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Dos fotos de la misma persona, una de joven con camisa de cuadros y otra de mayor con camisa beige.
INVESTIGACIÓN

Muere Garavito, 'La Bestia': El asesino en serie que torturaba a niños en América

Garavito cumplía condena en la cárcel de ‘La Tramacúa’ por el asesinato, violación, tortura y desmembramiento de niños

El pasado jueves, 12 de octubre, la autoridad carcelaria de Colombia confirmó que Luis Alfredo Garavito, alias ‘la Bestia’, murió en un hospital de Valledupar a los 66 años. Según apuntan algunas fuentes cercanas consultadas por medios locales, Garavito padecía cáncer en un ojo además de leucemia. El colombiano cumplía condena en la prisión de máxima seguridad 'La Tramacúa', en el norte de Colombia por crímenes  contra casi 200 niños, lo que lo ha convertido en uno de los asesinos en serie colombianos más polémicos y conocidos.

Tal y como han informado diversos medios de comunicación locales, la muerte de Garavito supone el fin de mucho sufrimiento, no sólo para las víctimas supervivientes y los familiares de quienes no tuvieron la misma suerte sino para la sociedad colombiana en general. Garavito entró en la cárcel en 1999y sus condenas sumaban un total de 1.853 años.

Gracias a una prerrogativa de la ley colombiana, que contempla la libertad para aquellos presos que hayan cumplido tres quintos de su condena, Garavito contaba con la posibilidad de quedar libre en un plazo de dos meses. Sin embargo, su delicado estado de salud impidió que fuera liberado en aquel momento.

Tres hombres en diferentes etapas de su vida, de izquierda a derecha: uno con camisa a cuadros, otro con camisa de botones y gafas, y el último con camisa de botones y expresión seria.
Luis Alfredo Garavito, alias 'la Bestia', a lo largo de los años | El Cierre Digital

Las polémicas de ‘la Bestia’ no hicieron más que aumentar cuando  Garavito dio desde la cárcel varias entrevistas en las que dejó ver una lucidez mental inesperada y una frialdad inhumana ante sus propios crímenes. La más famosa de estas entrevistas se la concedió al periodista colombiano Guillermo Arturo Prieto La Rotta, más conocido como Pirry, en 2006, En dicha entrevista negó haber violado a sus víctimas y aseguró que  cometió los crímenes por estar poseído por el diablo.

En varias ocasiones, Garavito aseguró que sufrió falta de afecto, maltrato físico y abuso sexual en su infancia. Además, diversos testimonios de su entorno cercano confirmaron que Garavito era un hombre con una fe arraigada que nunca manifestó los traumas que arrastraba.

La investigación tras el caso Garavito

Durante su procesamiento judicial, Garavito se declaró autor de secuestros, torturas, violaciones contra casi 200 menores de edad. Paralelamente confesó haber asesinado a 140 de ellos  a lo largo de 7 años en 59 municipios de Colombia. Aunque también cometió homicidios en Ecuador y Venezuela.

Además de confesarse responsable de los 140 asesinatos, en los años posteriores que estuvo en prisión dio más detalles sobre sus macabros crímenes, algunos de ellos siguen resonando en la memoria colectiva colombiana. Aunque quizá lo más polémico de todo fue explicar que  sentía un "placer indescriptible" cuando cometía los asesinatos.

Tras su arresto, la Corte Suprema de Justicia de Colombia tuvo noticias de Ecuador, que solicitaba la presencia de 'La Bestia' para que respondiera ante la justicia por los asesinatos de cuatro menores en el año 1998. A pesar de la insistencia del ejecutivo ecuatoriano, Garavito no se movió de Colombia.

Una imagen que muestra cuatro fotografías de niños en blanco y negro y a color.
Algunas de las víctimas confirmadas de Luis Alfredo Garavito | El Cierre Digital

La Fiscalía consideró 32 hechos más de los confesados por el asesino. El caso que dio inicio a la investigación fue el de tres niños, de 9, 12 y 13 años, que encontraron muertos en 1998 en una finca en Génova, Quindío, con signos de tortura y desmembramiento de algunas de sus extremidades, según expuso la Fiscalía.

Al asesino lo capturaron en una zona rural de la región de Villavicencio, su detención se produjo mientras intentaba agredir sexualmente a otro menor. En palabras del fiscal al cargo de su caso: “las condiciones del país eran supremamente complejas. Había un fenómeno de criminalidad que desbordaba las capacidades de los cuerpos de investigación, temas de terrorismo, de manejo de paramilitarismo, de la guerrilla y de unos magnicidios que tenían copada la actividad de la Fiscalía”, explicó el fiscal Jorge María Trejos durante una entrevista.

La Fiscalía tuvo que integrar un extenso equipo para la investigación, en el que se enrolaron operarios de diversas disciplinas científicas. Garavito confesó los primeros crímenes tras ser sometido a un interrogatorio de más de 8 horas.

El modus operandi de ‘la Bestia’

Tras la confesión del asesino y varios análisis psicológicos, se descubrió que Garavito llevaba a cabo sus asesinatos de una forma ordenada y bien premeditada,  encajando tanto sus métodos como su personalidad en el perfil de un psicópata.

Los investigadores desvelaron que  ‘la Bestia’ se hacía pasar por vendedor ambulante, monje, indigente, discapacitado y hasta representante de fundaciones de ayuda para niños. Las víctimas eran varones, generalmente de barrios pobres, entre 8 y 14 años, a quienes abordaba en parques, canchas deportivas y terminales de buses.

En un primer momento, les ofrecía dinero para posteriormente llevarlos a un lugar inhóspito, donde los asesinaba a sangre fría mientras estaba en estado de embriaguez. Anotaba en un cuaderno el lugar en el que había raptado a cada una de sus víctimas y la edad. Y era capaz de describir el sitio donde había dejado cada uno de los cadáveres.

Tres fotos de un hombre con gafas y bigote en diferentes momentos de su vida.
Fotografías de Luis Alfredo Garavito | El Cierre Digital

Los guardias que lo custodiaban en su tiempo en la cárcel, los investigadores judiciales y varios periodistas explican que Garavito era un hombre manipulador y capaz de mostrar convenientemente diferentes personalidades. Rafael Poveda, uno de los últimos periodistas en entrevistarlo el pasado año 2022, relató: “con el ojo derecho, que es el que le queda abierto, era como si lanzara unos rayos equis que te llegan al hueso, a lo más adentro, es un tipo que te trata de intimidar”.

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