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En la imagen se observa a un hombre sujetando a una mujer por detrás en la primera parte, mientras que en la segunda parte el mismo hombre está de pie en un estacionamiento, con una mano en la cara y vistiendo una camiseta blanca y shorts rosados.
INVESTIGACIÓN

Lo que se esconde tras la expulsión de la escort brasileña del club la Moraleja

El origen de los hechos acontecidos el pasado domingo 10 de julio en el Real Club la Moraleja fue un divorcio.

Un audio enviado por J.G.S.  –el socio del Club la Moraleja expulsado junto a su acompañante escort el pasado domingo– y al que ha accedido elcierredigital.com confirma que el motivo real desu asistencia al club acompañado de la brasileña Sol tiene que ver con los problemas matrimoniales por los que estaba pasando, al conocer que su mujer le había engañado.

En el audio se puede escuchar: “Mi esposa me quiso quitar la membresía del club por lo que decidí que no iba a ser ella la que me lo quitase. Si de cualquier forma voy a perder la membresía, voy a hacerlo con dignidad”. El empresario llevó prostitutas al club para ser sancionado y expulsado del club, ya que de cualquier forma ya la tenía perdida, según él.

En la actualidad se relacionaba con el mundo financiero y estaba vinculado hasta ahora a una importante cadena hotelera española, con inversiones en el Caribe. El comportamiento pasivo de J.G.S tenía un fin.

La intención de J.G.S era conseguir armar el mayor 'jaleo' posible para así dar lugar a una expulsión “justificada”. Este empresario utilizó a Sol como medio para su fin, que era conseguir su expulsión del club. La chica acudió al club como si de una cita normal se tratase, lo que no sabía es que J.G.S quería que la joven armase el mayor 'follón' posible.

J.G.S en ningún momento le informó a Sol de las normas del club ni mostró ademán alguno de hacer algo, como se puede observar en los vídeos a los que ha accedido elcierredigital.com, ante la situación que él había generado. En ningún momento trató de ayudar o mediar entre la joven y las personas que le increpan porque ese era su objetivo. Después de lo ocurrido y del artículo publicado este miércoles por elcierredigital.com, J.G.S ha borrado su perfil de LinkedIn.

En un segundo vídeo que ha circulado –al que ha accedido elcierredigital.com– se ve cómo la joven, una vez ya fuera del recinto, tiene que hacer frente a cuatro personas mientras J.G.S se está fumando un cigarro y observando todo sin involucrarse.

También se puede ver cómo uno de los socios presentes lanza las sandalias de la joven lo más lejos posible mientras dice “fuera cojones, fuera de aquí”. Mientras tanto, el socorrista tira al suelo a la joven y le hace una llave mientras ella dice “quiero irme a mi casa”. Se puede observar como la mujer es expulsada a la fuerza entre dos hombres, que desde un primer momento la graban con el móvil y luego la echan a empujones.

El 'motivo' de la expulsión de la escort brasileña

La joven escort brasileña, de nombre Sol, se dispuso a hacer topless el pasado domingo 10 de julio en la piscina Real Club la Moraleja. Desconociendo las normas del sofisticado recinto privado, Sol sufrió la increpación de varios miembros del selecto club madrileño, convirtiéndose en el foco de atención. Tanto ella como su acompañante se dieron cuenta de que estaba siendo "juzgada e insultada" por las personas que se encontraban en la piscina.

Después de estos hechos y la entrevista exclusiva de elcierredigital.com, la escort ha borrado las fotos de su perfil en la cuenta online 'Slumi', en las que aparecía su cara.

Elcierredigital.com contactó en exclusiva con Sol, la brasileña que acompañaba al socio del Club de La Moraleja en este incidente ocurrido el pasado domingo 10 de julio. Esta joven no habla español, ya que llegó a España hace muy poco del país del que es originaria, Brasil. Este aspecto también complicó el entendimiento entre ella y la seguridad del club, que le avisó de que debía taparse, aunque "no entendí bien lo que me decían", explicó la joven. 

Una mujer con cabello rubio y un bikini amarillo sostiene una botella de cerveza en un entorno al aire libre con mesas y personas al fondo.
Sol, la escort brasileña | El Cierre Digital

Sol relató los hechos, según su versión, a elcierredigital.com: “Quedé con mi cliente, comimos en el club y bajamos a la piscina. Yo estaba tomando el sol y dos señoras estaban hablando mal de mí, diciendo que no era apta para el club. Mi cliente me dijo que toda la gente de allí tenía prejuicios contra mí. Decían que mi bikini no era apropiado, que les estaba  enseñando mis pechos y que estaba borracha”.

“Yo fui a la barra para pedirme una bebida. Cuando estaba llegando allí, el encargado me dijo que no podía ir así vestida porque era inapropiado. Me puso una toalla porque iba en bikini, me negué a ponerme la toalla y me expulsaron del club",aseguró la joven a elcierredigital.com.

Elcierredigital.com se puso en contacto con el Real Club La Moraleja, quienes declararon únicamente: “No queremos dar ningún tipo de información pese a que el tema ha trascendido, ya que somos un club privado”.

Expulsados e increpados por los socios del club 

La joven sostiene que se sintió maltratada: “Fueron malos conmigo, recibí un trato muy malo, estoy muy mal por todo lo sucedido y no sé qué hacer”. Finalmente, tras varios minutos de forcejeo con varias personas, la mujer y el socio en cuestión abandonaron el club mientras seguían increpándoles los socios presentes.

Varias personas en el suelo en una situación confusa.
Un socorrista y un hombre de seguridad inmovilizan a la escort brasileña a las puertas del Club la Moraleja. | El Cierre Digital

Fuentes cercanas a elcierredigital.com explican que el socio tenía problemas familiares y que por eso acudió acompañado de una escort.Por otro lado, los miembros del club exclaman en el vídeo que  el “responsable” de lo sucedido es J.G.S, ya que es quien conoce las normas.En el vídeo puede escucharse como un socio dice: “Este impresentable debería ser sancionado, seis meses sin entrar en el club, este tío está aquí sin hacer nada, tiene que ser expulsado del club”.

En este vídeo también se oye cómo la mujer dice en brasileño que los va a denunciar por delitos de odio, algo que en Brasil es un delito máximo. Ella se negaba a irse porque había perdido su bolso y su móvil, y “hasta que no lo encontrase” no se iba a ir.

Según fuentes de seguridad consultadas por elcierredigital.com, la actuación de los encargados de la vigilancia y el socorrista "fue desmedida", pues la joven ya estaba fuera del recinto y, según afirman, este tipo de acciones como "la llave efectuada por el socorrista las tiene que llevar a cabo la policía, ya que son quienes están cualificados para este tipo de situaciones".

Sol concluyó: “Estoy muy mal, me trataron fatal y en ningún momento intentaron explicarme las cosas bien, me echaron por la fuerza”.

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