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Edificio industrial verde con el logo de Gullón al frente de una montaña nevada bajo un cielo azul.
INVESTIGACIÓN

Gullón se hace de oro mientras pide dinero público para el transporte de sus empleados

La empresa galletera pide al Gobierno cántabro que le pague pese a batir récord de facturación en 2024 con 690 millones

Galletas Gullón ha pedido al Gobierno de Cantabria que financie el transporte del medio millar de cántabros que trabajan para ellos. Y con ello, ha levantado polémica. Especialmente, porque la compañía acaba de batir su récord de facturación gracias al extraordinario crecimiento de sus exportaciones. 

El principal productor de galletas de España pide ayudas al Gobierno de Cantabria. Galletas Gullón, con sede en el palentino municipio de Aguilar de Campoo, cuenta con 2.100 empleados. 

El diario regional Alerta de Cantabria ha respondido a la exigencia con tono bronco. "No es lógico ni razonable que una empresa millonaria se desentienda de sus responsabilidades. Mientras que el Gobierno de Cantabria se ve presionado para usar dinero público para pagar el transporte de trabajadores que laboran para una compañía con gran solvencia económica". 

"Resulta absurdo que los cántabros que se esfuerzan por llegar a fin de mes tengan que costear algo que le correspondería a la propia empresa Gullón", añade el diario ultraconservador. 

Y rematan: "El Gobierno ya tiene sobre sus hombros suficientes desafíos, como la despoblación, la sanidad y la educación. Como para que ahora se vea metido en el papel de sostener los gastos de una empresa privada que goza de una excelente salud económica". 

Otras voces recuerdan que han sido los trabajadores de Gullón los que han pedido al Gobierno "simplemente que cumpla una promesa". Esta fue realizada por el expresidente Miguel Ángel Revilla y por la actual presidenta, María José Sáenz de Buruaga

Año récord

Galletas Gullón cerró 2024 con una facturación de 690 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 9,5% respecto al año anterior. Estas cifras, tal y como admite la empresa, le permite recuperar los niveles de rentabilidad previos a la covid. 

Este resultado, aseguran, tiene su origen en la eficiencia productiva, la innovación y la exportación. Su CEO Juan Miguel Martínez Gabaldón dice que "hace tiempo que está presente en nuestro plan el hecho de potenciar nuestros productos saludables. Y una vez que hemos obtenido el éxito a nivel nacional, estamos exportándolo al resto del mundo. Esto, junto a la reinversión del beneficio, hace que nuestra estrategia anual haya resultado exitosa". 

Una mano saca una galleta de un paquete de galletas sin gluten de la marca Gullón, rodeado de cajas de diferentes tipos de galletas sin gluten, junto a ingredientes como chispas de chocolate, frambuesas y avena sobre una superficie clara.
Galletas Gullón. | EP

La compañía alimentaria ha logrado ventas por valor de más de 300 millones de euros en exportaciones, un 44% del total de facturación. Esto supone dos puntos porcentuales más que el año anterior. 

La guerra 

Manuel Gullón fundó en 1892 esta empresa. A partir de los años 50 del siglo pasado comenzó un proceso de diversificación sobre los productos tradicionales.

El prematuro fallecimiento en accidente de tráfico del nieto del fundador, José Miguel Gullón, empujó a la presidencia a su mujer, María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas. El fichaje de Juan Miguel Martínez Gabaldón en 1986 como director general contribuyó al crecimiento de la empresa. 

Entre los hitos de la compañía en los últimos años caben destacar la creación de la primera galleta integral de España (1986). Sin olvidar la internacionalización, iniciada a partir de 2000, y el lanzamiento de la exitosa Diet Nature sin azúcar (2002). 

La familia parece haber aplacado la guerra fratricida que llevó en 2009 a la destitución de María Teresa Rodríguez como presidenta. Y de Martínez Gabaldón como director general. Una sentencia dictó que el directivo debía ser readmitido o recibir nueve millones de euros por este despido declarado improcedente.

"Quieren quitarme Gullón, que es toda mi vida. Yo no quiero ir a la fábrica como un florero. La empresa será algún día para mis hijos, sí, pero cuando yo quiera, no cuando ellos digan", decía la directiva. 

Para revertir la situación, la matriarca del clan celebró en 2010 junto al directivo una esperpéntica Junta de Accionistas en un coche situado a la entrada de la fábrica. Y es que su acceso a la misma estaba entonces vetado para ellos.

En aquella cita, celebrada con un notario como testigo, María Teresa, su hija y Martínez Gabaldón cesaron a los tres hijos varones de la matriarca. Y a sus dos hermanos como consejeros.

Finalmente, Martínez Gabaldón mantuvo el cargo (aparejado a un sueldo que hace 15 años alcanzaba los 1,8 millones anuales). 

Personas dentro de un coche sosteniendo carteles que anuncian una junta general extraordinaria de una empresa.
La Junta más surrealista de Gullón. | EP

El origen de la disputa fue una guerra familiar avivada por la supuesta deslealtad que suponía que Martínez Gabaldón quisiera hacer caja con unos terrenos que compró junto a la fábrica. "Quería vendérselos a la empresa por cuatro millones. No había pagado por ellos ni 300.000 euros", aseguró el hijo mayor de la presidenta Félix Gullón.

Otro foco de tensiones era la negativa de la matriarca a repartir dividendos y apostar por reinvertir los beneficios. 

La madre ganó ese pulso gracias a que sumaba más del 80% de las acciones con las de su hija y las del propio directivo, convertido en accionista. Mientras, sus hijos le acusaban de estar abducida por Martínez Gabaldón.

En 2019 la matriarca dejó la presidencia en favor de su hija Lourdes, que la nombró presidenta de honor. 

Gullón crece a gran ritmo a nivel internacional

Gullón atraviesa un extraordinario momento. "Estamos exportando a más de 125 países y tenemos empresas filiales en Portugal, Reino Unido, Italia, Francia y Estados Unidos. Tenemos capacidad y estructura para ser una empresa muy exportadora y aprovechar cualquier oportunidad", dice el director general. 

Señala Martínez Gabaldón que "el futuro está en la exportación. Y seguiremos invirtiendo en su desarrollo, tal y como hemos venido haciendo en los últimos 20 años. El objetivo es consolidar nuestra marca y ampliar cuota de mercado. Somos una industria estratégica con posibilidad de transformar las materias primas de la agricultura, valorizarlas y venderlas al exterior. Y esto hace que seamos un generador neto de divisas para la economía española". 

La empresa ha comprometido una inversión para 2025 y 2026 de 20 millones de euros. Con ello pretender ampliar su capacidad logística y de almacenamiento de materias primas y material auxiliar. También existe otra inversión comprometida en cinco líneas de producción de su nueva fábrica, 'Vida 2', que entrarán en funcionamiento a lo largo de 2026. 

La galletera ha superado en 2024 los 2.100 puestos de trabajo directos en el mundo rural. Lo cual supone un millar más que hace siete años. 

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