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Un agente de policía en un campo de plantas de cannabis.
INVESTIGACIÓN

Cataluña se convierte en un epicentro de la marihuana a nivel europeo

El número de plantaciones decomisadas se ha triplicado en los últimos años en esta Comunidad Autónoma

El último balance estadístico del Ministerio del Interior fue bastante elocuente en Cataluña: el conjunto de las infracciones penales creció un 5% entre enero y septiembre de 2021 con respecto al mismo periodo de 2020 (marcado por el gran confinamiento de la pandemia), pero el foco se puso en los delitos por tráfico de droga, que se dispararon registrándose un 36% más.

Estos números se deben a que Cataluña se ha convertido en territorio productor de marihuana, circunstancia que explica el impacto que puede llegar a tener el crimen organizado en un territorio. Un cambio sustancial que ha supuesto pasar de ser una vía de entrada de droga en Europa -sobre todo de cocaína y hachís- a una zona que algunos grupos ven como una oportunidad para producir el cannabis que después exportarán.

El asunto es tan preocupante que los propios Mossos d’Esquadra elaboraron un informe (El mercado de la marihuana en Cataluña) a mediados de 2020 que entregaron a la Fiscalía donde se mostraba cómo el número de plantaciones decomisadas se habían prácticamente triplicado entre 2015 (132) y 2019 (368). Como consecuencia de este incremento se habían quintuplicado los detenidos (pasando de 487 a 2.769) y se habían doblado las redes criminales desarticuladas (pasando de 16 a 34).

El profesor del grado de seguridad de la UB (Universitat de Barcelona) Xavier Torrens, explicó a La Razón que uno de los principales motivos es que se ha visto Catalunya “como  un lugar permisivo” donde trasladar la producción de la marihuana, no necesita mucha inversión y, en su opinión, está castigado con una penalidad baja por lo que algunos grupos dedicados a los robos han cambiado su actividad habitual por el cultivo de esta droga o lo han complementado. También habría ocurrido con narcotraficantes de cocaína, que han visto “más rentable” este negocio y con menos riesgos.

Se estima que cada año alrededor de un 25% de la población española consume marihuana aunque sea de forma esporádica, un dato que se incrementa cada año. De la marihuana en España se calcula que el 70% de la actividad del tráfico de esta droga se concentra en Cataluña.

Legalización en debate

Los últimos datos de referencia se publicaron en 2019 dando a conocer los países del mundo que más consumían este tipo de estupefaciente. España cerraba el Top-10 del ranking, un dato que ha preocupado a las autoridades.

Desde hace unos años se ha abierto el debate acerca de la legalización del cannabis y sus derivados. En España todavía existen posturas encontradas aunque una de las comunidades que más se ha abierto a debatir acerca del tema ha sido Cataluña.

Su consumo cuenta con ciertos vacíos legales en la región donde, por ejemplo, se pueden encontrar clubes de fumadores. Y aunque una parte de los políticos catalanes se muestran favorables a la legalizacón del consumo de marihuana, expertos señalan la dificultad de llevarlo a la práctica.

Cultivo interior de plantas de cannabis bajo luces artificiales con el logotipo de la Guardia Civil en la esquina superior izquierda.
Plantación de marihuana en Cataluña. | Guardia Civil

La despenalización de esta droga avanza en algunos países y sus defensores argumentan que los riesgos producidos por el cannabis no son peores que los de otras sustancias actuales como el alcohol. Aun así, en España todavía el tema no se encuentra encima de la mesa política excepto en algunas regiones como Cataluña.

En cualquier caso, la comunidad se enfrenta a una situación problemática por el auge del cultivo de marihuana. Desde la conselleria de Interior creen que es “inquietante” y en un reciente informe presentado por el responsable del departamento, Joan Ignasi Elena, se destacaron cinco puntos como elementos clave para el posicionamiento de Cataluña como centro de marihuana de Europa.

Factores que convierten a Cataluña en un centro europeo de marihuana

Son cinco los factores que el informe apoyado por los Mossos d’Esquadra destacan, aunque también resaltan los efectos que conlleva, como graves problemas de violencia a largo plazo relacionados con el tráfico ilegal de las sustancias. En Cataluña, durante 2021, se confirmaron cuatro casos de homicidios ligados directamente con el tráfico de marihuana. Los cinco factores principales que favorecen esta droga en Cataluña son:

- Despoblación: el territorio catalán cuenta con grandes zonas deshabitadas. Según Interior, esta circunstancia podría ser un factor clave para favorecer cultivos ilegales en lugares de difícil acceso y que, además, pasen desapercibidos.

- Dinero negro: la policía ha detectado movimientos fraudulentos de capitales para alquilar lugares donde cultivar plantas de marihuana y pasar desapercibidos. 

- Paro de larga duración: otro de los puntos que destacan las autoridades es el número de parados de larga duración en Cataluña. Estas personas son susceptibles de aceptar cualquier trabajo, aunque sea ilegal y fraudulento, como labrar y cultivar los campos de marihuana.

-Baja penalidad: el tráfico o cultivo de cannabis de forma ilegal no conlleva grandes penas jurídicas. Esto favorece que muchos se arriesguen pues aunque sean descubiertos los efectos no son comparables a los del narcotráfico.

- Situación geográfica: el último punto que señala el informe es el clima y las buenas condiciones meteorológicas de Cataluña. Además, su posición geográfica facilita el tráfico de marihuana al resto de España y la distribución en Europa.

Preocupación de los agentes

Para los agentes la situación es preocupante por diversos factores. Uno de ellos son los delitos asociados al negocio de tráfico de drogas y el incremento de la presencia de armas. Ambos se traducen en una mayor inquietud e inseguridad para la ciudadanía. Por otro lado, otro factor a tener en cuenta es la  mala calidad del cannabis ya que, actualmente, los productores, al tener que cultivar en espacios interiores y a mayor escala, trabajan con semillas híbridas, mucho más productivas, pero que contienen un THC (principio activo) superior y es peor para la salud de los consumidores.

La amenaza no es solo la violencia que implica el cultivo de la marihuana entre las bandas que se dedican a ello -en Cataluña se han sumado 13 homicidios en los últimos cuatro años-, sino las transformaciones sociales que se derivan de esto.

Durante los primeros nueve meses del año en 2016, se contabilizaron 1.667 hechos delictivos relacionados con el tráfico de drogas, mientras que en 2021 se alcanzaron los 2.951. Es decir, en cinco años se han prácticamente doblado. Lo cierto es que desde hace un lustro, las actividades relacionadas con la marihuana han ido creciendo y alimentando la preocupación de las autoridades.

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