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Vista aérea de una fábrica grande rodeada de áreas verdes y árboles
INVESTIGACIÓN

La nueva revolución de Chocolates Trapa: El mito de Ruiz-Mateos contra Isabel Preysler

Tras la salida de Rumasa en 2011 la empresa palentina vuelve a obtener resultados con la entrada de los Fernández Calvo

Chocolates Trapa, la histórica firma con sede en San Isidro de Dueñas (Palencia), goza de renovados bríos. La empresa deja atrás la convulsa etapa en la que fue gestionada por la familia Ruiz-Mateos, que llevó su timón entre 1992 y 2011. 

El ejercicio 2024 cerró con una facturación de 61,6 millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 57 % respecto al año anterior. Esto confirma la consolidación de una etapa iniciada en 2013. Fue entonces cuando la empresa fue adquirida por el Grupo Europraline, de la familia Fernández Calvo.

En el año de la adquisición, Trapa apenas facturaba 1,5 millones de euros y arrastraba graves problemas de gestión y rentabilidad. Desde entonces, la empresa ha experimentado un crecimiento continuado, con tasas de doble dígito en los últimos ejercicios.

Para 2025, la dirección prevé alcanzar los 75 millones de euros en ventas. El objetivo es llegar a los 100 millones en 2027, según su presidente y CEO, Gerardo Fernández Calvo.

Actualmente, la compañía cuenta con una plantilla fija de 168 trabajadores, que se amplía hasta 220 durante la campaña navideña. Trapa considera que ha recuperado su posición como empleador relevante de  Palencia, donde opera desde hace más de un siglo.

Una etapa marcada por inversión y diversificación

Desde 2013, Trapa ha invertido 63,5 millones de euros. De los cuales, más de 40 millones se han destinado a modernizar su planta de producción, reforzar el equipo e impulsar el área de I+D. La fábrica actual fue construida en 2017 y reemplazó a la antigua planta.

El nuevo complejo incluye tres líneas de producción.  Una es para coberturas industriales, otra para chocolate convencional y una tercera especializada en chocolate sin azúcar. También cuenta con áreas de moldeado, envasado y almacenamiento.

Varias tabletas de chocolate Trapa en diferentes presentaciones y porcentajes de cacao dispuestas en filas sobre una superficie
Trapa. | EP

Gracias a esta transformación, Trapa ha ampliado su gama de productos, que incluye bombones, tabletas, chocolate en polvo, turrones y helados. Y desde este año, nuevas referencias como 'minicookies', chips de chocolate para repostería y un chocolate a la taza en formato 'brik'. Esto último es fruto de una colaboración con la cooperativa lechera zamorana Gaza.

Un 33% de las ventas actuales corresponden a mercados internacionales, en los que la empresa ha logrado consolidar su presencia.  Entre sus planes para los próximos ejercicios están la ampliación de esta presencia en el exterior, la diversificación de canales y la exploración de nuevos nichos de mercado.

Reconocimiento en el sector

En 2024, Trapa fue incluida entre las once principales empresas fabricantes de productos de chocolate y cacao en España. En la categoría de tabletas de chocolate y bombones, se situó entre los ocho primeros fabricantes nacionales, junto a grandes grupos del sector.

La compañía también participó recientemente en la Mesa del Cacao celebrada en Bruselas, organizada por la Comisión Europea. Allí fue la única representante española, junto a multinacionales como Mondelez o Maison Pierre Marcolini.

En ese foro, el consejero de Presidencia de Trapa, César Otero, intervino para solicitar una normativa europea más ágil y adaptada a las pymes del sector.

Precios, distribución y contexto de mercado

En un escenario de encarecimiento sostenido del cacao desde 2023, Trapa ha optado por limitar el impacto en el precio final de sus productos para mantener su competitividad.

La empresa ha ampliado su red de distribución, incorporando nuevos acuerdos con cadenas como Carrefour, Hermanos Martín, Fragadis y La Despensa. Estos se suman a distribuidores ya consolidados como El Corte Inglés, Alcampo, Dia, Consum, Makro, Eroski, Aldi, Gadisa, Vegalsa o Euromadi, entre otros.

De cara a los próximos años, Trapa planea seguir creciendo tanto dentro como fuera de España y consolidar su presencia en nuevos segmentos del mercado. Además de continuar desarrollando productos adaptados a nuevas demandas de consumo, como el chocolate sin azúcar o las fórmulas sin alérgenos.

Una mujer y un hombre elegantemente vestidos conversan en un ambiente cálido y difuminado
Ruiz-Mateos protagonizó un anuncio de Trapa. | YouTube

Cabe recordar que Trapa fue una de las primeras marcas del sector en eliminar el aceite de palma de su porfolio. Y ha renovado su imagen corporativa y su diseño de 'packaging' con materiales reciclables. Además, ha realizado inversiones en energía solar y mejoras en eficiencia energética en su planta.

Ruiz‑Mateos contra Boyer y Preysler: la guerra más mediática de los ochenta

La expropiación de Rumasa en 1983, ordenada por el ministro socialista Miguel Boyer, fue un punto de inflexión. A partir de entonces, comenzó una guerra pública y sin cuartel entre José María Ruiz‑Mateos y la pareja formada por Boyer e Isabel Preysler. El empresario jerezano desplegó una auténtica estrategia de acoso mediático. Envió camiones con gallinas y retretes a la urbanización de la pareja. Filtró el teléfono de Boyer en la prensa, acompañado de anuncios ridículos. Incluso llegó a orinar frente a su casa en señal de burla.

En 1989, la tensión escaló con un puñetazo de Ruiz‑Mateos a Boyer en los juzgados de Plaza Castilla, episodio inmortalizado por su grito: “¡Que te pego, leche!”. Poco después, Paloma Ruiz‑Mateos lanzó una tarta a la cara de Isabel Preysler ante las cámaras.

El empresario convirtió el conflicto en una marca personal. Fundó un partido político, la Agrupación Ruiz‑Mateos. Se disfrazó de Superman en actos públicos. Incluso usó su lema en anuncios de flanes y bombones para relanzar su imperio alimentario.

Lo que comenzó como una lucha por la restitución de su holding terminó siendo un fenómeno cultural, político y televisivo sin precedentes. Hasta su muerte, Ruiz‑Mateos sostuvo que Boyer había sido artífice de un “calvario” que transformó en espectáculo.

Con más de 130 años de historia y tras superar una de sus etapas más delicadas, Trapa se enfoca en consolidarse como uno de los principales actores del sector en España. La empresa cuenta con una estrategia basada en diversificación, internacionalización y control directo del proceso productivo.

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