El clan Gabarre Mendoza, retratado en la pantalla, enfrentará ahora la prisión
Varios miembros del clan Gabarre Mendoza, retratados en un documental, están condenados por robos y cultivo de marihuana
La familia Gabarre Mendoza saltó a la alfombra roja de la mano del falso documental La Última Primavera (2020). Este filme retrata el desahucio que la familia sufrió tiempo antes en la barriada madrileña de La Cañada Real. Este clan, de etnia gitana, ha vivido mejores y peores tiempos en los últimos años tras haber cosechado una modesta fama en lo audiovisual y un amplio renombre en lo criminal, habiendo sido declarados culpables de diversos robos encadenados y de poseer una plantación de marihuana.
En el filme, la familia se encuentra celebrando el cumpleaños de uno de los nietos cuando una inspección policial interrumpe la fiesta. Todo tiene lugar en una chabola de la Cañada Real, a las afueras de Madrid. En esta zona las tensiones entre los vecinos y las autoridades son cada vez más comunes. El principal motivo de estas es la propiedad de los terrenos, donde muchas de estas familias construyen sus improvisadas viviendas, viéndose obligadas a abandonarlas.
Tal y como se muestra en el filme, la madre de familia, Agustina, sufre hasta el punto de vivir atormentada por el miedo. Por su parte, el padre, David, un chatarrero muy trabajador, trata de encontrar una solución al drama familiar que se avecina con la pérdida de la casa, pero la burocracia se interpone en su camino y no lo consigue. Entretanto, los miembros más jóvenes de la familia: su hijo David, su nuera María, madre adolescente, y el joven Alejandro, luchan a su manera con sus vidas "en la cuerda floja", según explicó su directora, Isabel Lamberti.
La realizadora Isabel Lamberti, nacida en Alemania, ya conocía a los Mendoza desde el año 2014. Su relación comenzó durante una visita de Lamberti a su abuela española en Madrid. Según ella misma explicó, se enteró de manera casual de la existencia de los asentamientos ilegales de la zona de la Cañada Real. “Mi abuela me dijo que allí no se podía entrar: justo lo que yo necesitaba para intentar ir”, dijo la directora en una entrevista con el diario La Vanguardia.
De aquella visita con sorpresa, Lamberti salió inspirada y produjo el corto documental Volando Voy (2015), que se centra en las andanzas de los dos hermanos pequeños de la familia. Paralelamente, Lamberti mantuvo el contacto con los jóvenes y los suyos para visitarles cuando volvía a España, según recogieron diversos medios de comunicación.
Tanto la crítica como el público aplaudieron este falso documental (La Última Primavera), destacando el punto de vista crítico del filme con las administraciones y con el plan regional de desaparición del asentamiento, que desde hace veinte años ha desplazado a multitud de familias de bajos recursos, además de servir de madriguera para grupos de narcotraficantes. Cuando se visita la Cañada lo último que se piensa es que está a tan sólo 13 kilómetros de la Puerta del Sol.
El historial de los Gabarre Mendoza
Los Gabarre Mendoza se presentan en el falso documental como el ejemplo perfecto del calvario al que son sometidas muchas familias de bajos recursos. Sin embargo, los Gabarre Mendoza quizá no fueron la mejor elección. Tres años después de la realización del falso documental, Ángelo (uno de los hermanos protagonistas) acaba de salir de la cárcel gracias al trabajo de la prestigiosa penalista Beatriz Uriarte, del despacho Ospina Abogados.
Según publicó el diario ABC, Uriarte habría conseguido que se le levante la prisión provisional tras ser detenido como miembro y presunto líder de una organización dedicada al robo. Entre sus acciones, el citado medio destaca la actuación de esta organización en bares y estaciones de servicio, teniendo lugar la mayoría de estos en la provincia de Toledo y en Navalmoral de la Mata (Cáceres).
En relación con esta trama, la Guardia Civil ha llevado a cabo registros y detenciones que han acabado con hasta 19 personas imputadas. Una de las pistas que los cuerpos de Policía han considerado como "fundamentales" ha sido el rastro dejado por una furgoneta Volkswagen Touran que pertenece a los Gabarre Montoya: Padre, madre e hijo.
