Guardias Civiles denuncian 'infames' condiciones en los GRS
DESDE AUGC SEÑALAN QUE ADEMÁS DE ESTA "PENOSA SITUACIÓN" TIENEN DIETAS DE SOLO 28 EUROS AL DÍA
Con el caso Cuarteles llamando a la puerta y el caso Mediador sorprendiendo a toda España, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado en redes sociales las infames condiciones de vida en el Plan Específico de Instrucción (PEI) de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS). En este caso, ha sido a través de Twitte. El PEI es un plan de instrucción anual donde se hacen las prácticas que un guardia civil tendría en el día a día.
Entre otras cosas, AUGC denuncia las minúsculas dietas, de tan solo 28 euros al día, que recibe y que, pese a computar ocho horas, las comisiones de servicio se alargan entre 12 y 16 horas. Además, quieren dar a conocer que viven hacinados en habitaciones sucias y deficientes, y que están sometidos a su horario en tiempo de descanso. Fuentes cercanas declaran que "es sorprendente ver estas condiciones de vida en Guardias Civiles que viven para el trabajo mientras otros se lo gastan en putas".
La denuncia de AUGC en 2022
Esta situación ya fue denunciada desde AUGC en septiembre y marzo de 2022. “Las prácticas intensivas están cada vez más militarizadas y con reseñables diferencias entre los mandos y el resto de componentes. Mientras que los superiores y algún Guardia Civil allegado están alojados en residencias, en habitaciones dobles e individuales hasta con televisión, los demás están en acuartelamientos, con duchas y aseos comunitarios donde hay turnos de uso”, explicaban en un comunicado.
Desde AUGC sostenían que “la Dirección General de la Guardia Civil parece estar totalmente al margen de nuestros problemas y necesidades. Vivimos en una permanente situación de descuido y parece que no hay pretensión de mejora. En los Planes Específicos de Instrucción el malestar se está extendiendo por el menosprecio reiterado hacia ciertos componentes”. Un año después de estas quejas, según AUGC todo sigue igual, incluyendo las condiciones de las instalaciones.
Según explica la Asociación Unificada de Guardias Civiles, los problemas no solo tienen lugar durante las prácticas obligatorias, sino que también afectan a la seguridad de los miembros de los GRS. "Muestra de ello es que los miembros del GRS 8 efectúan traslados de los presos sin garantías sobre su propia integridad física y carecen de un descanso efectivo por culpa de la configuración de los turnos", reivindican. Y aseguran que estos problemas se dan en muchas especialidades como Seguridad Ciudadana o la Agrupación de Tráfico.
Otro contratiempo que dicen sufrir está relacionado con el abastecimiento de material y la herramienta que se utiliza para solicitarlo. "Con el sistema de petición de prendas de trabajo transcurre tanto tiempo desde que se pide hasta que se recibe que en ocasiones incluso se producen cambios de temporada antes. De este modo, la recepción de la uniformidad de verano a veces tiene lugar en otoño o invierno y hay ocasiones en las que ni tan siquiera es la adecuada para la zona en la que se trabaja", sostienen.
"Lo que buscan es ahorrar dinero y parecemos títeres"
Jesús Estévez, coordinador de los GRS a nivel nacional, afirma que “hace dos años se cambió la actividad de las prácticas de la Agrupación de Reserva y Seguridad. Parece que la agrupación quiere ahorrar dinero porque las dietas son bajas y no quieren meternos en hoteles justificando que lo hacen para quitarnos nuestra zona de confort. A consecuencia de esto nos están alojando en cuarteles militares o cuarteles que están en desuso y que están desgastados. Por lo tanto estos cuarteles tienen ciertas deficiencias y no cuentan con desayuno, además solo nos dan 28 euros de dietas para desayunar, comer y cenar. Cabe remarcar que nuestros alojamientos siempre deberían incluir desayunos”.
“Cobramos una dieta que es del 2005 y está anticuada, esta dieta es de 77 euros, pero como nos alojan en cuarteles militares nos dan sólo 28 euros. El problema a mayores es que nosotros tenemos una jornada donde nos catalogan como si estuviéramos estudiando, la clave de esto es que son ocho horas deducibles, pero como ellos quieren dar toda la materia que tiene que darse nos hacen ir de mañana y de tarde, por lo que terminamos haciendo más de diez horas”, reclama el coordinador de los GRS.
Jesús Estévez explica que “a esto hay que sumarle que los oficiales y sargentos no se alojan en estas condiciones, sino que se alojan mejores habitaciones y dependencias. Nosotros compartimos con cuatro o cinco personas la habitación y ellos con dos como mucho. Todo esto ha generado un desagrado generalizado, porque nos mandan fuera de casa cuando lo podemos hacer en nuestra base, y encima en malas condiciones. No vemos coherente que se nos esté ninguneando de esta manera. En estas condiciones las horas de ocio y descanso son inexistentes, porque además existe un toque de queda y unas horas de silencio que te impiden hacer lo que harías para distraerte. Cada vez vamos a peor, a esto hay que sumarle que gran parte del material está roto u obsoleto. Ante esto lo que dicen es que no hay dinero y que todo está perfecto”.
