Christina Oxenberg sobre el 'Caso Epstein': 'Usaron a Andrés de Inglaterra como cebo'

Ni en sus mejores relatos Christina Oxenberg (59) se podría haber imaginado que protagonizaría, sin desearlo, un cameo en la espeluznante historia de la red de pedofilia del multimillonario  Jeffrey Epstein y de su asistente, Ghislaine Maxwell (60). El primero falleció en prisión hace tres años, casi todo apunta a un asesinato para que no delatara a personas importantes, y la segunda acaba de ser condenada por un tribunal federal de Nueva York a 20 años de cárcel por colaborar en el tráfico sexual de chicas menores.

Desde su hogar en Serbia, Christina habla en exclusiva para Elcierredigital.com, que se ha convertido en el primer medio español en conseguir sus declaraciones tras el mediático juicio. El año pasado publicó Trash, donde refleja una cronología de sus encuentros con Ghislaine.

Vive en ese país europeo porque sus ancestros pertenecen a la dinastía Karageorgevich, que reinaron en Yugoslavia y Serbia hasta el fin de la II Guerra Mundial. Sus abuelos fueron el regente Pablo de Yugoslavia y la princesa Olga de Grecia y Dinamarca. Tras más de un siglo en el trono fueron desterrados, tal y como ocurrió con otras casas reinantes como los Saboya, los  Hohenzollern-Sigmaringen o los Sajonia-Coburgo y Gotha-Koháry.

Hace unos meses, Christina me comentaba que conoció a Ghislaine Maxwell en 1990 “porque mi marido -Damian Elwes (61), artista británico hermano del actor Cary Elwes (59) de La princesa prometida (1987) e hijo de la notable decoradora de interiores Tessa Kennedy (83)- frecuentaba ese círculo. Tenían una relación de amistad. Poco después se puso en contacto conmigo porque quedó impresionada por las críticas recibidas por mi libro Royal Blue y me propuso ser la mano fantasma que escribiera su propia biografía porque quería conquistar a Jeffrey Epstein. Deseaba convertirse en su esposa”.

Ante este hecho, Christina, de una ética impoluta, se negó en rotundo. “Me sentí insultada”, rememora. Se vieron varias veces más, pero enseguida puso pies en polvorosa. Su intención le decía que Ghislaine, la novena hija de empresario de los medios de comunicación Robert Maxwell, no era trigo limpio. “Imagínate cuando me comentó que ayudaba a Jeffrey a reclutar mujeres porque necesitaba practicar sexo con tres al día. Pero jamás me dijo que eran menores de edad. Jamás. Era consciente de que aquello era delito”, me confesaría el año pasado. Cuanto se descubrió la parte más terrorífica de Epstein y Maxwell, la escritora británica no tuvo inconveniente en hablar con el FBI.

En toda esta trama tan inhumana saltó a la palestra la figura del príncipe  Andrés de Inglaterra, primo de Christina, de quien dijo que “le usaron como si fuera un cebo para atraer a otras personas”.

Actualmente publica dos veces por semana en Patreon, plataforma de suscripción que permite a los creadores plasmar sus pensamientos y conocimientos. Para tener acceso a sus historias se puede hacer a través de patreon.com/oxenberg. Es tal el éxito que incluso Bret Easton Ellis (58), autor de American Psycho (1991), también publica ahí.

- ¿Estará a salvo en prisión con toda la información delicada que atesora sobre Donald Trump, Bill Clinton o el príncipe Andrés?

- Bajo mi punto de vista, Ghislaine está a salvo de todos menos de ella misma.

- Si sigue manteniendo vínculos estrechos con los más poderosos, ¿considera que su condena se podría reducir?

- Definitivamente aún está en contacto con su círculo más estrecho, concretamente, su familia y su extensa red de amigos tan poderosos como extremadamente millonarios.

- ¿Podrían transferirla a una prisión en Gran Bretaña?

- Por lo que respecta a su traslado a Gran Bretaña lo puede solicitar sin problema ya que tiene la doble ciudadanía (americana y británica), así que lo conseguirá con o sin sus conexiones. La norma es que se tiene que pedir después de tres años en prisión, y ya han pasado dos. Si se lleva a cabo, los términos de la sentencia podrían cambiar ya que se trata de otro país, las leyes son diferentes y, además, tiene amigos tremendamente poderosos en las altas esferas.

- ¿Cree que psicológicamente es mucho más fuerte que Jeffrey Epstein?

- No tengo la menor idea de cómo podría medirse eso.

- ¿Qué prevé para Ghislaine?

- De momento mucha ansiedad y hacer frente al pago de una cantidad astronómica de la minuta de sus abogados.

- Su abogada, Bobbi Sternheim, ha declarado que su clienta ha sido vilipendiada y juzgada por de antemano por la opinión pública. ¿Hasta qué punto este es el precio que una persona rica y famosa ha de pagar?

- A fin de cuentas, su letrada está bien remunerada por eliminar toda la basura que se dice sobre su cliente. Ese es su trabajo.

- ¿Cómo describiría el comportamiento de Ghislaine durante el proceso judicial?

- Desafiante. Desde su declaración sobre los hechos hasta el día en el que el juez decretó la pena de cárcel en presencia de algunas de sus víctimas. Es como si dijera que este duro castigo les fuera a dar placer.

- ¿Hasta qué punto la sentencia brinda consuelo a las víctimas?

- La gran mayoría afirma que están satisfechas. Sinceramente, esper que este sea un nuevo capítulo para ella y que por fin pueda salir adelante con sus vidas.