Se estrecha el círculo contra Abderramán El Assir, el traficante de armas
Abderramán El Assir, amigo cercano del rey Emérito, vuelve al punto de mira de la Interpol.
Uno de los amigos cercanos del rey Emérito y uno de los nombres propios del tráfico de armas internacional, Abdul Rahman El Assir, de 73 años, vuelve al punto de mira de la Justicia y de la Interpol. España y Francia mantienen su objetivo de arrestarlo mientras estrechan su cerco en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde se encontraría presuntamente acompañando a Juan Carlos I.
El pasado mes de septiembre, una delegación de policías españoles y franceses pertenecientes a la Red Europea de Equipos Activos de Búsqueda de Fugitivos, que incluye a 28 países europeos, solicitó a la policía de Dubái la detención inmediata de El Assir, según informó el diario El País. El Assir está siendo buscado por reclamaciones judiciales de ambos países. Su paradero se mantuvo en secreto hasta que se desveló su supuesta residencia en Abu Dabi en 2022.
Tal y como informó elcierredigital.com en 2022, El Assir estaba refugiado en Suiza desde 2008, acusado de defraudar 75 millones de euros a la Hacienda Pública y sobre él pesaba además una multa de 15 millones de euros y una petición de ocho años de prisión. En febrero de 2019, la Fiscalía lanzó contra él una orden de busca y captura y desde 2022, tras revelarse su presunta ubicación, ha sido objetivo constante de la Interpol.
Ahora, según revela El País, en la última reunión policial celebrada en Dubái estuvieron presentes tres representantes de la Brigada de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, así como dos agentes franceses especializados en la búsqueda de delincuentes fugitivos y altos mandos de la policía emiratí. Este encuentro tuvo lugar durante la presidencia española de la Red Europea de Equipos Activos de Búsqueda de Fugitivos y se utilizó para que ambas delegaciones de países europeos solicitaran conjuntamente la detención y entrega inmediata de Abderramán El Assir, que supuestamente contaría con la "protección" de Juan Carlos I.
El Grupo de Localización de Fugitivos reactivó la orden de búsqueda en Interpol y solicitó una verificación internacional de la reseña dactilar de El Assir a la Audiencia Provincial de Madrid, la cual fue autorizada por la jueza encargada del caso. El propósito del viaje de las delegaciones española y francesa a Dubái era presentar los casos pendientes de resolver y tratar de mejorar la cooperación con las autoridades policiales de Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, Francia acaba de establecer un oficial de enlace en Dubái, mientras que España sólo cuenta con un agregado del Ministerio del Interior en la embajada en Abu Dabi. Se considera que Emiratos Árabes Unidos es uno de los principales destinos para la delincuencia internacional y al mismo tiempo uno de los más problemáticos a la hora de entregar fugitivos.
En otro orden, desde que Juan Carlos I se mudó a Abu Dabi en agosto de 2020 tras su controvertida salida de España, su relación con Abdul Rahman El Assir podría haberse fortalecido, supuestamente. Según testigos consultados por diversos medios de comunicación, el rey Emérito ha presentado a El Assir como su "intermediario o interlocutor" ante personas cercanas a él. También existen rumores de que desde 2021 El Assir "realizaría tareas secretariales para el Emérito, le brindaría consejos y haría llamadas en su nombre". Además, el traficante de armas buscado por Interpol también se encargaría, supuestamente y siempre según se rumorea, de sugerir maneras de obtener beneficios económicos a través de la figura del rey Emérito. Algo que haría de manera abierta y sin ocultarse, según sugieren las fuentes consultadas por El País.
La trayectoria del polémico El Assir
Abdul Rahman El Assir nació en Beirut (Líbano) en 1947 y es hijo del poeta Salah El Assir y de la cantante Siham Rifci. Realizó sus estudios en la Universidad Norteamericana de la capital libanesa.
En sus primeros años nada hacía prever que se convertiría en millonario cuando trabajaba como agregado cultural de la embajada de su país en El Cairo (Egipto). Antes de esto militó en el partido de izquierda iraquí Baas e incluso se le vinculó al asalto de la embajada de Arabia Saudita en Beirut perpetrada por este grupo en 1974.
Su vida cambió en 1976, cuando se casó con Samira Khashoggi, diez años mayor que él y hermana del célebre traficante de armas Adnan Khasoggi, quien era editora de la revista femenina Alsharkiah publicada en El Cairo. Su cuñado Khasoggi era dueño de la empresa Triad Internacional, situada en Luxemburgo, que llegó a tener 39 oficinas. Se casaron en Cannes (Francia) con la presencia de la estrella de Hollywood Raquel Welch.
