Escándalo en el Córdoba CF: De la incursión de Aldama al 'desfalco' por sus exdueños

En el Córdoba CF algunos de sus dirigentes y presidentes históricos han tenido problemas judiciales. Algunos, durante su estancia en el club y otros, por hechos cometidos posteriormente.

El actual propietario del Córdoba CF es el príncipe de Baréin Nasser bin Hamad. El magnate árabe es dueño del 63% a través del grupo inversor Infinity Capital Ventures. El otro 37% pertenece a Park Bench, cuyo dueño es el británico James Bord.

El representante de Infinity Capital en el Córdoba es Abdulla Jehad Al Zain, que ejerce de presidente del Córdoba CF. Este grupo inversor también fue dueño del París CF. A finales de diciembre de 2024 Javier Tebas, presidente de LaLiga, se reunió con Nasser bin Hamad.

El motivo de esta reunión, según ha trascendido, no estuvo relacionado con el Córdoba CF. El objetivo era acercar LaLiga a los aficionados en Bahrein y “contribuir al desarrollo del fútbol”, señaló Tebas. 

Shaik Nasser bin Hamad Al Khalifa es hermano del heredero al trono. También es comandante de la Guardia Real y dueño del equipo ciclista UCI Bahrain y del circuito internacional de Sakhir. En donde cada año se disputa el Gran Premio de Fórmula 1 de Baréin.

El príncipe compró la “unidad productiva” del Córdoba, Unión Futbolística Cordobesa, en el año 2019. En esa época el club se encontraba en concurso por una deuda neta estimada de diez millones de euros.

La intervención judicial del club lo dividió en dos partes, la UFC y la SAD, esta última controlada por Carlos González. En enero de 2024 se condenó a UFC a pagar 600.000 euros a la SAD por las deudas tributarias que abonó en su día.

La trama judicial tras el Córdoba

Pero el foco actual de la polémica no se encuentra sobre el príncipe de Bahrein, sino sobre otros presidentes previos. Antes de entrar en materia, resulta relevante hacer mención a la figura de Víctor de Aldama, comisionista del caso Koldo que siete años después penetraría en el Zamora.

En 2010 el Grupo Signum Inversores, del que el madrileño Aldama es apoderado desde 2010, compró el 98,8 por ciento de las acciones del Córdoba CF. Lo hizo por el valor de la deuda que arrastraba el club andaluz, 8,5 millones de euros. Sin embargo, el pago no se efectuó y Carlos González compró el Córdoba CF en junio de 2011.

Dentro de este contexto, también es importante hacer mención a Jesús León. Y es que el empresario de Montoro y antiguo accionista del Sevilla compró sus acciones a Carlos González en 2017. Lo hizo por una cifra cercana a los 8,5 millones de euros. Cabe destacar que durante el mandato de León, Luis Oliver —intermediario de Mario Conde en el Badajoz— fue director general del Córdoba entre enero y julio de 2018. 

Los nombres de Carlos González y Jesús León son de relevancia porque en los últimos días se han sentado en el banquillo de los acusados. Están siendo juzgados desde el 26 de febrero en la Audiencia Provincial de Córdoba por el ‘caso chalet’. También se está juzgado a Isabel Madueño, expresidenta de la Fundación del Córdoba y esposa de Jesús León.

Los hechos proceden de una supuesta reforma de la vivienda de Carlos González, en la Moraleja.  Fue realizada por la empresa Grucal —de Jesús León— y pagada con fondos del Córdoba CF. Supuestamente, los pagos de estas obras fueron enmascarados bajo facturas de Grucal para la realización de la Ciudad Deportiva de la Fundación del Córdoba, algo que nunca se llegó a ejecutar.

No hay que olvidar que el club no tenía licencia del Ayuntamiento para construir esta Ciudad Deportiva. Las reformas en la vivienda fueron realizadas entre 2014 y 2015, época en la que el presidente del Córdoba era Carlos González. 

A Carlos González la Fiscalía le acusa de un delito societario y otro de administración desleal. Por ellos, se solicita una pena de tres y dos años de prisión respectivamente. Para Jesús León se piden tres años de cárcel por administración desleal y otros tres años y ocho meses por dos delitos societarios. Por último, para Isabel Madueño se pide una pena de un año y ocho meses de prisión por un delito societario. 

Las obras realizadas tuvieron un valor de 1,2 millones de euros. Por ende, en caso de demostrarse los delitos, González y León deberían pagar esta cantidad al club cordobés. No obstante, la defensa evita que se llegue a esta circustancia. Para ello, se escuda en que el Córdoba renunció a ejercer acciones penales o civiles en este procedimiento.

Asímismo, las defensas han que se analice una supuesta prescripción de los delitos de administración desleal y societario que el Ministerio Fiscal les atribuye.

Cabe recalcar que en sede judicial, un investigador de la Guardia Civil certificó que este inmueble fue pagado por el club cordobés. Durante las pesquisas se hayó un mail en el que se indicaba que "el chalé Carlos González ha sido por parte de Grucal y que las certificaciones de obra han salido de las cuentas del Córdoba CF”.

Por último, el informe de los investigadores cree que "hubo un intento deliberado y consciente por hacer creer que todo había sido un gasto legítimo".

Lo ‘oculto’ tras el mandato de Carlos González

Pero este no es el único litigio que tiene pendiente Carlos González. Está previsto que se siente en el banquillo de la Audiencia Provincial de Córdoba por otro caso relacionado con el Córdoba. 

Los hechos que a esta causa conciernen comprenden el periodo entre junio de 2012 y enero de 2018. Es decir, desde la llegada de González a Córdoba hasta su venta a Jesús León. 

Se le acusa de los delitos de apropiación indebida, falsedad, administración desleal y corrupción entre particulares. Por todos estos delitos se pide una pena de ocho años de prisión.

Junto a González están procesados en este asunto cinco personas más. Entre ellas, un empresario y varios responsables del club durante ese período. También están presuntamente implicadas las mercantiles Football Management Sánchez SL y Azaveco SL.

Este caso está relacionado con la llegada de González a la presidencia del club en 2011. El concurso de acreedores de aquel año derivó en la venta del 98,7% de las acciones por parte de Prasa SA. Fueron compradas por Ecco Documática SA —posteriormente, Azaveco—, que estaba administrada por González.

La operación se cerró en unos 1,2 millones de euros más una prima por ascenso a primera de tres millones de euros. Y de aquí surge la denuncia del caso, que señala que el pago en 2014 de esta prima por parte de González se hizo obteniendo ilícitamente esta cantidad del Córdoba CF. A esto hay que sumarle varias operaciones económicas sospechosas en las que presuntamente se beneficiaron las sociedades de González. 

Los ‘líos’ de Jesús León López

Jesús León López abandonó la presidencia del Córdoba CF en 2019 tras ser detenido en la operación Trapicheos. Se le acusa de administración desleal, apropiación indebida, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. Al igual que González, León cometió presuntamente estos delitos durante su mandato en el Córdoba. 

En línea con la trama concursal del Córdoba, Jesús León fue condenado por calificación concursal del club. En julio de 2024 se le inhabilitó por tres años y se le condenó a pagar 3,8 millones de euros.

Jesús León dejó el Córdoba en la ruina y un acreedor solicitó la liquidación por incumplir el concurso. Se autorizó la subasta y el príncipe de Bahrein compró el club por tres millones. 

Durante todo este litigio se estableció a Francisco Estepa y Francisco Javier Bernabéu como administradores judiciales. Lo hicieron hasta 2020, año en el que se vendió UFC al príncipe de Bahrein. Tanto Jesús León, como Carlos González se encuentran inmersos en varios procesos judiciales relativos a sus épocas liderando el Córdoba CF.