Cisma ecologista en Galicia: Inditex marca distancia ante la fábrica de celulosa Altri

La familia Ortega  ha marcado distancias con el polémico y contaminante proyecto de la portuguesa Altri, que ha proyectado una macrofábrica de celulosa. Será en la localidad lucense de Palas de Rei y consumirá más de 1 millón de toneladas de eucalipto gallego y 46.000 metros cúbicos diarios del río Ulla. 

Inditex (que evita pronunciarse en público) ha filtrado a medios afines que ellos no propiciaron este proyecto, que el pasado sábado llevó a más de 50.000 manifestantes a la calle. Y que no piensan comprarle ni un solo gramo de la fibra que pretenden producir.

Este impopular proyecto fue impulsado por Alberto Núñez Feijóo en los tiempos en los que presidía la Xunta de Galicia. Y podría contar con la bendición de La Moncloa. El ministro de Industria Jordi Hereu aplaudió hace unos días en el Congreso los cambios introducidos por Altri. 

Detrás del cambio de postura del PSOE podrían encontrarse las presiones del lobby de Pepe Blanco, Acento, que ha sido contratado por el gigante portugués. 

Alrededor de 1.000 millones para contaminar Galicia

Altri ha advertido que no pondrá la industria si las instituciones públicas no le sufragan alrededor de 250 millones de los 900 de inversión. Parte del dispendio lo pagará la Xunta de Galicia.

El PP en Bruselas aseguró que el proyecto "ecocida", según fuentes ecologistas, será "un buen medio de creación de empleo e innovación para el desarrollo industrial de Galicia". Y subrayan que serán necesario que se cumplan todos los requisitos legales y medioambientales. 

Altri pretende recibir ayudas del Perte de descarbonización. Y está pagando publirreportajes en prensa para desmentir algunas acusaciones realizadas por los ecologistas. También le ayuda a limpiarse su imagen la conselleira de Medio Ambiente Ángeles Vázquez. "Nadie bebe agua directamente de la ría", dijo para restarle importancia a que Altri vaya a calentar 3 grados el agua del cauce. 

La portuguesa Altri (que elevó más de un 8% sus ingresos en 2024, hasta los 855,3 millones de euros) ha celebrado que la Xunta le haya otorgado la autorización medioambiental. "Es un hito importante", reconocen. 

Inditex marca distancias

Cincuenta y dos organizaciones no gubernamentales ambientales de los cinco continentes remitieron cartas el pasado otoño a la Xunta y a La Moncloa. Lo hicieron para frenar el proyecto de macrocelulosa en Palas de Rei (Lugo). 

Entre las mismas, la red Environmental Paper Network (EPN), que cuenta entre sus asociadas con Canopy. Esta consultora es la que acredita la sostenibilidad de los productores de fibra para Inditex.

"El proyecto no reúne las condiciones para seguir adelante ni para ser financiado con dinero público a través de los fondos europeos Next Generation. Ya que es contrario a los objetivos de sostenibilidad de los mismos", añaden. 

"Deberíamos ir en la dirección contraria: reducir la superficie de eucalipto, tal y como exige el Plan Forestal Galego en vigor, avanzar hacia la reducción global de la producción y el consumo de papel, promover los envases reutilizables, maximizar el contenido de fibra reciclada en los productos papeleros, incrementar el uso de otros materiales recuperados y acabar con el uso de fibras procedentes de bosques y selvas amenazadas, ecosistemas y hábitats de alto valor en materia de conservación, tendiendo a fabricar fibras de nueva generación y no a partir de madera", aseguraron. 

Inditex se acoge a ello para marcar distancias con el proyecto. El problema para ellos es que este proyecto surgió de unos encuentros en la Xunta en los que participó Ignacio Fernández, su director financiero.

Escándalo

Greenpeace y Ecologistas en Acción afirman que es "el proyecto industrial más lesivo que se ha presentado en Galicia en las últimas décadas. La excepcionalidad del mismo y la enorme movilización social generada en su contra exigen también una transparencia excepcional. Y un trato igualitario con respecto a la empresa". 

También recuerdan que "sin fondos públicos, Altri nunca será una realidad.  Por eso es muy importante que el Gobierno central tenga presente el rechazo social masivo que está generando este proyecto de celulosa.  La sociedad gallega no entendería que se financiara esta barbaridad con fondos públicos". 

El PSOE de Galicia apoyó el sábado pasado la manifestación. Pero es evidente que se encuentran en una postura incómoda por las recientes palabras de Hereu.