Este es el acuerdo que causa una guerra sindical en Correos: En jaque 50.000 empleados

La plantilla de  Correos estaba compuesta por más de 60.000 trabajadores en el año 2000. Ahora ronda los 47.000 y tiene visos de seguir menguando tras el acuerdo firmado el día de Nochevieja. Los firmantes fueron la sociedad estatal y la mayoría sindical que aglutina al 40% de sus trabajadores, (Comisiones Obreras, UGT y CSIF). Según fuentes sindicales también se espera la próxima adhesión del Sindicato Libre a este acuerdo.

No es la única alegría navideña que ha recibido el presidente Pedro Saura, que acaba de cumplir su primer año en el cargo. El murciano vio con entusiasmo cómo en Nochebuena apreció en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un Real Decreto-Ley de medidas urgentes.  Este fue aprobado en el último Consejo de Ministros del año. 

Esta medida prorroga los vínculos contractuales entre el Estado y la compañía postal pública. El Gobierno rescata de forma 'indisimulada' una compañía que arrastró unas pérdidas superiores a los 1.200 millones de euros. Todo bajo la controvertida presidencia de Juanma Serrano (2018-2024). 

La Moncloa refuerza la financiación del Servicio Postal Universal (SPU) hasta alcanzar 250 millones de euros anuales. Gracias a este Decreto-Ley, Correos se garantiza prestarlo hasta 2030. Y mantiene la obligación de que la empresa mantenga los Servicios de Interés Económico General (SIEG), con una dotación inicial de 150 millones.

Saura, que ya demostró sus habilidades al frente de Paradores Nacionales, ya logró aprobar en pleno verano el Plan Estratégico 2024-2028. 

¿Qué dice el Real-Decreto navideño?

El Real-Decreto señala que Correos  "al igual que otros operadores postales del mundo, se está enfrentando a importantes desafíos estructurales que han desequilibrado su operación y su negocio y exigen acometer una transformación profunda y urgente de su modelo de negocio". 

La ayuda del Gobierno, sigue el texto, debe llegar "sin más demora", ya que "su excesiva dependencia del servicio postal, la ausencia de diversificación de ingresos y sus elevados costes estructurales han provocado un ebitda negativo recurrente que actualmente condiciona la viabilidad económico-financiera".

35 horas semanales a cambio de recortar plantilla

Correos cerró el año anunciando su acuerdo con Comisiones Obreras y otros sindicatos. El pacto incluye la implementación progresiva de la jornada de 35 horas semanales. También la puesta en marcha de un plan integral de incentivos para posibilitar aumentos de la plantilla. 

Y, lo más preocupante según otros sindicatos, un plan de salidas voluntarias incentivadas a partir de los 61 años hasta 2028. Eso sí, desde Correos afirman que este hecho no implica recortes porque habrá tasas de reposición para rejuvenecer la plantilla. Según voces discordantes, esta medida "hace que Correos retrase su oferta de empleo a 2026 hasta que valore sus necesidades reeales de personal".

Acuerdo Marco de cara al Convenio Colectivo

Correos, CCOO y otros sindicatos han firmado un Acuerdo Marco, que son las líneas maestras del nuevo Convenio Colectivo y el Plan de Personas. Este incluye las salidas incentivadas. El pacto dice que "en una primera fase de negociación, que concluiría el próximo 15 de marzo, se desarrollarán las condiciones relativas a un plan de salidas voluntarias". Además de "un ciclo de empleo alineado con las necesidades de la empresa".

Según el acuerdo, también se contempla "una nueva organización del trabajo destinado a alcanzar una mayor flexibilidad de la plantilla para responder a las nuevas demandas de nuestros ciudadanos y clientes, un plan de carrera profesional como palanca de atracción y retención de talento, y el diseño de un plan de incentivos orientado a lograr los resultados de negocio de la empresa". 

En una segunda fase, que terminaría antes del 1 de octubre, se negociaría el resto de asuntos que se requerirían para completar el nuevo Convenio Colectivo. 

La versión de Comisiones Obreras

CCOO parece justificiarse al enmarcar el polémico pacto en un conjunto de medidas pactadas con el Gobierno por casi 4.000 millones de euros. El acuerdo, dicen, constituye un todo necesario  "para eludir el riesgo inmediato de disolución de la empresa pública. Y para reposicionarla en la senda del crecimiento y el incremento de ingresos". 

El sindicato, que protagonizó una cruenta guerra con Juanma Serrano, no disimula su sintonía con la SEPI, presidida por Belén Gualda, y por el nuevo presidente de Correos. Dice CCOO que destaca el alto grado de consenso alcanzado tanto con la SEPI como con el actual presidente de Correos, Pedro Saura. 

"Dicho consenso refuerza el carácter público del servicio postal -la empresa estatal con mayor presencia territorial y laboral de España-. Y la consolida como una herramienta de Estado fundamental para la autonomía estratégica del país, en un contexto de grandes desafíos a escala nacional e internacional", afirman.

Críticas

Varios sindicatos han alzado la voz contra el pacto. SIPCTE, con presencia en Cataluña o Andalucía, dice que el pacto se ha realizado "con una prisa inexplicable". Y también reseña que ha sido "en un contexto que levanta serias sospechas". 

Que el acuerdo haya sido firmado el 31 de diciembre, en plenas fiestas, tiene según ellos una intención. "Evita el debate y la reacción de los trabajadores y del resto de sindicatos", señalan. "¿Por qué tanta prisa? ¿Qué se pretende ocultar al firmar un documento de esta magnitud en un momento en que la mayoría de los trabajadores no están atentos a estas negociaciones?", añaden. 

SIPTCE asegura que el pacto abre la puerta a que Correos decida "cuándo los empleados pueden descansar". Y cree que la reducción de la jornada a 35 horas semanales es solo un "espejismo". Todo porque está condicionada a "medidas de flexibilidad que podrían traducirse en horarios impredecibles, jornadas estacionales y una presión laboral aún mayor". "Esto no es una mejora, es explotación encubierta disfrazada de avance", añaden. 

"Correos y CCOO han actuado con nocturnidad y alevosía. Han intentado cerrar un documento que afecta gravemente a los trabajadores antes de que otros sindicatos o la propia plantilla puedan analizarlo y reaccionar", rematan.