Carlos Torres, 'tocado': Su 'plan B' tras tumbarse la OPA del BBVA sobre el Sabadell
El presidente del segundo banco español idea una alternativa ante el 'no' de la CNMC para absorber a la entidad catalana
No hubo sorpresa y el drama se masca en el BBVA tras conocerse que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no ha aprobado la OPA sobre el Sabadell y envía la operación a Fase II.
Esto significa que el organismo profundizará "en el análisis del expediente en la segunda fase del procedimiento". Es decir, que la investigación será más minuciosa. Y otorgará tiempo a que el Gobierno imponga algunas exigencias que podrían averiar la OPA por falta de rentabilidad.
La CNMC quiere dar espacio en la investigación "a las comunidades autónomas en las que la concentración incida de forma significativa". Al Sabadell. Y también otros terceros con interés legítimo".
La operación no se resolverá hasta dentro de varios meses para enfado del presidente del BBVA, Carlos Torres. El banquero afirma que el BBVA "continuará colaborando estrechamente con la CNMC para culminar cuanto antes el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente".
Fuentes cercanas al Sabadell aseguran que "la decisión de la CNMC confirma la complejidad de la opa hostil lanzada por BBVA. Y hace necesario un estudio más profundo de las consecuencias que tendría esta operación en la competencia del sistema financiero español".
La CNMC zancadillea la operación
Dice la CNMC que "el análisis de la Fase I redundará en una mayor eficiencia en el análisis durante la segunda fase. Cuyo objeto es profundizar en el estudio de la operación".
El organismo presidido por Cani Fernández cree que "el sector económico afectado por la operación es el financiero. Especialmente el de servicios bancarios y el de servicios de pagos".
"Las partes están simultáneamente presentes en el mercado de producción y distribución de seguros. En el de fondos y planes de pensiones. Y en el mercado de gestión de activos", añade el órgano de Competencia.
El BBVA maneja un 'plan b' para evitar que el fracaso de la OPA suponga la salida de Torres de la presidencia del banco. La marcha de su número 2, Onur Genç, u otra intentona de compra podrían ser las herramientas que combatan el desánimo interno.
No solo por el fracaso de la OPA. Sino porque todo el sector bancario ha advertido los innumerables errores que ha cometido el segundo banco español en una operación tan ambiciosa.
Errores
La imagen de Carlos Torres tiene visos de salir muy deteriorada si, tal y como se barrunta, el BBVA no se hace con el Banco Sabadell tras haber lanzado una OPA. La operación, reconocen fuentes del sector, se hizo sin demasiado trabajo previo por parte del banquero.
Torres la lanzó en plena campaña de las elecciones catalanas, lo cual invitó a todas las fuerzas del arco parlamentario a rechazarla con ahínco. Además, el BBVA no tenía garantizado el apoyo de La Moncloa, así que contrató al polémico lobby Acento de Pepe Blanco para suavizar posiciones.
Y por último, la cúpula del Banco Sabadell prácticamente se enteró por la prensa de la operación. Maniobra que, de salir adelante, rondaría los 10.000 millones de euros. Esta circunstancia soliviantó a su presidente Josep Oliu, que vuelca sus energías en derribar la OPA.
Su número 2, Cesar González-Bueno, afirmó hace unas semanas que la operación "no tiene visos de salir".
Carlos Torres intenta convencer de la operación a los accionistas del Banco Sabadell mientras algunos del BBVA huyen despavoridos. Fue el caso del fondo estadounidense GQG Partners, que era uno de los cinco principales accionistas del segundo banco español por valoración de activos.
Cuenta Financial Times que GQG cree que la operación "llevaría demasiado tiempo y distraería, además de diluir su exposición a los mercados emergentes". "Lo que nos gustó de BBVA fue que se deshicieron de sus activos en Estados Unidos y otros países de América Latina", dijo Brian Kersmanc, gestor de cartera de GQG.
"Habían vuelto a su foco central. Fueron realmente buenos en México, Turquía y España. Lo están haciendo bastante bien a nivel orgánico, simplemente superando a la competencia".
El BBVA declaró al medio británico que "el apoyo abrumador de nuestros accionistas en la junta general es la señal más clara de su respaldo a la transacción de Banco Sabadell. Creemos que es uno de los proyectos más atractivos de la banca europea".
CQG, que también es accionista de referencia de Caixabank, previsiblemente reinvirtió el dinero que obtuvo con la venta de acciones del BBVA. Lo hizo convirtiéndose en acciones del banco alemán Commerzbank. Esta compañía es noticia por el intento del italiano UniCredit de comprarlo ante la indignación del Gobierno teutón.
La Moncloa sigue en el 'no', pero ha rebajado su tono
El BBVA presentó en junio una OPA hostil sobre el Banco Sabadell para enfado de este último. El BBVA necesita que den luz verde a la operación el 50,1% del accionariado del Sabadell tras recabar el apoyo del Banco Central Europeo (proclive a la creación de grandes bancos en el Viejo Continente). Los árbitros de la operación son la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Gobierno (que tiene derecho a veto a través de la ley antiopas).
La Moncloa, en un principio, cargó contra la operación porque la misma, según fuentes del sector, "destruirá empleo". También "clausurará oficinas, reducirá la oferta de préstamos a las empresas y eliminará un banco clave para el empresariado del Mediterráneo".
Maniobrando a favor se encuentra la consultora Acento, que ha sido contratada por el BBVA para intentar 'doblar el brazo' a La Moncloa. El socio fundador y CEO es el exministro socialista José 'Pepiño' Blanco', padrino político de Pedro Sánchez.
Fuentes del sector creen que Acento simplemente ha logrado atenuar las críticas del Gobierno a la operación: Pero que el 'no' de La Moncloa es inamovible.
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