Con su cuñado llegó a España y empezó su fulgurante carrera en los negocios nada más morir Franco. Establecería pronto contactos con empresarios cercanos al poder español, como Enrique Sarasola o Jacques Hachuel. En 1977 comenzó a trabajar para Alkantara Iberian Exports, vinculada a Manolo Prado y Colón de Carvajal y que servía para unir los negocios entre el Gobierno español y Khashoggi.
La empresa estaba domiciliada en Chipre y estaba participada por la empresa española FOCOEX (Fomento de Comercio Exterior) y el INI (Instituto Nacional de Industria). Por parte española, el que controlaba todo era el íntimo del Rey Juan Carlos I, Manolo Prado y Colón de Carvajal. El primer gran negocio de la empresa fue la venta de todoterrenos a Egipto por 1.000 millones de pesetas en 1980. Sin embargo, la falta de pagos del Banco Central de El Cairo rebajó el beneficio a 500 millones de pesetas.
El Assir comienza así su ascenso en los cenáculos del poder en Madrid. Se establece entonces en Madrid, en un piso en la zona de El Viso que le alquiló al empresario constructor Antonio García, padre de la actriz Ana Obregón. En aquellos años, trabajaba para Alkantara en el Paseo de la Castellana, nº 91, en un inmueble de más de 1.000 metros cuadrados en el que también estaba la sede española de Triad, la empresa de su cuñado Khasoggi.
Fue a través de su cuñado como accedió a Borja Prado y Colón de Carvajal, que trabajaba en Triad, hijo de Manolo Prado de Colón y Carvajal, el hombre de los negocios del Rey Juan Carlos I. El vínculo con Zarzuela quedó así establecido.
Pero con Moncloa, en los años de Gobierno Felipe González, también tendría un introductor de lujo: Enrique Sarasola Lerchundi. Eran años importantes para El Assir, que llegó a comprar un chalet de seis millones de dólares en la lujosa colonia madrileña de El Viso. Muy pronto su vida daría un gran salto.
Fue en 1985 cuando se divorció de Samira Khashoggi, tras conocer a María Fernández de Longoria, que por entonces trabajaba de telefonista en la empresa Triad. Fernández-Longoria era hija de un exjefe de la diplomacia española en Francia que luego fue nombrado embajador en El Cairo (Egipto), Carlos Fernández-Longoria.
Su hermana Beba estuvo casada con José Luis Alcócer y fue en su día secretaria de otro gran amigo de los Albertos, el ya fallecido empresario Enrique Sarasola Lerchundi. De hecho, fue Pichirri Sarasola quien facilitó a la familia Cortina y Alcocer su salto definitivo al estrellato financiero durante la etapa de gobierno felipista. Hoy, Beba está unida sentimentalmente a Carlos Perreau, quien fuera yerno de José María Ruiz-Mateos, al que acompañó en su incursión en el mundo político como diputado en el Parlamento Europeo.
En 1986, su exmujer se suicidó en El Cairo y, paralelamente, Khashoggi perdió el favor del poder español en los negocios de armas tras su implicación en el Irangate, escándalo de venta de armas de Estados Unidos a Irán. Fue entonces, cuando El Assir, con su empresa Exel, comenzó a volar solo. Hizo negocios, como vender en 1987 al Marruecos de Hassan II, que vivía una época de duros enfrentamientos con el Frente Polisario, vehículos blindados por más de 40.000 millones de pesetas. Algunos medios hablaron de casi 8.000 millones de pesetas de comisiones para El Assir en ésa década de los 80.
Per su estrella no se apagó con la caída de Felipe González del Gobierno de España. Prueba de ello es que asistió a la polémica boda de la hija de otro presidente del Gobierno de España, José María Aznar, con el comisionista Alejandro Agag celebrada en El Escorial en 2002. También en 2016 la boda de su hija Alia María El Assir Fernández-Longoria con Hugo Linares Espinós en Suiza fue una concentración de nombres y apellidos poderosos. A ella asistieron desde la citada Ana Aznar hasta Tamara Falcó.
Hoy, la Interpol y en especial España y Francia lo buscan en Abu Dabi donde reside su gran amigo el Rey Emérito Juan Carlos I, con el que compartió buenos momentos en los años 80 y 90.
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