
Lo que oculta la supuesta creación de Hamás por Israel: 'Favorece su interés en Gaza'
El exconsul español Ignacio García-Valdecasas ya desveló las contradicciones de Israel, Hamás y el conflicto palestino
Las declaraciones de Benjamin Netanyahu, presidente de Israel, sobre la supuesta creación de Hamás han dado la vuelta al mundo. Y es que el mandatario ha reconocido públicamente haber permitido la financiación del grupo terrorista.
Su objetivo era favorecer la división de la causa palestina, liderada hasta la aparición de Hamás por la Autoridad Nacional Palestina impulsada por el fallecido Yasir Arafat. "¿Por qué se hizo? Porque queríamos mantener divididos a Hamás y a la Autoridad Nacional Palestina", señaló Netanyahu.
A medida que el conflicto en Gaza alcanza niveles sin precedentes de destrucción y polarización internacional, el excónsul general en Jerusalén y embajador ante la Autoridad Nacional Palestina, Ignacio García-Valdecasas, lanza en conversación con elcierredigital.com una advertencia clara y rotunda: el conflicto no comenzó el 7 de octubre de 2023, ni se limita a Hamás.

Con décadas de experiencia diplomática en Oriente Medio, Valdecasas desenmascara, en una extensa conversación, las contradicciones de Israel, las omisiones de Occidente y la tragedia estructural de Palestina.
Lejos de la narrativa oficial, García-Valdecasas desmonta la idea de que Hamás sea simplemente un enemigo externo de Israel. “No hay pruebas físicas de que Israel creara Hamás”, reconoce, “pero cuando era una plantita débil, fue regada y abonada por los servicios israelíes. Eso ya se conocía hace años entre los palestinos”.
Esta estrategia, afirma, no buscaba fortalecer a Hamás por afinidad, sino por conveniencia. “Tras los Acuerdos de Oslo, la Autoridad Palestina reconoció a Israel y renunció a la violencia. Eso dejó sin argumentos a los radicales israelíes, que no correspondieron reconociendo a Palestina. Necesitaban un enemigo interno para justificar la represión y el estancamiento del proceso de paz”.

La existencia de Hamás, una organización que no reconocía al Estado de Israel y defendía la violencia, era “la pieza perfecta para que los sectores más extremistas dentro de Likud y otros partidos de derecha pudieran justificar su oposición a los acuerdos de Oslo y mantener su agenda expansionista”.
Valdecasas no duda en vincular este fenómeno con la historia reciente. “Esos mismos radicales que luego estuvieron en el poder fueron los autores materiales y/o intelectuales del asesinato del expresidente israelí Isaac Rabin”.
Estas declaraciones recuerdan otra intervención de Valdecasas en elcierredigital.com, apenas unos días después del terrible atentado del 7 de octubre de 2023. Por entonces, García-Valdecasas se cuestionaba el alcance de la inteligencia israelí, especialmente a la hora de prever el ataque terrorista de Hamás. Ahora, las declaraciones de Netanyahu vuelven a poner sobre la mesa el delicado entramado entre Hamás, Israel y Palestina.
Las elecciones de 2006: el comienzo de la fractura definitiva
Uno de los momentos más críticos de este conflicto interno y externo fue la celebración de elecciones legislativas palestinas en 2006. “La comunidad internacional presionó a la Autoridad Palestina para permitir que Hamás participara. Querían democracia, decían”, relata Valdecasas. “Hamás ganó. Y entonces los mismos actores que pidieron elecciones libres exigieron que no se les entregara el poder”.
Esta contradicción, según él, generó una crisis institucional que derivó en una guerra civil entre Hamás y Fatah. El resultado fue la división de facto del territorio palestino: Hamás se quedó con Gaza y Fatah con Cisjordania.
“Fue una jugada maestra para Israel”, afirma. “Una Palestina dividida y enfrentada internamente ya no podía ser un socio de paz creíble. Y Hamás pasó a ser la excusa perfecta para aplicar castigos colectivos, bloqueos y operaciones militares”.
Qatar, Egipto e Israel: la red de financiación encubierta
Sobre la financiación de Hamás, Valdecasas ofrece un relato detallado y cargado de ironía amarga. “Cuando yo estaba allí, era público que enviados de Qatar viajaban con maletines llenos de billetes. Lo hacían con el consentimiento de Israel. Lo sabían todos”, dice.
Según el diplomático, Israel controla la olla a presión de Gaza. “Permitían esa financiación para mantener el control. Ni demasiado combustible para explotar Gaza, ni tan poco como para provocar una crisis incontrolable”. Qatar no actuaba solo: también Egipto colaboraba con Israel en el bloqueo de Gaza.

