejos de tratarse de un empresario anónimo, Philippe Haim Solomon cuenta con un extenso historial de operaciones opacas. También conocido como Philippe Víctor Chaim Hababou, se le vincula con fraudes empresariales y relaciones con figuras controvertidas a nivel internacional.
Según la información disponible, nació en Túnez en 1955 y es nacionalizado francés. Su carrera comenzó como joyero en París durante la década de 1980. Su primer gran escándalo llegó en 1991, cuando fue declarado en quiebra por insolvencia fraudulenta. A partir de ese momento, su trayectoria se desvió hacia terrenos más turbios y globales.

En los años 90 se trasladó a Estados Unidos, donde se introdujo en el sector financiero. En 1996, fue investigado por sus aportaciones económicas a las campañas electorales del senador Robert Torricelli y del presidente Bill Clinton. Aunque las acusaciones no desembocaron en condenas graves en aquel momento, sí consolidaron su perfil como empresario con ambiciones políticas y métodos cuestionables.
En 2002, Solomon reapareció en Francia como director de la aerolínea regional AéroLyon. Poco después, fue condenado por estafa, falsificación y uso de documentos fraudulentos, recibiendo una sentencia de tres años de prisión. Tras este episodio, se instaló en Israel y comenzó a operar bajo nuevas identidades. Desde entonces, ha utilizado pasaportes de Francia, Israel y Guinea-Bisáu, así como diferentes nombres, dificultando el rastreo de sus movimientos.
Relaciones con el poder en África
Tras sus problemas legales en Francia, Philippe Solomon supo reinventarse como una figura influyente en entornos diplomáticos y gubernamentales, especialmente en África. En 2012, mantuvo vínculos con el entonces presidente sudafricano Jacob Zuma. A este le ofreció sus servicios para localizar un supuesto "tesoro de guerra" perteneciente a Muamar Gadafi, escondido en Sudáfrica.
Además, Solomon desempeñó un papel clave en la elección de Nkosazana Dlamini-Zuma como presidenta de la Comisión de la Unión Africana.

También ejerció como cónsul honorario de la República Centroafricana en Israel y cultivó una relación estrecha con Umaro Sissoco Embaló, presidente de Guinea-Bisáu. Este le otorgó pasaportes diplomáticos que posteriormente utilizó para facilitar sus negocios internacionales.
Estas conexiones con líderes africanos reforzaron su imagen como intermediario político y financiero. Aunque muchas de estas relaciones han sido calificadas de "oportunistas" y "rodeadas de opacidad".
Nuevas estafas: Del Ejército ucraniano a la política francesa
La estafa al Ayuntamiento de Madrid no es un caso aislado. En 2022, Philippe Solomon fue acusado de otro fraude internacional, esta vez vinculado al suministro de uniformes militares para el ejército ucraniano.
A través de Sinclair & Wilde, pactó con la empresa turca Grup İmpeks el pago de 25,6 millones de dólares por la confección de uniformes. Estos serían revendidos al Ministerio de Defensa de Ucrania por 36 millones. Tras recibir un adelanto, Solomon desapareció sin realizar los envíos prometidos. Esto llevó a la empresa turca a presentar una denuncia ante el Tribunal Penal Superior de Estambul.

Paralelamente, las autoridades ucranianas abrieron una investigación por la entrega de fondos públicos sin auditoría previa. Un hecho que evidenció una red de corrupción que involucraba a funcionarios de alto nivel.
En un intento más de escapar a las consecuencias legales, en 2024 Solomon intentó presentarse como candidato a diputado en Francia. Presumiblemente, con la intención de obtener inmunidad parlamentaria o blindaje institucional. Su candidatura no prosperó, pero esto volvió a situarlo en el radar público y mediático.
Un patrón de conducta reiterado
Los expertos definen a Philippe Solomon como un "estafador profesional". Alguien con habilidad para operar en contextos de debilidad institucional y aprovechando lagunas legales. Su modus operandi incluye el uso de empresas pantalla, múltiples identidades, pasaportes diplomáticos y vínculos con figuras políticas de alto nivel. Gracias a ello ha logrado esquivar durante décadas la acción directa de la Justicia.
Según consta en los registros internacionales, el empresario ha sido investigado en al menos cinco países. Concretamente, por delitos que incluyen estafa, falsificación documental, financiación ilegal de campañas, blanqueo de capitales y fraude internacional. A día de hoy, está incluido en las listas de búsqueda de Interpol y pesa sobre él una orden europea de detención.
En el plano personal, Philippe Haim Solomon ha cultivado siempre un perfil extremadamente reservado. Está casado con Luba Hababou, una mujer de origen ruso-israelí con la que ha compartido residencia en varios países. Entre ellos Francia, Estados Unidos e Israel. No se tiene constancia de que tenga hijos, y no existen registros públicos de vida familiar activa ni presencia en redes sociales. Algo que refuerza su imagen como figura opaca y difícil de rastrear.
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