“Solicitamos hacer unas prácticas reales que sean útiles y hacerlas en buenas condiciones para poder desconectar en tu tiempo libre, ya que sirven para reafirmar cada año nuestras capacidades, cuando en muchas ocasiones hemos demostrado que estamos preparados para trabajar. Lo que buscan es ahorrar dinero y parecemos títeres. Esto es como lo que está pasando con los casos de corrupción, que todos somos conscientes pero nadie denuncia nada ni trata de poner remedio” concluye.
Carta de la APROGC a la directora general María Gámez
Siguiendo a estas quejas, la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) ha dirigido una carta a la Directora General de la Guardia Civil, María Gámez Gámez. En este escrito, al que ha tenido acceso elcierredigital.com se expresa lo siguiente:
"De unas semanas a esta parte, estamos viendo como vilipendian a la Institución a la que pertenecemos, sin más argumentos que la desgraciada coyuntura temporal en la que unos casos abiertamente públicos, y ya judicializados de corrupción, están sacudiendo a determinados miembros de partidos políticos, con la presunta colaboración de unos componentes del Cuerpo; y otra serie de desencuentros formales y administrativos en los que varias unidades de la Guardia Civil han acometido obras aprovechando mil y una circunstancias cuyo nexo de unión radica en que, en algunas partes del territorio nacional, se han visto envueltas algunas de las empresas que han actuado en el otro caso, y que en numerosas ocasiones no han tenido otra opción u oferta.
Estos deleznables hechos, casualmente, están saliendo a la luz a la vez y, la mayor parte de los segundos, en particular y solo siguiendo las noticias filtradas a través de medios de comunicación, son de hace varios años. ¡Qué casualidad!
La Guardia Civil es mucho más que la suma de actuaciones de sus componentes; es la idea de un cuerpo de la administración, ampliamente valorado, que frente a cualquier circunstancia ha sabido sobreponer su vocación de servicio a los ciudadanos, antes que su propio beneficio.
Siempre ha sido la Guardia civil la más convencida en sacar las frutas dañadas del cesto. Y la que verdaderamente más empeño ha puesto. Y en esto no espera reconocimiento alguno: da igual el empleo, la categoría o la responsabilidad asignada al destino, pero todos los que han caído en las garras de esa “vida fácil” que propugnan quienes con poco honrosas intenciones se les han acercado, han de ser extirpados del conjunto.
No se explica ahora como nos hacemos eco, con la callada en respuesta, de esta situación: ¿quién gana con esto?, ¿a quién beneficia?, ¿es aceptable que se extienda gratuitamente un sentimiento de inquietud frente al trabajo honrado de miles de guardias civiles?, ¿alguien pretende algo más con la Institución?, ¿solo es moneda de cambio para acallar otras voces?.
Los guardias civiles que conforman esta asociación, y los miles que día a día honradamente trabajan por el ciudadano y con la pasión e inteligencia que requieren las situaciones a las que se han
de enfrentar, pugnan por ver y oír qué tiene que decir quien tiene la responsabilidad de su más alta representación, cuidando a los que representa y salvando del maldecir al conjunto de los guardias civiles.
Directora... ¡es el momento de dar la cara por la Institución a la que sirve desde lo más alto de la cúspide organizativa!
Desde APROGC le planteamos la necesidad que tiene la Guardia Civil de que alguien alce la voz ya no en su defensa, sino ofreciendo realidad y transparencia, señalando a quien haya que extirpar de la organización y resaltando de una vez la fortaleza del Cuerpo, que no es otra que la suma de esfuerzos de sus integrantes. Y que de una vez por todas nos separen como Institución entregada a los ciudadanos de los vaivenes derivados de actuaciones de otros menesterosos, pertenezcan o no -coyunturalmente- a determinados partidos políticos, ya estén en órganos de gobierno, colaboren con aquellos o se posicionen en la oposición. ¡Y lo esperamos ya!
Es hora de convocar una sesión extraordinaria del Consejo de la Guardia Civil en la que, pese a no estar ahora representados, pueda dar cuantas explicaciones vea oportunas y tratar de sacar a las asociaciones y representantes de los guardias civiles de esta incómoda sensación.
Es hora ya de convocar, aun siendo una circunstancia muy extraordinaria atendiendo a la tradicional postura de la Institución, una rueda de prensa desde la que ofrecer respuestas a la sociedad a través de los medios de comunicación, con las que acallar postulados y escenarios inventados que en nada beneficia a la Guardia Civil ni a los guardias civiles.
Muchas gracias, directora. Confiamos en su pronta reacción y asunción de la más alta responsabilidad pública que ahora detenta... la salvaguarda de la Guardia Civil y de la totalidad de sus componentes frente a las acusaciones y ataques que están sufriendo".
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