
El Grupo Lopesan, de nuevo en problemas: Ecologistas denuncian sus obras en Canarias
Las obras de Eustasio López se habrían hecho 'sin informes preceptivos, afectando a cauces públicos y zonas protegidas'
Varias organizaciones ecologistas han denunciado al grupo hotelero Lopesan por presuntas irregularidades medioambientales en Pasito Blanco, al sur de Gran Canaria. Según las denuncias, la empresa estaría utilizando tierra extraída de las obras de un nuevo hotel junto al ExpoMeloneras para rellenar un campo de golf de su propiedad.
En el proceso se han sepultado dos barrancos públicos: el del Hornillo y el de Pasito Blanco. De esta manera, el grupo liderado por Eustasio Lópezvuelve al centro de la polémica.
Este relleno se habría realizado sin autorización del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria y habría afectado a cauces públicos protegidos por ley. Además, se ha construido un muro de contención de 8 metros de alto por 45 metros de largo en una zona de servidumbre de protección. Esto, también, sin informe ni autorización de Costas ni del Consejo Insular de Aguas, según las denuncias.

Otra de las acciones denunciadas es el cierre del acceso público a la playa del Hornillo. Un hecho que representa una infracción grave, según la Ley de Costas. Aunque el cierre se presenta como temporal, los colectivos temen que se trate de una privatización encubierta y definitiva del litoral.
Elcierredigital.com se ha puesto en contacto con el Grupo Lopesan para conocer su versión de los hechos y reacciones ante estas denuncias. Sin embargo, no han dado respuesta sobre las acusaciones por sus obras.
Las denuncias presentadas contra Lopesan
Las denuncias han sido presentadas ante diversas instituciones. Se incluyen el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, la Demarcación de Costas del Gobierno de Canarias o la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural. También, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
Los colectivos ecologistas critican que este tipo de actuaciones siguen el mismo ‘modus operandi’ que hace 40 años. Según expresan, el interés privado se impone al interés público con la complicidad o inacción de las instituciones. En pleno contexto de emergencia climática, sellar barrancos y taponar desagües naturales aumenta el riesgo de inundaciones y vulnera la planificación responsable.
Estas actuaciones se enmarcan dentro de la nueva planificación urbanística desbloqueada en Meloneras 2A. En esta se han liberalizado más de 300.000 m² de suelo público para uso turístico. Aunque se prometieron zonas ajardinadas y mejoras de infraestructuras, ya se están construyendo nuevos hoteles sin una visión de sostenibilidad territorial.

La liberalización fue aprobada por unanimidad en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y avalada en 2022 por el Cabildo de Gran Canaria, presidido por Antonio Morales. Se había hecho con el nuevo Plan Insular de Ordenación del Territorio, que permite la creación de más de 129.000 nuevas plazas turísticas.
La nueva ordenación urbanística de Meloneras 2A habilita cinco parcelas para la construcción de hoteles de hasta siete plantas. Todo con una capacidad total de al menos 3.600 camas, reforzando el modelo de crecimiento turístico masivo en la zona.
Esta denuncia se inscribe en el marco del movimiento ‘Canarias Tiene Un Límite’, que nació para fiscalizar y vigilar las actuaciones que amenacen el equilibrio medioambiental del archipiélago.
El historial del Grupo Lopesan
El Grupo Lopesan, fundado en 1972 por Eustasio López González y sus hermanos, comenzó su actividad en el sector de la construcción. En 1991, la empresa incursionó en el sector turístico con la compra del complejo turístico Altamarena en Fuerteventura.
En 1995, se creó la marca Lopesan Hotel Group y, en 1999, se adquirió la mayoría del capital del grupo alemán IFA Hotels & Touristik. En 2001, se inauguró el Lopesan Costa Meloneras, Corallium Spa y Casino, un resort de 1136 habitaciones. Posteriormente, se abrieron el Lopesan Villa del Conde en 2004 y el Lopesan Baobab en 2009.

Actualmente, Lopesan Hotel Group opera 23 hoteles en cinco países, incluyendo España, Alemania, Austria y República Dominicana, con cerca de 17.000 camas turísticas. Además, el grupo gestiona varios planes parciales inmobiliarios en Gran Canaria y Fuerteventura, áreas comerciales, viviendas y oficinas, y proyectos en sectores como energías renovables, construcción y catering.
Controversias y procesos judiciales
Eustasio López ha estado involucrado en varios procesos judiciales. En 2021, fue procesado por el Juzgado de Instrucción n.º 2 de Las Palmas por presunta prostitución de menores en el caso ‘18 Lovas’. Según la fiscalía, entre 2015 y 2016, una red captaba a chicas a través de una agencia de azafatas para luego explotarlas como prostitutas.
Además, López ha sido objeto de denuncias por presuntas irregularidades en la venta de locales comerciales. En el caso ‘La Parresía’, la empresa Inversiones Patrimoniales Unidas SL, administrada por Javier Vidal, denunció la venta irregular de unos almacenes en 2006. Estos estaban destinados a minicines en el Centro Comercial Ronda.

A pesar de las controversias, el Grupo Lopesan ha recibido varios reconocimientos por su trayectoria empresarial. En 2022, fue galardonado con el premio Mencey Futurista a la trayectoria hotelera, destacando su incansable trabajo, disciplina y credibilidad durante los últimos 30 años.
Además, en 2025, recibió dos prestigiosos premios en FITUR por su compromiso con el desarrollo sostenible y las políticas verdes. Destacan el premio Veolia ‘Turismo transformador y sostenible’ y el galardón ‘Los más ecoístas’ del Grupo Piñero. Ahora, las polémicas en Canarias prometen poner en tela de juicio ese premiado interés de Lopesan en el medioambiente.
Las denuncias presentadas por ecologistas contra el Grupo Lopesan en Pasito Blanco reflejan la tensión entre el desarrollo turístico y la protección ambiental en Canarias. La trayectoria empresarial de Lopesan, marcada por un crecimiento en el sector turístico en paralelo a sus polémicas, se ve ahora cuestionada. Según los colectivos, estas acciones priorizan el interés privado sobre el público y el equilibrio ecológico del archipiélago.
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