El emporio de Jesús Gil Marín: Hace caja en las gradas del Metropolitano con Gilmar
El exalcalde de Estepona y hermano del actual dueño del Atlético de Madrid lleva 41 años al frente de esta inmobiliaria
El primogénito de Jesús Gil y Gil, Jesús Gil Marín, no da puntada sin hilo. Su último proyecto tiene relación con el Atlético de Madrid, propiedad de su hermanoMiguel Ángel y del que él mismo fue vicepresidente.
Su inmobiliaria Gilmar ha puesto el 'kilométrico' palco que dispone en el estadio Cívitas Metropolitano en favor de la plataforma de venta Fotocasa. Ambas compañías han creado un apartamento para que un grupo de aficionados pueda ver el Atlético-Real Madrid desde la cama.
"Esta exclusiva Fan Home ofrece todas las comodidades de ver un partido desde el sofá de casa. Pero con las mejores vistas posibles: el campo de juego del Atlético de Madrid. Además, el afortunado podrá invitar a 10 amigos a disfrutar del partido con él, como si de su casa se tratara", explica Fotocasa.
El partido se disputará el 29 de septiembre y en principio será una acción comercial de Fotocasa, que ha sorteado su uso. Pero fuentes del club señalan que Gilmar "podría comercializar este apartamento para personas con alto poder adquisitivo".
El ganador, además, disfrutará de un tour privado por el estadio y el museo, guiado por una leyenda del club. También podrá participar en un curso de cocina en la misma Fan Home y degustar los platos preparados. Antes del partido, tendrá acceso a la Fan Zone y será entrevistado en directo por el youtuber colchonero ViTuber.
Fotocasa dice que junto a Gilmar está "haciendo historia en el Cívitas Metropolitano al crear la primera Fan Home dentro de un estadio de fútbol español".
Gilmar SA
Consulting Inmobiliario Gilmar SA celebró el pasado año su 40 aniversario de la mano de sus dos fundadores. El primogénito de Jesús Gil y Gil, Jesús Gil Marín, y su socio Manuel Marrón.
Ambos al más puro estilo Gil padre, exalcalde de Marbella, invitaron a 600 personas. Entre ellos había trabajadores, colaboradores y familiares a uno de los mejores resorts de República Dominicana. El lujoso Lopesan Costa Bávaro, en Punta Cana.
Fiestas en la playa, castillos de fuegos artificiales y arengas de los propietarios. También discursos del viceministro dominicano turístico Roberto Henríquez y hasta un concierto de Pitingo 'invadieron' Punta Cana.
Casas de lujo
Gilmar nació en 1983 de la mano de Gil Marín, entonces tenía 21 años y, según dicen, "pocas ganas de estudiar". El primogénito del polémico Jesús Gil y Gil ahora disfruta de la salud de hierro de su inmobiliaria. Este negocio ha abierto locales en Chueca o Tenerife con el objetivo de seguir buscando a clientes de alto poder adquisitivo.
¿Su objetivo? Un trabajador de Gilmar explica a Elcierredigital.com que la especialidad de la casa es "generar confianza". Lo hacen freciendo "pasión, compromiso e ilusión", tal y como reza uno de los lemas de esta empresa. La compañía ofrece en venta casi un millar de casas residenciales en Madrid.
Esta es una de las siete líneas de negocio de Gilmar. El grupo ofrece obra nueva, alquileres, suelo, locales, inversiones y fincas rústicas.
Sonrisas y lágrimas
Jesús Gil Marín recuerda su adolescencia como "maravillosa", ya que circulaba "en moto sin carné ni casco, en caballo por la noche de El Espinar a Los Ángeles de San Rafael". Este último complejo residencial fue edificado por su padre.
En su más tierna infancia tuvo que derramar muchas lágrimas porque cuando apenas tenía 8 años un comedor de Los Ángeles de San Rafael se derrumbó y su padre acabó en prisión: "Fue muy duro en la época del colegio. He vivido el hundimiento de Los Ángeles de San Rafael, su entrada en prisión, una quiebra, una suspensión de pagos. He tenido una escuela dura. Y por eso, tengo un entrenamiento distinto para afrontar cosas que a otros les sobrepasan", reconocía en El Economista.
De Gil y Gil no reniega: dice que su "mayor ejemplo" y se muestra orgulloso de ser "un Gil". Los que le conocen aseguran que de su padre ha heredado su amor por montar a caballo. La naturaleza. Y su obsesión por el dinero como fuente de poder.
Jesús Gil Marín combinaba desde joven suspensos académicos y su olfato en los negocios. "A los 12 años me ponía en la puerta del bingo. Y vendía a los amigos de mis padres una docena de huevos 20 pesetas más cara que en el mercado", recuerda.
"Con 17 años mi padre vio que se podía fiar de mí y me dejó gestionar el club náutico. Y también me encargué de llevar el cable esquí a la urbanización. Los Ángeles de San Rafael ha sido mi universidad", añade.
En aquella época gestionaba la discoteca familiar Maroma, que organizaba paseos por el pantano de Los Ángeles de San Rafael con chicas en bikini en un barco. y conoció a su socio Manuel Marrón, un camarero devenido director comercial de la urbanización gilista y finalmente en empresario.
"Con mentalidad de empresarios pensamos que si vendíamos casas a 65 kilómetros de Madrid, por qué no hacerlo en la capital. así que decidimos montar Gilmar con una inversión de 300.000 pesetas cada uno", explica Gil Marín.
Independencia y fiesta
A los 21 años Gil Marín, con un capital de 300.000 pesetas sumado a otro tanto aportado por su socio, se independizó de su padre (fue el único de los cuatro hijos en hacerlo). Y se marchó a Madrid para poner en marcha Gilmar. "Hasta que me independicé profesionalmente me llamaba todos los días a las 7 de la mañana para hablar de negocios, a veces me pillaba volviendo de fiesta...", recuerda.
Eso sí, nunca cortó sus lazos familiares tal y como se evidenció en su seguidismo a la hora de zambullirse en política. Es por ello que fue alcalde de Estepona con el partido GIL entre 1995 y 1999. En esta etapa dejó 1,71 millones de gastos sin justificar. Y en el mundo del deporte, fue vicepresidente del Atlético de Madrid hasta el año que murió el patriarca, 2004.
Gil Marín reconoce entre risas que a su padre "le costaba pagar impuestos". Y ahora apoya a su hija, Rocío Gil Oset, que ha aparcado el mundo de la moda para coger galones en Gilmar.
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