“Para Egipto, Hamás representaba una extensión de los Hermanos Musulmanes, una amenaza política”, explica. “Por eso cerraban el paso de Rafah y cooperaban en el cerco a Gaza”.
Esta financiación fue durante años “un secreto a voces”, hasta que ahora el propio Netanyahu lo reconoce públicamente. “Lo que antes era un secreto a voces, ahora es una confesión de parte”.
Gaza: ocupación, represión y colapso humanitario
Si hay una definición que García-Valdecasas repite varias veces, es esta: “Gaza es la mayor cárcel al aire libre del mundo”. Y no se trata de una metáfora: según el derecho internacional, lo que sucede allí constituye una ocupación militar de facto.
“Israel controla las fronteras, el agua, la electricidad, los alimentos. Decide cuándo entra un camión de ayuda o cuándo sale un enfermo. Incluso cuándo corta la luz. Eso, según la Cruz Roja Internacional, es un territorio ocupado”.

Pero el drama es doble: a la ocupación externa se suma la represión interna. “Los gazatíes sufren una doble opresión: la de Israel y la de Hamás. El régimen de Hamás es autoritario y religioso. No hay democracia ni libertades”.
La combinación es letal: “Hamás no representa a todo el pueblo palestino, pero Israel sí castiga a todo el pueblo palestino como si lo hiciera. Además, los objetivos de Israel hace tiempo que dejaron de tener que ver con Hamás”.
Crímenes de guerra y genocidio: “A la espera del Tribunal Internacional”
Sobre la responsabilidad penal de los actores en conflicto, Valdecasas es claro. “Tanto Israel como Hamás —que no Palestina— han cometido crímenes de guerra. Eso no lo digo yo, lo ha dicho el Tribunal Penal Internacional”.
En mayo de 2024, la Corte emitió órdenes de arresto contra Netanyahu, su ministro de Defensa y líderes de Hamás. Valdecasas celebra que al fin haya una instancia internacional que actúe. Pero es cauteloso con el término “genocidio”: “Prefiero esperar a que se pronuncie el Tribunal Internacional de Justicia. Sería una condena con implicaciones históricas. Haría cómplices a muchos países occidentales”.

“Sudáfrica ha presentado una denuncia bien estructurada. Y no necesitó aportar pruebas externas: se basó en las propias declaraciones públicas de Netanyahu y su gabinete. Los propios políticos israelíes se jactan de lo que están haciendo. De hecho, el 60% de los ciudadanos israelíes apoyan esta versión de la ‘limpieza’ de Gaza”, recuerda.
Europa y la doble moral: “Medimos con dos varas”
Uno de los reproches más duros de Valdecasas es hacia Europa. “Somos los campeones de la doble vara. En Ucrania hablamos de derecho internacional, en Gaza de seguridad israelí”.
Denuncia también el oportunismo político en España: “La masacre de Gaza se ha convertido en un arma arrojadiza para la política interna”, afirma con pesar.
“La izquierda, que durante el franquismo era antiisraelí, ahora defiende a Palestina. La derecha, que entonces criticaba el sionismo, ahora abraza a Israel sin matices".
¿Paz? “Solo si la impone el exterior”
Valdecasas es tajante: la paz no llegará desde dentro. “La única solución es que se imponga desde fuera. Pero eso no ocurrirá mientras Estados Unidos siga siendo la superpotencia que es”.
Incluso una solución intermedia, como la administración internacional de Gaza, le parece inviable: “Hamás no aceptará un gobierno de la ONU. Ni desarmarse. Ni ceder el control”.

Y sobre la famosa “solución de dos Estados”, se muestra escéptico: “Fue una trampa desde el principio. A los palestinos se les dijo: 'si sois buenos, democráticos y pacíficos, os reconoceremos y tendréis un Estado'. Pero no se les dio nada, era una trampa de Europa jugando al 'solitario'. Nunca hubo voluntad de negociar de verdad”.
El asesinato de Rabin: el momento en que se cerró la ventana de la paz
Para Valdecasas, el punto de inflexión fue claro: “Cuando los propios israelíes que ahora están en el gobierno mataron a Isaac Rabin, murió la paz. Él era el artífice de los acuerdos de Oslo, y su asesinato fue el inicio de la radicalización definitiva”.
Recuerda las visitas de Shimon Peres, ministro de exteriores de Rabin, a Bruselas en los años noventa, cuando aún existía una visión regional de paz. “Decía que Israel no podía vivir eternamente rodeado de mil millones de personas que lo odian. Querían llevar a cabo una solucion pacífica, pero esa visión se perdió con la muerte de Rabin”.
Los países de la OTAN, afirma, fallaron al no reconocer a Palestina cuando tuvieron la oportunidad. “Si en ese momento se hubiera reconocido su Estado, hoy estaríamos en otro lugar”.
“Un conflicto de 76 años que nadie quiere resolver”
Ignacio García-Valdecasas no ofrece una solución mágica. Pero sí un diagnóstico claro: la guerra no empezó en 2023, ni en 2006. Comenzó en 1948 y sigue sin resolución porque muchos actores internacionales no tienen voluntad real de solucionarla.
“Hamás ha sido funcional a la estrategia israelí. Israel ha sido funcional al miedo occidental. Y los palestinos, una vez más, han sido peones en un tablero global”.
Para Valdecasas, el reconocimiento, la justicia y la presión externa son las únicas llaves posibles hacia una solución. Pero por ahora, parece que no es viable.
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