El exrey de las ambulancias 'apuntala' a Prisa, que sigue asfixiada por la deuda
Diego Prieto ha invertido en el mass media 20 millones de los más de 100 que obtuvo en 2023 con la venta de su Grupo SS
La pasada semana el Grupo Prisa celebró su Junta General de Accionistas sin demasiado que festejar por su mala situación económica (al perder 32,5 millones de euros en 2023 y soportar una deuda que ronda los 800 millones de euros).
Al menos, su presidente y máximo accionista Joseph Oughourlian reafirmó su compromiso con la compañía y saludó a nuevos accionistas, como Diego Utor, presidente de Baleària y propietario del 5% de Prisa.
"Les estoy muy agradecido a ellos y a los otros accionistas que han entrado recientemente, como el señor Utor, y otros que han apoyado la estrategia del grupo, que han apoyado las ampliaciones de capital que hemos hecho y nos han ayudado muchísimo a nivel financiero", señaló en El País.
Poco después de la celebración de la Junta se ha conocido que otro empresario ha comprado algo más del 3% de la compañía por unos 20 millones de euros y que aspira a rebasar el 5%: el empresario andaluz Diego Prieto.
Prieto fundó hace 20 años el Grupo SS, rey de las ambulancias en España y Portugal con 1.500 vehículos en 20 delegaciones y cerca de 4.000 empleados. Este inversor se ha hecho un hueco en el propietario de Santillana o la Cadena SER a través del family office Hospitas, que tiene intereses en el mercado del ladrillo, el hotelero o el bodeguero.
El pasado año Prieto vendió el 75% del Grupo SS al mayor fondo de capital de inversión de España, Asterion, que fue fundada en 2018 por el exCEO de Endesa, Jesús Olmos, y en 2023 se estrenó en el sector del transporte sanitario con esta inversión.
"La experiencia de Asterion en el sector de las infraestructuras y su impulso para incluir los criterios de sostenibilidad sociales, medioambientales y de buen gobierno en el negocio de las compañías permitirá a Grupo SSG cumplir con su ambicioso plan de crecimiento, al tiempo que continúa prestando servicios de máxima calidad a usuarios y a administraciones públicas", señaló Olmos.
La inversión de Prieto, que se mantiene como presidente no ejecutivo de SS, podría reforzar a Oughourlian, que ha mostrado su intención de seguir al frente de Prisa: "Mi voluntad es de permanencia, sí. Yo quiero vivir los años buenos que tenemos por delante, después de haber arreglado una serie de problemas que existían dentro de la compañía. Estoy aquí para quedarme".
"Hemos aguantado estos tres últimos años sin vender ningún activo, hemos querido mantener la identidad de este grupo, que funciona con dos pilares: el pilar de la educación en Latinoamérica y el pilar de los medios, esencialmente en España, pero también en Latinoamérica", señaló a preguntas sobre la posible venta de Santillana.
Sobre la cercanía con La Moncloa, afirmó: "Yo soy el aliado de nuestros lectores y de nuestros oyentes, porque son los que nos van a permitir crecer y ganar dinero. Yo soy un inversor y esa es la única cosa que me preocupa. Luego, a nivel institucional, naturalmente, por ser un grupo con sede en España y que cotiza en España, y que obviamente es bastante sistémico en el sector de los medios o de la educación en Latinoamérica, tenemos una relación muy buena con este Gobierno, como la tendríamos con otros Ejecutivos o como la tenemos con otros en Latinoamérica".
Adolfo Utor, en el accionariado de Prisa
Ni es la primera fortuna de Alicante, ni es especialmente conocido en la provincia (la ciudad alicantina de Denia es considerada a efectos sociales y políticos como Valencia), ni asegura que ha comprado más del 5% de las acciones del Grupo Prisa para congraciarse con el nuevo titular del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
Pero lo cierto es que la irrupción de Adolfo Utor en el editor de la Cadena SER y El País ha resonado con gran estruendo en ámbitos empresariales y mediáticos por lo exótica que se advierte la operación llevada a cabo por el propietario del gigante naviero Baleària (que en 2023 obtuvo una facturación récord de 652 millones de euros, cosechó unas ganancias de 40 millones de euros y rompió sus marcas al transportar a más de 5 millones de pasajeros).
El hermético millonario nacido en la ciudad marroquí de Alhucemas en 1961 (ya que su padre, médico, fue destinado al antiguo protectorado español antes de ser enviado a Granada o Denia), comenzó en el sector marítimo hace cuatro décadas como vendedor de tickets en la antecesora de Baleària, Flebasa.
Tras la quiebra de Flebasa, en 1990 Utor se quedó la gestión con otros compañeros y posteriormente se convirtió en director general de Baleària, que acabó barriendo en las islas a la centenaria Trasmediterránea. Esta última compañía fue fundada por Juan March y, tras ser privatizada por el Gobierno de José María Aznar, acabó controlada efímeramente por la todopoderosa familia Matutes, con la que Utor se tuvo que entender en 2005 para absorber la compañía familiar Umafisa antes de desembarazarse de ellos en 2021.
Fuentes cercanas a Utor han puntualizado que la apuesta por Prisa no tiene tintes políticos pese a que el empresario militó en el PSPV, fue su candidato en Denia y ejerció como hombre fuerte de Ciprià Císcar en la provincia de Alicante.
Utor nunca ha escondido sus valores progresistas: a uno de los ferris lo bautizó con el nombre de Federico García Lorca y en círculos íntimos se ha vanagloriado con ironía de haber comprado el yate que durante décadas perteneció a Juan Carlos de Borbón, el Fortuna.
Pero ahora quiere mantener un tono bajo en términos políticos para evitar suspicacias. "Es una decisión estratégica de Adolfo Utor por su posición en el mercado y de confianza en el potencial crecimiento del valor", señalan las fuentes.
El presidente de Baleària intenta así acallar los rumores madrileños que deslizan que la operación había sido bendecida por La Moncloa a través de la participación del influyente dircom del Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana, Pere Rostoll.
Rostoll fue jefe de Política del diario alicantino Información hasta que fue fichado como dircom por el expresidente socialista Ximo Puig, que fue advertido por la extinta Agencia Valenciana Antifraude (hoy bloqueada por PP y Vox) por algunas irregularidades en varios patrocinios que realizó a eventos organizados por el Grupo Prisa.
Prisa sigue afectada por las deudas
Joseph Oughourlian prometía la mejora de los números del Grupo Prisa, pero las pérdidas del multimedia se han disparado y la mastodóntica deuda de la compañía editora de la Cadena SER y El País no cae. En 2023 presentó unas pérdidas de 32,5 millones de euros y sigue soportando una deuda de 798 millones de euros pese a que hace unas semanas completó con éxito la emisión de 100 millones de euros en bonos convertibles en acciones.
Las pérdidas de Prisa crecieron un 151% respecto a 2022 (curso en el que perdió 12,9 millones), aunque sus ingresos mejoraron un 11% —hasta los 947 millones— y el ebitda se incrementó en un 29%, hasta los 190 millones.
Desde la compañía se excusaron asegurando que habían "superado los objetivos comprometidos a comienzos del año, tanto en el negocio de medios como en el de educación, con unas cifras que han registrado crecimientos en ingresos, ebitda (beneficio antes de intereses e impuestos más las amortizaciones), márgenes y generación de caja".
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