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Un hombre mayor con gafas y traje oscuro sonríe mientras está sentado en un evento.
INVESTIGACIÓN

Florentino Pérez, el 'amo del fútbol' que desafía al mundo: Sus injerencias deportivas

El presidente del Real Madrid vuelve al foco tras el sonado desplante de su club en la entrega del Balón de Oro a Rodri

El empresario Florentino Pérez ha vuelto a la palestra mediática después de la celebración de la última gala del Balón de Oro. Ha sido criticado por la ausencia del equipo técnico del Real Madrid, club que preside el madrileño de 77 años, en la entrega de este galardón deportivo.

Tanto la opinión pública como la prensa nacional e internacional han 'castigado' la actitud del equipo merengue ante la victoria de Rodri (jugador del Manchester City). Descontentos con la decisión de que Vinicius Jr. (madridista) no fuera elegido ganador de este reconocimiento, el Real Madrid protagonizó un 'desplante' en la ceremonia del 68 Balón de Oro, que también premió a Aitana Bonmatí.

En redes hay quejas de que el club madrileño "no sea capaz de celebrar que al menos haya sido un español quien traiga el premio a casa". Mientras, cabeceras extranjeras como L'Equipe han tildado su reacción de "falta de clase" y "pisoteo al valor del deporte, que consiste en respetar a sus ganadores".

Los 'roces' del Real Madrid y su presidente con LaLiga, la UEFA y hasta con los vecinos del Estadio Santiago Bernabéu ya vaticinaban la tensión en los despachos del club. Ahora, este suceso también ha marcado un antes y un después en la relación del equipo merengue con el galardón futbolístico.

Además de su ausencia en la gala celebrada en París este 28 de octubre, el Real Madrid decidió no retransmitirla en su canal oficial. Al conocer de manera extraoficial quién sería el elegido como mejor jugador de la temporada, Real Madrid TV canceló su programación especial sobre el Balón de Oro con Vinicius Jr. como protagonista –prevista para ocupar cinco horas de emisión–.

Dos personas posan con una camiseta de fútbol frente a una fila de trofeos de la Liga de Campeones.
Vinicius Jr y Florentino Pérez. | Real Madrid

El club de Florentino venía 'alimentando' desde hacía unos meses la idea de que el brasileño sería el ganador del título. Tanto es así, que incluso Nike había anunciado que reinauguraría su tienda en la Gran Vía de Madrid. Planeaba hacerlo dos días después de la entrega del Balón de Oro, para rendir homenaje a Vinicius y con sus botas doradas preparadas para ser lanzadas.

La premura del empresario madrileño por coronar a su jugador ha provocado que todos sus planes tengan que ser revertidos. Todo ello, con la pérdida monetaria que conllevan todas sus inversiones en el que tenía claro que sería el mejor jugador del mundo de la temporada 2023/2024.

Ahora, Florentino Pérez, desafía al mundo una vez más. Y es que este gran empresario ya ha vivido otras injerencias deportivas por discutidas decisiones que afectan al fútbol internacional. Esta es su historia.

Los orígenes blancos del empresario Florentino Pérez

Fue en febrero de 1995 cuando se presentó por primera vez a las elecciones para presidir el Real Madrid. Pero perdió, algo raro en su vida. Fue después de dos meses de dura competición contra el todopoderoso entonces Ramón Mendoza y frente a un tercer candidato, el empresario Santiago Gómez Pintado, cuando Pérez Rodríguez perdió la poltrona por tan solo 698 votos (15.203 de Mendoza frente a los 14.505 de Pérez).

Pero en el año 2000 se presentó de nuevo a presidir el club blanco contra el comisionista e intermediario de terrenos ya fallecido Lorenzo Sanz Mancebo. A él le derrotó en una campaña muy estudiada estratégicamente, un hecho muy significativo en su vida profesional. Y lo hizo, por sorpresa, pese haber conquistado el Real Madrid con Lorenzo Sanz meses antes la octava Copa de Europa.

Florentino ganó a Sanz por 16.469 votos frente a los 13.302 del ya expresidente. Fue la promesa del fichaje del portugués Luis Figo para quitárselo al FC Barcelona, el más que un eterno rival, y el perfil económico solvente del dueño de ACS para intentar arreglar las enrojecidas cuentas del club blanco, los dos hechos principales en su campaña medida. Ambos pesaron más que las dos Orejonas de Lorenzo Sanz en tres años.

Una ventaja de 3.167 votos sustentada, sobre todo, en el famoso voto por correo. Los sondeos durante el día de votación indicaban que Sanz iba en cabeza por un ligero margen. Pero Florentino aprendió bien esa lección de su derrota 1995 y diseñó una estrategia que favorecer el voto por correo.

Llamó a sus fieles, que no podían acudir a las elecciones presencialmente, para que votaran por correo. Y esa fue clave. Llegó incluso a pagar mensajeros que acudían a los domicilios de los socios para recoger su voto.

Aunque Lorenzo Sanz denunció irregularidades en esa recogida de votos, pero de poco le valió. La Junta Electoral del club blanco acabó concediendo a Pérez la victoria. "Se ha visto que el socio del Madrid, por mucha Copa de Europa que se haya ganado, quiere un cambio. Y lo va a tener", dijo Florentino en su discurso de celebración. El 17 de julio era investido presidente y comenzaba la era del señor Pérez.

Un hombre con gafas y traje oscuro hablando frente a un fondo con un escudo.
Florentino Pérez. | Europa Press

Y no tardó mucho Florentino en actuar. Y lo primero que hizo fue situar en el palco del Bernabéu a la flor y nata del poder español, en todas sus facetas. Así, entre sus primeros directivos figuraban muchos pesos pesados de la vida económica española. Varios de ellos, en teoría, amigos del matrimonio Pérez, como Fernando Fernández-Tapias, Juan Abelló Gallo, Luis del Rivero Asensio, Manuel Cerezo, Miguel Ángel Arroyo Gómez, Fernando Martín Álvarez, Luis Gómez-Montejano Arroyo, José Sánchez Bernal, Enrique Sánchez González, etc.

Desde entonces, el palco del Estadio Bernabéu se convirtió en un centro de poder de primera magnitud. Un escenario al que iban desde el entonces rey de España, Juan Carlos de Borbón, hasta el presidente del Gobierno de turno como José María Aznar. Pasando también por el alcalde de Madrid del momento.

En ese periodo consiguió que el Ayuntamiento de Madrid le recalificase los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva, entonces en el Paseo de la Castellana. Y con ese dinero saneó las cuentas muy en rojo del club merengue.

Por entonces su deuda ascendía a unos 400 millones de euros. Y, además, construyó la nueva Ciudad Deportiva Real Madrid en Valdebebas. En ese tiempo deportivamente ganó dos Ligas y una Copa de Europa en tres temporadas consecutivas.

Florentino se convirtió en una especie de súper héroe que podía conseguir que cualquier futbolista del mundo se enfundase la camiseta blanca: jugase donde jugase y fuera cual fuera su precio. Así, conformó el llamado Madrid de los 'galácticos': con el propio Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Robinho, Sergio Ramos... De esta primera campaña en la presidencia blanca, la temporada que menos dinero se gastó en fichajes fue la 2003-04, en la que 'únicamente' incorporó a Beckham por 25 millones de euros.

Sin embargo, tras decidir no renovar a Vicente del Bosque como entrenador del primer equipo, el Real Madrid entró en caída libre. Y esto acabó con la dimisión de Pérez un 27 de febrero de 2006. Aquel día Florentino llegó a afirmar: "he maleducado a los jugadores y se han confundido".

Desde entonces se centró más en su familia. Sobre todo, en su esposa, María de los Ángeles Sandoval. Era conocida familiarmente como 'Pitina' y padecía cáncer. Desgraciadamente, la gran aficionada blanca que siempre estaba en el palco con su marido, fallecería en 2012.

Pero antes, volvería otra vez a regir la poltrona blanca, de la cual ya jamás se ha marchado. Es su gran corona, que cuida, mima y no cede.

Su segunda y definitiva llegada fue en el verano de 2009, tras la dimisión del abogado Ramón Calderón. Fue por las irregularidades ocasionadas en una Asamblea de Compromisarios. Y también después de la etapa transitoria encabezada por el empresario naviero Vicente Boluda.

Un hombre caminando frente a un cartel azul con letras grandes y una multitud de personas al fondo.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. | Europa Press

En esta ocasión, lo hizo de un modo mucho más fácil. Nada que ver con las anteriores elecciones. Esta vez ganó sin bajarse del autobús, en unos comicios donde no hubo ningún rival, ya que tanto Juan Onieva como Eugenio Martínez Bravo asomaron la cabeza. Pero finalmente no se presentaron.

Y tras su regreso, fichó, de una tacada, a Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema o Xabi Alonso. Y como entrenadores fichó a Pellegrini, luego a Mourinho, Ancelotti, Benítez, Lopetegui, Solari y Zidane, el entrenador que le dio las primeras y mayores alegrías, pero al que intentó echar en 2015 como relata hoy en exclusiva elcierredigital.com.

Echar a Zidane del Madrid

Que el vestuario del Real Madrid es una caja de bombas no lo duda ya nadie que sea conocedor del mundo del balompié español. Que las injerencias en el terreno deportivo del presidente del club blanco, el constructor Florentino Pérez, son constantes y casi todos los días, es un secreto a voces. Como se ha visto ahora con el Balón de Oro a Rodrigo Hernández.

Esta es la realidad del vestuario del Real Madrid. Pero 'lo más' es que en el verano de 2015 Florentino Pérez, el "presi", intentó echar a quien luego sería su salvador deportivo, el entrenador Zinedine Zidane.