Así consta en las actuaciones policiales que ha revelado el diario ABC, en las que, supuestamente, se demuestra que el modo de vida que tienen los Mendoza se encuentra muy alejado de la realidad que Lamberti trató de reflejar en sus proyectos conjuntos. Mientras que el filme retrata a los Gabarre Mendoza como víctimas indefensas del sistema que sobreviven con la venta de chatarra algunos ingresos extra, los investigadores hablan de que el entramado criminal atesora “numerosos antecedentes policiales similares” y que están “asociados con un preso fugado de la cárcel de Navalcarnero”, según han compartido diversos medios de comunicación.
Al fugado al que se refieren es Rubén Guisado Rodríguez, que fue condenado por el robo en una gasolinera junto a su compinche, ambos de negro y tapados con bragas, la madrugada del pasado 19 de agosto. El 30 de agosto, el juzgado de Instrucción número 2 de Torrijos (Toledo) también declaró la libertad provisional para el compinche, español de 26 años, acusado de un delito de robo con fuerza.
No es algo que sorprenda si atentemos al historial de algunos miembros de la familia, pues el pasado 30 de agosto, el juzgado número 5 de Valdemoro dictó sentencia contra Ángelo, de 24 años, por cuestiones muy parecidas. En la operación cayeron, entre otros, Jonathan Ruiz García, de 29 años, y Hortensia Esteban San José, de 27.
El 6 de julio, la furgoneta de los Gabarre fue localizada por agentes de la Guardia Civil al inicio de una investigación en la localidad de Bargas (Toledo). Tras pasar la matrícula de la Volkswagen Touran, la DGT informa que tanto el matrimonio formado por David Gabarre y Agustina Mendoza como su hijo Ángelo “están vinculados a ese vehículo”, aunque el titular es solo el tercero de ellos. Padre e hijo tienen oficialmente su domicilio en dos parcelas de la Cañada Real. Ella, en cambio, está empadronada en Rivas Vaciamadrid.
Uno de los robos tuvo lugar el 11 de julio, en el bar El Cojo, situado en la localidad de Manzaneque (Toledo). Según las informaciones publicadas al respecto, los miembros de la banda sustrajeron productos de alimentación y bebidas. Además, se llevaron 600 euros en efectivo, un televisor, un ordenador; y una Thermomix. Al saltar la alarma, la dueña se despertó y vio como un Audi A6 se daba a la fuga. Dos días después se registró un nuevo golpe en El Paleto, en Alcolea del Pinar (Guadalajara).
La Guardia Civil finalmente localizó el Audi, que figuraba como vehículo robado en las bases de datos. A este lo seguía una Peugeot Expert, vinculada a otro delincuente conocido, Doroteo Romero. Así pues, además del sustraído Audi, los agentes se encontraron con dos furgonetas de procedencia criminal y relacionadas con personas con antecedentes.
El Audi sustraído fue interceptado en la A-5 el 20 de julio, a la altura de Navalmoral. Una vez alcanzado el vehículo fue detenido Antonio Motos Jiménez, pariente de 'los Gordos' otro clan de La Cañada muy conocido.
Del mismo modo se procedió a detener a Doroteo, Felipe Guisado y a Herminio Silva, este último viajaba en un coche marca Jaguar y pretendía ayudar en la huida de los otros detenidos. Todos ellos son sospechosos de haber cometido robos en la tetería Ojuda y el restaurante La Ventilla del Camionero, situados en la localidad.
Los robos llevan al descubrimiento de una plantación
Poco después de las detenciones, el 7 de agosto, se registraron nuevos robos. En esta ocasión, con un Audi Q7 y un Volkswagen Golf, que pudieron relacionarse pronto con los propietarios de la Touran (los Gabarre Mendoza). Al Audi Q7 le “dan caza” ese día y detienen a sus ocupantes. Al día siguiente, en una vigilancia, se ve salir a dos individuos del Golf hacia el parque acuático de Toledo: uno era Andrés Esteban Gabarre. Y ese mismo día captan juntos en la calle a Ángelo Gabarre con sus padres.
Es el 17 de agosto cuando se cierra el círculo sobre el supuesto cabecilla de la trama tras una operación de seguimiento y vigilancia. En la detención, entrada y registro de la propiedad, además se halló una plantación de marihuana en una de las habitaciones de la casa: “Es mía. Mi pareja no tiene nada que ver”, explicó Ángelo a los guardias según recogió el diario ABC.
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