Logo El Cierre Digital
Fachada de una tienda Decathlon con paredes azules y un letrero grande en la entrada
INVESTIGACIÓN

Decathlon sufre en España: Caída de beneficios y trabajadores en pie de guerra

Las ganancias de la cadena de tiendas deportivas se desplomaron más de un 40% en 2024 y los sindicatos no dan tregua

Decathlon España atraviesa un momento difícil. En su ejercicio 2024, la compañía registró una caída de beneficios de más del 42%, cerrando el año con 71,4 millones de euros de beneficio neto. En 2023, había logrado un récord de 124 millones, lo que supuso entonces un aumento del 24%. Pero la bonanza no ha durado. La facturación también ha bajado ligeramente: 1.856 millones de euros, un 1,4% menos que el año anterior.

La empresa, sin embargo, no ve esto como un síntoma de debilidad estructural. Al menos, no oficialmente. En su informe de gestión, Decathlon atribuye la caída de resultados a un 'esfuerzo inversor' de 50 millones de euros. Una cifra significativa que, según explica, ha servido para reforzar su posición competitiva de cara al futuro. Dicen que buscan crecer de forma sostenible y mejorar la rentabilidad a medio y largo plazo.

Ese esfuerzo, dicen, se ha centrado en modernizar tiendas, desarrollar una nueva imagen de marca y renovar la tecnología. Entre las mejoras visibles se encuentran las etiquetas electrónicas, que sustituyen el etiquetado tradicional de precios, una web más ágil y actualizaciones tecnológicas en el punto de venta.

Fachada de una tienda Decathlon con estacionamiento y cielo azul
Decathlon. | EP

Además, una veintena de tiendas cambiaron su imagen durante el año. Pero los resultados no acompañan: el beneficio operativo cayó un 45%, hasta situarse en apenas 89,7 millones.

Hay que recordar también que el gran resultado de 2023 se debió en parte a una operación contable puntual. La empresa vendió activos inmobiliarios por un total de 171 millones de euros. Esa desinversión le permitió sumar 26 millones de beneficio extraordinario.

Sin embargo, esas propiedades no han desaparecido del mapa. Decathlon las sigue utilizando en régimen de alquiler, tras firmar contratos de arrendamiento. Fue, básicamente, una venta con efecto contable, no una reestructuración real. Un truco financiero que no se puede repetir cada año.

Fichajes mediáticos frente a conflictos laborales

Pese a la caída de beneficios y a los ajustes internos, Decathlon no ha escatimado en gastos de marketing. En los últimos meses ha reforzado su estrategia de marca con nuevos embajadores. El último ha sido Pedri, centrocampista del FC Barcelona. El joven futbolista ha sido elegido para protagonizar la campaña 'Segunda Vida', que promociona productos deportivos reutilizados.

La empresa dice que esta iniciativa promueve la sostenibilidad y la accesibilidad. Pedri, en declaraciones oficiales, asegura que está comprometido con no tirar ropa ni material deportivo, y con fomentar la economía circular.

Tienda de ropa deportiva con maniquíes exhibiendo diferentes prendas y estantes llenos de productos
Decathlon. | EP

Este tipo de campañas apuntan a reforzar la imagen amable y socialmente responsable de la marca. Pero llegan en un momento incómodo. Justo cuando Decathlon ha tenido que admitir que durante años pagó menos a una parte de su plantilla: los empleados a tiempo parcial. Estos trabajadores fueron excluidos del cobro del plus por jornadas flexibles, un complemento que sí recibían quienes trabajaban a tiempo completo.

En 2022, Comisiones Obreras denunció esta situación ante la justicia. La Audiencia Nacional dio la razón al sindicato. Pero Decathlon decidió recurrir al Tribunal Supremo, en lugar de acatar la sentencia. No fue hasta principios de 2024 cuando desistió del recurso y comenzó a pagar las cantidades adeudadas a los trabajadores afectados.

