Las claves del 'boom' de Indra en el sector de Defensa, mientras siguen sus polémicas

Indra ha cerrado 2024 con cifras récord y un posicionamiento reforzado en el sector defensa. La empresa tecnológica, donde el Estado mantiene una participación relevante a través de la SEPI (28%), ha experimentado un crecimiento sustancial en ingresos y beneficios. Su enfoque en defensa le ha asegurado contratos clave. 

Los resultados financieros de Indra en 2024 han sido especialmente positivos. La compañía presidida ahora por Ángel Escribano ha reportado un beneficio neto de 278 millones de euros, un 35% más que el año anterior. 

Además, ha logrado revertir su situación de deuda neta, pasando de deber 107 millones en 2023 a cerrar el año con una posición de caja positiva de 86 millones de euros. Este saneamiento financiero ha permitido a la empresa anunciar un dividendo de 25 céntimos por acción para sus accionistas.

La incursión de Indra en el sector Defensa

Pero el verdadero motor de este crecimiento ha sido su división de Defensa. Con un aumento significativo de la inversión en seguridad por parte de gobiernos europeos, Indra ha sabido aprovechar la coyuntura internacional para posicionarse como un actor clave.

En 2024 la empresa alcanzó ingresos de 4.843 millones de euros, con un crecimiento del 11,5%. Esta expansión ha sido impulsada principalmente por contratos en defensa y sistemas de seguridad, que han experimentado un notable auge en los últimos años.

Un ejemplo claro de su expansión en defensa es el contrato firmado con la emiratí Edge para la fabricación de más de 300 radares en Abu Dabi. Un importante paso para reforzar su presencia en el mercado de Oriente Medio.

La compañía también ha consolidado su papel en proyectos europeos estratégicos como el  Eurofighter y el Future Combat Air System (FCAS). Esta participación la posiciona como actor indispensable en la industria militar del continente.

A pesar de sus buenos resultados con Defensa, uno de sus accionistas, Joseph Oughourlian ha trasladado su 'enfrentamiento' con el Gobierno de Sánchez a Indra. El empresario, presidente del Grupo Prisa, posee un 7,24% de capital de la tecnológica. Según avanza elEconomista, Oughourlian estaría buscando un "acercamiento" al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ante su discordancia con Moncloa. Algo que también podría afectar a las relaciones con Indra.

Adquisiciones estratégicas

Más allá del crecimiento económico, Indra ha realizado movimientos estratégicos que refuerzan su papel en sectores críticos. Por ejemplo, el pasado mes de enero la empresa adquirió el 89, 68 % de Hispasat a Redeia por 725 millones de euros.

Esta compra tiene una clara intención: consolidar su presencia en el sector espacial y de comunicaciones. Áreas de creciente importancia para la seguridad y defensa nacional.

La operación también incluye la adquisición de la mayoría de Hisdesat, especializada en comunicaciones militares seguras. La reciente venta del Gobierno del 0,1% de Hisdesat a Indra añade una capa más a su dominio del sector estratégico.

Las polémicas de Indra

Si bien estos logros han reforzado la imagen de Indra como una empresa sólida y en expansión, no han estado exentos de controversia. 

A principios de febrero, surgieron especulaciones sobre una posible fusión entre Indra y Telefónica. Especialmente tras el nombramiento de Marc Murtra, expresidente de Indra, como nuevo líder de Telefónica. 

Sin embargo, José Vicente de los Mozos, consejero delegado de Indra, desmintió estos rumores. Afirmó que no existían planes de fusión y que la compañía estaba enfocada en su plan estratégico "Leading the future".

En enero, Indra anunció la compra del 89,68% de Hispasat por 725 millones de euros. Esta operación incluyó una cláusula que condicionaba la adquisición al control financiero de Hisdesat, una empresa clave en comunicaciones militares. 

Este movimiento fue estratégico para reforzar la posición de Indra en el sector espacial y de defensa. Aunque generó debates sobre la concentración de capacidades críticas en una sola entidad y las implicaciones para la competencia en el sector.

A pesar de las críticas recibidas por su gestión en procesos electorales en España, Indra continuó expandiendo su presencia internacional. En septiembre de 2024 la empresa fue seleccionada para coordinar la Fiesta Nacional de España en Angola. 

Algunos cuestionaron la idoneidad de su participación en eventos diplomáticos tras las polémicas nacionales. Especialmente tras las relacionadas con el recuento de votos en las elecciones del 28-M, denunciadas por el abogado Guillermo Rocafort.

Las perspectivas de Indra para 2025

Este año, la empresa ha reforzado su apuesta por la digitalización y la inteligencia artificial aplicada a la defensa. Dentro de este marco ha llevado a cabo desarrollos que incluyen simulaciones avanzadas para entrenamiento militar y sistemas de ciberseguridad de última generación. 

No obstante, este enfoque también ha despertado preocupaciones sobre el creciente poder de Indra en sectores estratégicos. Y por la ausencia de competencia real, que puede dar lugar a abusos. O, al menos, a una falta de transparencia en la adjudicación de contratos.

En el ámbito internacional, Indra se enfrenta a una creciente competencia de gigantes como Thales o Lockheed Martin. Esto la obliga a mantener una política agresiva de expansión. Si bien su éxito en el sector defensa es innegable, también implica una dependencia cada vez mayor de los contratos militares. Un aspecto que podría volverse problemático si en algún momento cambia la política de gasto en defensa de la Unión Europea.

A nivel bursátil, Indra ha mantenido un comportamiento positivo. Sin embargo, la influencia del Estado en la compañía sigue generando dudas entre ciertos sectores del mercado. La posibilidad de que el gobierno utilice su participación para intervenir en la estrategia corporativa siempre está presente.