Ocurrió un 5 de agosto de 2015. En las Oficinas del Club blanco citó a su mano derecha desde hace muchos años. Su eterno hombre de confianza en el terreno deportivo, el director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez.

Ese día, Florentino, con su impecable traje de señor serio y formal, que nunca dejó de encargar a la sastrería de Cristóbal, un aspecto con el que cautivó a su querida y ya fallecida mujer Pitina, esperó a Sánchez.

"José Ángel quiero que eches ya mismo a Zidane por su fútbol rudimentario con nuestro segundo equipo (Real Madrid Castilla) y por su mala relación con los estamentos del Club", le dijo. Sánchez, un hombre curtido en mil batallas, no se rindió ante su jefe y le dijo. "Mira, presidente, yo no me atrevo a echar a Zidane". Florentino calló.

Sin embargo, la figura de Zidane quedó desde entonces en entredicho en el terreno deportivo. Especialmente por los malos resultados del segundo equipo del Real Madrid en la Segunda B, donde ni siquiera iba de líder. Y eso que contaba con un gran equipo, según los técnicos de la casa blanca.

De hecho el filial blanco con Ramis en el banquillo acababa de concatenar su quinta victoria consecutiva tras ganar al Real Unión de Irún. Una racha que no logró Zidane.

Y en esta situación se produjo la entrada de Rafael Benítez en el banquillo del Real Madrid. Fue con un equipo completamente dividido y con grandes guerras internas. La primera de ellas ideada por Florentino Pérez, quien le hizo saber a Benítez que "quiero que se acabe de una vez con la era Cristiano Ronaldo y que pase a ser la era de Gareth Bale", le dijo.

"Debe ser nuestra estrella, debe ser nuestro icono", le dijo al cuerpo técnico del Real Madrid. Desde ese día las relaciones entre Cristiano y su presidente fueron muy crispantes. Llegaron, incluso, al "enfrentamiento" verbal que se produjo un día en la entrada de los vestuarios del Estadio Santiago Bernabéu.

Dos hombres posan juntos frente a un fondo con el logo del Real Madrid.
Zidane y Florentino Pérez. | Real Madrid

Otro de los temas deportivos que preocuparon mucho en su día a Florentino Pérez era el de su capitán Sergio Ramos. Un jugador que intentaba dominar el vestuario blanco a su antojo y que hizo pellas con Ronaldo para formar un frente común contra cualquier decisión adversa a sus intereses.

Los dos se escapaban a menudo del vestuario. CR7 a Marruecos y Ramos a Sevilla, escapadas que no gustaban en absoluto al mandatario blanco. Tanto que llegó a hablar con las autoridades marroquíes, como conoce de primera mano este periódico, para que le informaran de si el avión privado de CR7 (un Gulfstream G200) aterrizaba o no en Rabat para ver a su entonces amigo el boxeador Badr Hari, con el que solía compartir muchos de sus ratos libres.

Al igual que estuvo alerta de los constantes desplazamientos de Sergio Ramos a Sevilla. En teoría, para controlar la heredad que el exjugador blanco tiene cerca de su localidad natal, Camas. Unos viajes de los que se jactaba en el vestuario de lo que hacía.

Por eso, las injerencias de Florentino Pérez en el terreno deportivo han sido constantes. Por ejemplo, un día antes del encuentro de la temporada 2015/16  en el Estadio Bernabéu contra el FC Barcelona, le dijo a su entonces entrenador Rafael Benítez: "Si juegas contra el Barça con Casemiro, Carvajal y Lucas Vázquez y pierdes, el lunes me pedirán que te eche". Benítez acató la sugerencia de su presidente y alineó a sus jugadores estrella.

Tras finalizar el partido Florentino bajó al vestuario y le dijo: "Rafa hemos hecho el ridículo". Y Benítez respondió: "Presidente hemos puesto a las estrellas y ahí se han visto sus limitaciones, esos jugadores no están para muchos trotes". Pérez agachó la cabeza y asintió, algo inusual en él.

Días después, haciendo las veces de director deportivo, cesaba a Benítez. El exentrenador madridista, con un contrato de tres temporadas, accedió a pactar un finiquito si se le echaba durante su primer año antes del 15 de enero. El finiquito era un intermedio entre el año y las tres temporadas por las que se había comprometido. En ese mismo contrato, el Real Madrid le prohibía hablar de su exequipo, jugadores y directivos hasta finales de esa temporada. El técnico pasó desde entonces a residir en Wirral, una localidad cercana a Liverpool, junto a su familia.

Ahora, habrá que esperar a ver si Pérez Rodríguez se sale con la suya con la SuperLiga. Y por el reformado Estadio Santiago Bernabéu van pasando los grandes artistas europeos y mundiales de la música, como es su deseo y millonario negocio. También, si sus pretensiones e inversión en llevar a Vinicius Jr. a lo más alto no caen en saco roto.

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