Condena por prácticas antisindicales

Este no es el único conflicto laboral que empaña la imagen pública de Decathlon. En abril de 2024, la Audiencia Nacional volvió a fallar en contra de la compañía. Esta vez, por vulneración de derechos sindicales.

El tribunal consideró que Decathlon había obstaculizado deliberadamente la actividad de la sección sindical de CC. OO. Les impidió usar medios internos de comunicación, les negó acceso a los tablones informativos en los centros de trabajo y les recortó el crédito horario para sus representantes.

El fallo fue especialmente duro. El tribunal habla de "mala fe evidente" y de una actitud sistemáticamente contraria al respeto de los derechos fundamentales de representación sindical. Como consecuencia, impuso a Decathlon una indemnización de 30.000 euros por daños y perjuicios y una multa adicional de 3.000 euros por temeridad procesal.

Fachada de una tienda Decathlon moderna con grandes ventanales y anuncios de deportes en la esquina de un edificio urbano
Decathlon. | Europapress

Pero lo más grave no está solo en el contenido jurídico de la sentencia, sino en las prácticas que describe. Según el sindicato, los delegados de CC. OO. reciben los peores turnos, sufren cambios constantes de tareas y horarios, y en algunos casos se les impide incluso el acceso a sus centros de trabajo.

CC. OO. asegura que intentó resolver estas situaciones por la vía del diálogo. Pero afirma que Decathlon no solo no colaboró, sino que agravó el conflicto.

Después de la sentencia, la empresa ha guardado silencio. Contactada por Elcierredigital.com, Decathlon se limitó a decir que "respeta la libertad sindical". No ha hecho más comentarios ni ha asumido públicamente responsabilidades.

Un contraste incómodo

En paralelo a estas polémicas, Decathlon sigue reforzando su imagen con fichajes y patrocinios. Pedri no es el único rostro de la marca. También cuenta con Antoine Griezmann, el explorador Jesús Calleja, el atleta Jimmy Gressier y el jugador de baloncesto Alex Sarr. Además, apoya el circuito Premier Padel, patrocina al equipo ciclista Decathlon-AG2R La Mondiale y al equipo automovilístico Decathlon Ford Racing Team. También suministra balones para competiciones europeas como la UEFA Europa League.

Desde fuera, parece una marca en expansión, comprometida con el deporte y con causas sociales. Pero en el interior, muchos empleados viven otra realidad. Decathlon tiene más de 10.800 trabajadores en España, repartidos en 171 tiendas y siete centros logísticos. Y muchos denuncian una falta de coherencia entre el discurso público de la compañía y su comportamiento real en el ámbito laboral.

Personas manifestándose frente a una tienda de Decathlon en Santiago de Compostela con banderas rojas de CCOO y una pancarta que denuncia represión
Concentración sindical frente a una tienda de Decathlon en Santiago. | CCOO

Porque mientras invierte millones en imagen, se ha resistido a pagar complementos salariales justos. Mientras habla de sostenibilidad, ha sido condenada por prácticas antisindicales. Mientras presume de valores, niega información y herramientas básicas a sus delegados sindicales. El contraste entre el marketing y la gestión interna empieza a hacerse evidente.

Y no solo en España. A nivel global, el grupo Decathlon también sufrió una caída de beneficios en 2024. Cerró el año con 787 millones, un 15% menos que en 2023, pese a que las ventas aumentaron un 4%.  El modelo muestra signos de fatiga. Y los problemas internos no ayudan.

En definitiva, Decathlon se enfrenta a una encrucijada. Puede seguir construyendo una imagen amable a golpe de campañas y embajadores. O puede empezar a alinear sus valores públicos con sus prácticas internas. Lo primero vende. Lo segundo construye confianza. Y en un mercado cada vez más exigente, la coherencia ya no es opcional: es una necesidad.

➡️ Wellness ➡️ Empresa ➡️ Nacional ➡️ Finanzas ➡️ Empleos ➡️ Investigación

Más noticias: